RESUMEN
Las disfunciones osteopáticas en el codo pueden causar absentismo
laboral, con el gasto económico que ello conlleva para la sociedad, debido a la
alta incidencia con la que estas disfunciones se presentan. Una de las lesiones
osteopáticas que se pueden dar en el codo, es la disfunción de cabeza de radio
posterior, que provoca un aumento del tono del músculo supinador corto, que a
su vez puede referir dolor en la región externa del brazo y antebrazo.
El objetivo de la técnica de thrust para la cabeza de radio posterior con
contacto indexial, será anteriorizar la cabeza del radio, para así poder
recuperar la funcionalidad en la articulación del codo. Para realizar
correctamente la técnica, previamente habrá que llegar a un diagnóstico
adecuado basado en la inspección, palpación, pruebas de movilidad, pruebas
musculares, pruebas ortopédicas y radiología.
INTRODUCCIÓN
El codo es la articulación intermedia del miembro superior, que relaciona
el brazo y el
antebrazo. La posibilidad de orientar el miembro superior en los tres
planos del espacio, es gracias al hombro, pero la posibilidad de acercar la
mano al cuerpo es gracias al codo.
La articulación del codo la componen tres huesos; la extremidad distal
del húmero; y las extremidades proximales de cúbito y radio, y por ende
tres articulaciones encerradas en una sola cápsula articular, que comparten los
dos grados de libertad asociados pero distintos del codo. Las tres
articulaciones son muy diferentes, pero complementarias:
• Articulación humero-radial;condílea, no congruente, siendo el pivote
superior de la prono-supinación.
• Articulación húmero-cubital; troclear, responsable de la flexión y
extensión.
• Articulación radio-cubital superior; trocoide, no congruente,
responsable junto a la radio-cubital inferior de la pronación y supinación.
Esta articulación radio-cubital superior está relacionada con el codo a
diferencia de la peroneo-tibial superior que es independiente de la rodilla.
Por todo lo mencionado observamos que el codo posee cierta complejidad y
debe conciliar aptitudes opuestas como la fuerza y la fineza.
El radio ocupa la posición lateral del antebrazo, y en su extremo
proximal presenta una cabeza recubierta por cartílago hialino y membrana
sinovial. La cabeza radial da inserción a la cápsula articular del codo,
ligamento colateral radial, ligamento anular y músculo supinador corto.
El espasmo muscular del músculo supinador corto ocasionará la disfunción
osteopática conocida como cabeza de radio posterior, al mismo tiempo que el
espasmo de este músculo puede provocar dolor referido en la región externa del
brazo, antebrazo, cabeza del radio, pulgar y cabeza del primer metacarpiano,
dando sintomatología de epicondilitis lateral.
La disfunción conocida como epicondilitis lateral es uno de los
trastornos regionales con mayor incidencia en la población tanto a nivel de la
comunidad como a nivel profesional. La incidencia entre los adultos en edad
laboral, entre los 25-64 años de edad, es del 11%. El 5% de los sujetos
diagnosticados de dolor en la región lateral del brazo y antebrazo cursan su
baja laboral, existiendo una mayor prevalencia de esta dolencia en los trabajos
en que se utilizan de forma permanente las manos, así como en el sexo
femenino.
La etiología de la epicondilitis sigue siendo controvertida, aunque hay
autores que afirman que la disfunción en la zona del epicóndilo, más que un
proceso inflamatorio se debe a cambios motores y sensitivos.
LESIÓN POSTERIOR DE LA CABEZA DEL RADIO
En la cabeza del radio, desde el punto de vista osteopático, se pueden
producir dos tipos de lesiones; la disfunción de cabeza radial anterior y la
disfunción de cabeza radial posterior. La etiología de la lesión de cabeza
radial posterior puede ser múltiple, bien se debe a una caída del individuo
hacia delante sobre la mano, con el antebrazo en pronación, bien se debe a una
serie de movimientos repetitivos que llevan a la pronación del antebrazo de
forma forzada; ambos gestos provocarán que la cabeza del radio sea impulsada
hacia atrás (posterior) respecto al cúbito, y de la misma forma, el radio
ascenderá debido a la orientación del plano articular de la articulación
radiocubital superior. Los movimientos de la cabeza del radio en la
articulación radio-cubital superior provocarán una compresión del menisco
sinovial intraarticular húmero-radial, que será fuente de dolor para el sujeto,
y un estiramiento del ligamento lateral externo, disminuyendo el valgo
fisiológico.
OBJETIVOS
Los objetivos de la técnica de thrust para la disfunción posterior de la
cabeza radial serán:
a) Anteriorizar la cabeza del radio.
b) Normalizar la posición de la cabeza del radio
respecto al cúbito.
c) Recuperar la normalidad del tono del músculo supinador corto.
d) Recuperar el tono del músculo braquial anterior y tríceps.
EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA
La evaluación diagnóstica de la posterioridad de la cabeza radial se basa
en las siguientes pruebas:
· Inspección: Se
observará una disminución del valgo fisiológico en el codo lesional, así como
la pérdida de los últimos grados de extensión.
· Palpación: La cabeza
del radio se encontrará ligeramente más posterior. El sujeto presentará dolor
en la interlínea articular externa, por el estiramiento del ligamento lateral
externo, y presentará dolor a la palpación de la región externa del antebrazo
por el espasmo del músculo supinador corto.
· Test de Movilidad: Como
consecuencia de la restricción al deslizamiento anterior de la cabeza radial,
encontraremos limitación hacia la supinación y la extensión (al final del
movimiento). El test para la articulación radio-cubital superior se realiza con
el paciente sentado, codo flexionado a 90º. El terapeuta coloca una mano sobre
el olecranón del sujeto, manteniendo el codo contra su cuerpo, y con la otra
mano moviliza la cabeza radial antero-posteriormente, en el caso de cabeza
radial posterior, ésta no se deslizaría hacia anterior.
· Test Muscular: Se
producirá una debilidad del músculo supinador corto, que se evaluará con el
sujeto sentado; el brazo lesional con el codo flexionado a 90º y antebrazo en
posición neutra, el terapeuta de pie del lado homolateral del paciente, con una
mano toma el codo del paciente para que pueda reposar y con la otra sujeta el
antebrazo del sujeto por la parte distal, le pide al sujeto que lleve la mano
hacia arriba mientras el terapeuta se opone al movimiento. Se producirá
debilidad del músculo braquial anterior, que se evaluará con el sujeto sentado
hombro flexionado entre los 45º y los 90º, codo flexionado 90º y antebrazo en
equilibrio; el terapeuta del lado homolateral, sostiene el brazo (por debajo
del codo), le pide al sujeto que lleve la mano hacia la cara, mientras que la
otra mano resiste el movimiento en la parte distal del antebrazo. Igualmente
podemos encontrar debilidad del músculo tríceps; para evaluarlo el sujeto se
coloca en decúbito prono, con el hombro a evaluar en abducción de 90º,
antebrazo flexionado y colgando de la mesa de evaluación; el terapeuta se
coloca del lado lesional y sostiene el brazo por debajo del codo, la otra mano
la coloca en la región distal del antebrazo para resistir el movimiento que se
solicita al sujeto, la extensión de codo.
· Radiología: En la
radiología convencional se observa una apariencia normal, y la IRM se considera
una herramienta fiable para determinar el diagnóstico de inflamación crónica de
la región externa del brazo, aunque no correlaciona ésta con los síntomas, por
lo que se cuestiona la validez de dicha prueba para evaluar la inflamación
epicondílea lateral.
· Pruebas Ortopédicas: Se
deben realizar para diagnosticar la patología asociada a desequilibrios
musculares que se pueden dar junto a la disfunción de cabeza del radio
posterior; algunas de estas pruebas son la de compresión del músculo supinador,
prueba de Mill y prueba de Cozen.
BENEFICIOS / INDICACIONES
La técnica de thrust para la disfunción de cabeza de radio posterior con
contacto indexial, está indicada en caso de que los test de movilidad muestren
que no es posible anteriorizar la cabeza del radio, y esto se acompañe de la
limitación de movilidad en los últimos grados de la extensión y supinación. La
radiología convencional no debe mostrar signos de fracturas, ni luxación de la
cabeza radial.
RIESGOS / CONTRAINDICACIONES
a) Tumores.
b) Fracturas recientes.
c) Luxación de la cabeza del radio.
d) Enfermedades infecciosas.
e) Fragilidad de los tejidos, tras cirugía reciente, cicatrices no
consolidadas, etc.
f) Rechazo del paciente al procedimiento.
DESCRIPCIÓN DEL PROCEDIMIENTO
Se debe tomar un contacto directo sobre la parte posterior de la cabeza
del radio, reducir el slack y realizar un impulso en dirección anterior para
reducir la lesión de posterioridad de la cabeza radial.
PRECAUCIONES
Con objeto de orientar el impulso en el plano articular y estabilizar la
posición, el terapeuta debe mantener el codo del brazo que manipula, más bajo
que el contacto indexial, mientras que el otro brazo del terapeuta (el brazo
que no ejecuta la técnica) debe mantener la rotación externa gleno-humeral del
paciente.
CONCLUSIONES
La disfunción osteopática de cabeza de radio posterior y las tensiones musculares que se provocan pueden ser causantes de patologías con una elevada prevalencia en la sociedad, y un elevado absentismo laboral en la población activa, con el coste económico que ello conlleva. El acertado diagnóstico y la ejecución correcta de la técnica propuesta en este trabajo para esta disfunción osteopática, en ausencia de contraindicaciones, permitirá restaurar la correcta movilidad en la articulación radio-cubital superior eliminando las restricciones y sintomatología que esta lesión provoca. La aplicación de la técnica de thrust para la disfunción de cabeza del radio posterior ofrece beneficios, pero tiene riesgos conocidos que deberían considerarse en la terapia osteopática de los pacientes en la clínica diaria.
RECUERDEN;
Dentro de la osteopatía no
entendemos de enfermedades ni lesiones como tal y por tanto no las tratamos, de
lo que hablamos es de alteraciones estructurales o problemas de restricciones
de movilidad o funcionales en el cuerpo que son las bases de la Osteopatía y
este no es un caso distinto a otros tantos en los que ayudamos a la gente con
sus problemas.
Un estudio biomecánico
profundo por parte del Osteópata, podrá determinar el origen de dicho dolor, y
aplicando las correcciones osteopáticas oportunas, eliminar o mitigar los
dolores en el peor de los casos, siempre que la estructura sea el origen de la
causa.
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