martes, 2 de agosto de 2022

SIETE MITOS VERDADEROS Y FALSOS SOBRE LA ALIMENTACIÓN

 


¿Hay que tomar fruta entre horas o después de comer? ¿se debe hacer cinco comidas al día?

Hoy desmontamos algunos de los principios alimenticios más aceptados.

Existe nuevas tendencias que rompen con mitos tradicionales de la nutrición. Por ejemplo, Jesús Domínguez, naturópata y asesor nutricional de Mi Ayuno, ha elaborado una lista con las verdades y falsedades que se siguen muchas veces en la alimentación y que pueden conducir a una alimentación no tan sana como pensamos. Domínguez es el promotor del programa Mi Ayuno, que ofrece seis días de ayuno y senderismo en un entorno ideal para la desconexión. Este programa tiene como objetivo depurar el organismo, encontrar el bienestar general, rehidratar la piel, reducir el estrés, cargar las pilas, ayuda a dejar de fumar... Además, se combina con otras actividades y servicios que aportan una alimentación sana y un descanso óptimo, lo que favorece la depuración del organismo, por dentro y por fuera.

1. Hay que comer 5 veces al día: Falso. ¿Desde cuándo y dónde en el mundo el hombre puede comer cinco veces al día? La respuesta desmonta el mito de comer cinco veces al día. Hay que tener en cuenta que esta afirmación refuerza la tendencia moderna (en el primer mundo) de basar la ingesta calórica en alimentos con una alto contenido en hidratos de carbono refinados (cereales) y lácteos, alimentos que no provocan sensación de saciedad pero hacen subir muy rápido los niveles de glucosa en sangre. Estudios recientes afirman que comer de dos a tres veces al día o incluso una vez al día actúa de modo muy beneficioso sobre el bienestar digestivo y la calidad de vida de la persona.

 

2. La grasa engorda. Falso. Los alimentos ricos en grasa como el pescado, el aceite de oliva o la carne de calidad son fundamentales para el bienestar de la persona ya que, por un lado, aportan grasas de calidad fundamentales para favorecer el funcionamiento hormonal de la persona (hormonas esteroideas) y, por otro lado, para reparar y mantener estructuras como las membranas celulares, especialmente en el cerebro, en los ojos y en los nervios que son tejidos eminentemente grasos.

 

Además, las grasas como los hidratos de carbono son la fuente principal de calorías en la dieta pero, a diferencia de los primeros, las grasas producen sensación de saciedad y, por lo tanto, actúan como reguladores del equilibrio hambre-saciedad.

 

3. Hay que comer antes de hacer deporte. Falso. Estudios científicos demuestran que moverse con niveles bajos de glucosa en sangre es más fácil (neurológicamente hablando) que con niveles altos de glucosa en sangre (después de comer). Además, hacer deporte en ayunas o ayuno estratégico (3,5 horas o más después de la última ingesta de alimento sólido) favorece la activación de los mecanismos que favorecen la transformación de grasa en energía y, por lo tanto, regulan el peso, pero sobre todo garantizan una mejor calidad muscular. Esta consideración merece algunas precisiones si hablamos de deporte de larga duración o a nivel profesional.

 

4. Es bueno cenar fruta. Falso. Hay dos argumentos que desmontan que una cena óptima o ligera a base de fruta sea una buena opción. El primero es que el proceso digestivo de la fruta es una fermentación que, dado el alto contenido en azúcares de la fruta produce ciertas cantidades de alcohol que durante la noche condicionan una disminución de la capacidad de desintoxicación del hígado. El segundo argumento es más energético: según la medicina tradicional china, el cuerpo por la noche debe tener calor dentro y la fruta enfría (por su naturaleza) el estómago, provocando en muchos casos sensación de hinchazón abdominal (justo después de comer). Esta situación es especialmente frecuente en personas con una baja capacidad de producir ácido clorhídrico en el estómago o aquellos que toman regularmente antiácidos.

La fruta puede provocar por la noche hinchazón abdominal

5. La fruta se come después de las comidas. Falso. Comer fruta después de las comidas hace que el estómago se vacíe antes de completar su parte del proceso digestivo de la proteína y de las grasas, con lo que éstas pasan menos digeridas al intestino delgado aumentando el trabajo a realizar por los enzimas pancreáticos y las sales biliares, y en la mayoría de casos condicionando procesos digestivos parciales que favorecen la presencia de procesos de fermentación y/o putrefacción intestinales.

 

Esto se debe a que el estómago permanece cerrado el tiempo que necesita estar en el estómago el último alimento ingerido. El ejemplo que ilustra este hecho es el que se da en grandes comilonas comunitarias, como por ejemplo, bodas y bautizos, en las que se incluye un sorbete a media comida para favorecer que el estómago se vacíe y que así se pueda seguir comiendo. Lo que es desde el punto de vista digestivo una atrocidad, condicionando un proceso digestivo muy pesado que todos hemos experimentado en un momento u otro de nuestra vida.

 

6. El azúcar da energía. Verdadero. El asesor nutricional comenta que esta afirmación es cierta pero con matices: es cierto que el azúcar o los azúcares dan energía ya que se absorben muy rápidamente y aumentan los niveles de glucosa circulante fácilmente, transformable en energía a nivel celular. Lo que sucede es que esta energía se consume muy rápidamente y en ese momento volvemos a tener sensación de hambre.

 

Por otro lado, el exceso de glucosa en sangre es tóxico y la glucosa que no se transforma en energía en el momento es llevada por la insulina al hígado para ser transformada en grasa que se acumula primero en el hígado y luego en los adipocitos. Si este fenómeno se mantiene en el tiempo, condiciona evidentemente obesidad pero también fatiga en el páncreas y posteriormente diabetes porque cada vez es necesaria más insulina para conseguir el mismo efecto. Este fenómeno se conoce como resistencia a la insulina y está en el origen de la mayoría de enfermedades modernas.

 

7. La leche es buena. Falso. No hay ningún estudio científico formal que demuestre los beneficios de la leche más allá de la época de la lactancia en los mamíferos. Jesús Domínguez comenta que «no es el momento de hablar de los perjuicios de la leche pero sí que habría que hacer una reflexión acerca del aumento progresivo de consumo de lácteos en la población del primer mundo y, sin prohibirlos, sí evitar su consumo excesivo, especialmente en ciertas fases de la vida».

LA OSTEOPATIA Y LOS EFECTOS DE LA TÉCNICA DE LIBERACIÓN POR PRESIÓN DEL PUNTO GATILLO MIOFASCIAL LATENTE DEL MUSCULO TRAPECIO SUPERIOR

 



Miguel Ângelo Ferreira Faria (PT, DO)

Francisco Bautista Aguirre (PT, DO, PhD)

ENSAYO CLÍNICO ALEATORIO CONTROLADO

Del 24 de julio de 2015

Introducción: Los puntos gatillo miofasciales latentes (PGML) son responsables de dolor intenso y espontáneo. La cervicalgia mecánica no traumática se caracteriza por la presencia de hiperalgesia a la presión en la columna cervical, la cual afecta de igual manera a los músculos cervicales, como trapecios superiores, puesto que estos músculos reciben su inervación de los niveles C2-C4.

Objetivo: Conocer los efectos inmediatos de la técnica deliberación por presión del PGML del trapecio superior en el umbral de dolor a la presión (UDP) de este músculo,así como del músculo angular del omoplato, del nervio occipital mayor (NOM), del nervio supra-orbitario (V1) y de las apófisis articulares de C3-C4 bilateralmente, y en la amplitud del movimiento activo cervical (AMAC).

Material y métodos: Sesenta sujetos diagnosticados de PGML en las fibras más antero-superiores del músculo trapecio superior fueron incluidos en el estudio. Los valores del UDP (umbral de dolor a la presión), se midieron bilateralmente en trapecio superior,angular del omoplato, NOM (nervio occipital mayor), V1 (nervio supra-orbitario ), y apófisis articulares de C3-C4 mediante un algómetro digital. La AMAC (amplitud del movimiento activo cervical), en flexión, extensión, latero-flexión homolateral, latero-flexión contralateral, rotación homolateral y rotación contra lateral se midieron con un inclinómetro de burbuja. Al grupo intervención se le aplicó la técnica de liberación del PGM, y al grupo control se le aplicó una técnica placebo con ultra-sonidos sin intensidad.

Resultados: Los resultados obtenidos demuestran que la técnica de liberación por presión del PGML del trapecio superior es efectiva en el aumento del UDP en este músculo inmediatamente después de su aplicación (p<0,01). Se verificó, además, que el aumento del UDP en el trapecio superior, tras la liberación del PGML, fue acompañado de un aumento simultáneo del UDP en el trapecio superior contralateral, así como en el músculo angular del omoplato bilateralmente, NOM(nervio occipital mayor) bilateralmente, apófisis articulares de C3-C4 bilateralmente y V1 (nervio supra-orbitario) homolateral. En ambos grupos se verificó un incremento significativo de la AMAC (amplitud del movimiento activo cervical), (p<0,01). Sin embargo, en el grupo de intervención este aumento fue significativamente superior, lo que del punto de vista clínico puede ser bastante relevante.

Conclusiones: La técnica de liberación por presión en el PGML del trapecio superior es una técnica útil en osteopatía, siendo efectiva en el aumento del UDP y de la AMAC ((amplitud del movimiento activo cervical), inmediatamente después de su aplicación.

INTRODUCCIÓN

Los puntos gatillo miofasciales latentes (PGML), que generalmente originan una disfunción motora (con rigidez y limitación de la movilidad articular), sin dolor espontáneo, son mucho más comunes que los puntos gatillo miofasciales activos (PGMA), responsables de dolor más intenso y espontáneo. Los puntos gatillo miofasciales (PGM) pueden afectar cualquier, y a menudo, a varios músculos, siendo una causa importante y compleja de dolor del aparato musculoesquelético.

Actualmente existen diferentes técnicas que se usan en el tratamiento del síndrome de dolor miofascial cuya evidencia científica no ha sido estudiada de forma correcta, lo que es de suma importancia a la hora de elaborar un protocolo de tratamiento en osteopatía.

El síndrome del dolor miofascial es un dolor musculoesquelético no articular muy común, caracterizado por la presencia de uno o más PGM. Los PGM ejercen una profunda pero impredecible influencia sobre la función motora. Los PGM pueden inhibir o excitar la actividad motora normal en su músculo de origen o en músculos relacionados funcionalmente, alterando de igual manera la

función motora. La inhibición muscular es muchas veces diagnosticada clínicamente como debilidad muscular, por lo que el tratamiento se foca frecuentemente en ejercicios de fortalecimiento que apenas aumentan una sustitución muscular anormal hasta que se inactiven los PGM causadores de la inhibición. De hecho, los PGML en los rotadores escapulares alteran el patrón de activación muscular de este grupo muscular, así como de músculos más distales de la cadena muscular del hombro. El tratamiento para inhibir estos PGML normaliza el patrón de activación muscular, por lo que la osteopatía deberá incluir en su protocolo de tratamiento técnicas direccionadas a la inhibición de los PGM.

Un PGM en un musculo que cruce una articulación disminuye su rango de movimiento, mientras que la banda tensa del PGM ejerce una compresión continua sobre esa articulación. Los tejidos blandos que rodean la articulación, una vez que no suportan tensión o compresión crónicas, responden con un aumento de la sensibilidad. Cuando están suficientemente sensibilizadas, estas estructuras envían continuamente aferencias nociceptivas para el sistema nervioso central, que responde con aún más activación del PGM, que a su vez aumenta la tensión muscular. Este cicló de feedback positivo agrava por su vez el sufrimiento articular. La sobrecarga muscular, sea aguda o crónica, inicia la liberación excesiva de acetilcolina, la cual provoca una crisis energética local que contribuye para las características clínicas de los PGM2.

La distinción clínica viene siendo sustanciada por diferencias histoquímicas, una vez que los PGMA presentan mayores concentraciones de mediadores químicos (bradicinina, sustancia P y serotonina), comparados con PGM latentes.

Sujetos con PGMA en trapecio superior presentan, además, niveles elevados de estos bioquímicos en músculos lejanos y no afectados, lo que sugiere que estas alteraciones no se limitan a las áreas localizadas sobre los PGM.

Las disfunciones articulares cervicales pueden ser factores perpetuantes de los PGM localizados en los músculos cuya inervación proviene de esos segmentos, un fenómeno conocido en osteopatía como facilitación medular. Existe evidencia científica de que la cervicalgia mecánica no traumática se caracteriza por la presencia de hiperalgesia a la presión en la columna cervical, lo que probablemente reflecte una sensibilización nociceptiva periférica. Esta hiperalgesia no se limita apenas a las articulaciones C2-C6, afectando de igual manera a los músculos cervicales (como trapecios superiores), puesto que estos músculos reciben su inervación de los niveles C2-C4. De igual manera, los pacientes con cervicalgia mecánica crónica presentan hiperalgia en el territorio del trigémino, lo que demuestra la existencia de un proceso de sensibilización del núcleo trigémino-cervical. El eje trigémino-tálamo-cortical recibe aferencias del núcleo trigémino-cervical, que a su vez las envía a través del tronco encefálico para el núcleo ventral posterior del tálamo y finalmente para el córtex somatosensorial primario, por lo que el proceso de sensibilización (o neuroplasticidad) puede ser aún más importante. De hecho, fueron ya identificadas diferencias morfológicas específicas en el cerebro y tronco cerebral entre sujetos con y sin dolor crónico. Estas alteraciones se relacionan con diferencias anormales en el volumen en áreas asociadas con las componentes sensorial y afectiva del procesamiento del dolor, incluyendo partes del sistema trigémino-tálamo-cortical y límbico. El dolor crónico envuelve no solo el sistema sensorial sino también el sistema afectivo.

Travell y Simons recomiendan el uso de la técnica de liberación por presión del PGM en alternativa la técnica de compresión isquémica.

Según estos autores, la evidencia clínica y la naturaleza de los PGM indican que para su inhibición no es necesario ejercer suficiente presión como para producir isquemia. Una vez que el centro del PGM ya se encuentra sufriendo de hipoxia severa, se supone que una isquemia adicional pueda no ser benéfica.

Existen multitud de técnicas, algunas de las ellas utilizadas en osteopatía, cuya efectividad viene siendo comprobada por varios estudios, como sean: compresión isquémica, técnica de Jones (strain/counterstrain), técnica neuromuscular, estiramientos pasivos, musculo energía, manipulacions cervicales, spray con estiramiento, y técnica de inhibición neuromuscular integrada (combinación de musculo energía, compresión isquémica y strain/counterstrain). Técnicas invasivas, como la punción seca profunda (deep dry needling), o superficial (superficial dry needling), y la inyección local de corticoide o anestésico, vienen siendo cada vez más utilizadas con buenos resultados para la desactivación de PGM.

OBJETIVO DEL ESTUDIO

El objetivo de este estudio es investigar los efectos inmediatos de la técnica de liberación por presión del PGML del trapecio superior en el UDP en este músculo, así como del músculo angular del omoplato, del NOM, del nervio supra-orbitario (V1) y de las apófisis articulares de C3-C4, y en la AMAC.

MATERIAL Y MÉTODOS

Diseño

Estudio ensayo clínico, controlado, aleatorizado y enmascarado.

Sujetos

Se estudiaron voluntarios reclutados entre funcionarios de la “Unidade Local de Saúde do Alto Minho – ULSAM” y pacientes de la consulta de osteopatía de la “Clínica das Mimosas”, en la ciudad de Viana do Castelo. El tamaño de la muestra se calculó con el programa Ene 3.0 (Universidad Autónoma de Barcelona & Glaxo Smith Kline). Este estudio fue aprobado por el comité de ética en investigación clínica de la SEFO y se adecua a la Declaración de Helsinki en su última revisión.

Criterios de inclusión

Pacientes de ambos los sexos, con edades comprendidas entre los 18 y 65 años, que hubieran sufrido por lo menos un episodio de cervicalgia grado I o grados II en los últimos 3 meses, diagnosticados de PGML en las fibras más antero-superiores del músculo trapecio superior, y que hayan firmado la hoja de consentimiento informado.

Criterios de exclusión

Traumatismo agudo sobre el cuello, especialmente síndrome de latigazo cervical, diagnóstico de fibromialgia, indicios de radiculopatía o mielopatía o de patología grave (infección, inflamación o fractura), haber recibido cualquier otro tipo de tratamiento manual previo al estudio, enfermedad psiquiátrica o neurológica, medicación (AINE u otra) capaz de alterar los resultados en la semana anterior al estudio, trastornos de coagulación o medicación anticoagulante.

Procedimiento de actuación

Una vez determinada la existencia del PGML en el trapecio superior por un fisioterapeuta y osteópata con más de 6 años de experiencia en el manejo de pacientes con síndrome de dolor miofascial, se procedió a la marcación del mismo con un rotulador.

Si el paciente era diagnosticado con PGML en ambos trapecios, el PGM más sensible era elegido para el estudio. Se realizaron tres mediciones consecutivas del umbral de dolor a la presión con 30 segundos de intervalo, siendo posteriormente calculada su media aritmética. El mismo procedimiento fue aplicado para la medición de la AMAC.

EVALUACIÓN

Musculo trapecio superior y angular del omoplato. Se coloca la punta del algómetro perpendicularmente sobre el PGM, comenzando la aplicación de presión a razón de 1 kg/seg. hasta el momento en el que el paciente comienza a sentir una molestia. En ese momento se detiene la aplicación de presión y se anota el registro que marca el algómetro y se pide al paciente que recuerde esa sensación para las mediciones siguientes.

El paciente se encuentra sentado con sus antebrazos soportados sobre sus muslos. El UDP del angular del omoplato fue medido 2 cm superior al ángulo superior del omoplato.

Nervio occipital mayor.

El paciente se encuentra sentado con la cabeza ligeramente flexionada. El nervio occipital mayor (NOM), se encuentra medial a la arteria occipital, bilateralmente, donde también se puede localizar a través de la pulsación de la arteria.

El investigador utilizando el algómetro con su mano derecha estabiliza la cabeza del paciente en la región frontal, evitando así cualquier movimiento de cabeza.

Apófisis articulares de C3-C4.

Para la determinación del UDP en las apófisis articulares de C3-C4 la posición del paciente fue idéntica a la descrita anteriormente. Como referencias anatómicas se tomaron las espinosas de C3 y C4.

Nervio supra-orbitario

Para la medición del UDP a la presión en este punto el paciente permaneció sentado dándose un apoyo en la región occipital con la mano izquierda para estabilización de la cabeza.

Medición de la AMAC

Para la medición de la flexo-extensión y latero-flexión el paciente permaneció sentado en una silla con sus antebrazos reposando sobre sus muslos. Para las rotaciones el paciente permaneció en supino sobre una camilla de tratamiento.

El orden de medición fue: flexión, extensión, latero-flexión derecha, latero-flexión izquierda, rotación derecha, rotación izquierda. Se permitió a cada paciente por lo menos dos ciclos de entrenamiento en cada uno de los movimientos a testar. Cada movimiento fue suavemente conducido por el examinador hasta alcanzar el fin del movimiento activo o hasta que el dolor evitara continuar el movimiento.

Para la medición de la flexo-extensión el inclinómetro se colocó firmemente sobre la sutura sagital, para la latero-flexión sobre la sutura coronal y para las rotaciones sobre las eminencias frontales.

Las mediciones de algometría post-tratamiento se realizaron a los dos minutos30.

Intervención

Posteriormente a la medición del UDP y de la AMAC pretratamiento, el osteópata realizaba al grupo intervención la técnica de liberación por presión del PGM o la técnica placebo al grupo control aplicando ultra-sonidos marca SONOPULS 590 marca ENRAF NONIUS®.

DISCUSIÓN

Los resultados demuestran la efectividad inmediata de la técnica de liberación por presión del PGML del trapecio superior en la disminución del dolor en este punto (aumento del UDP). Este aumento del UDP tras la liberación del PGML, fue además acompañado de un aumento simultáneo del UDP en todos los puntos restantes excepto en V1 contralateral.

El hecho de que el UDP haya aumentado tanto en C3-C4 como en trapecio superior y angular del omoplato bilateralmente, hace sospechar de un proceso de facilitación medular en la metámera C3-C4 de dónde también parte inervación para estos músculos.

La reducción del dolor después de la aplicación de la técnica de inhibición por presión en el PGML puede resultar de una hiperemia local reactiva resultante de un efecto contra irritante, o incluso debido a un mecanismo espinal reflejo que tenga como resultado la relajación del musculo envuelto.

Según Stecco, cualquier alteración en las fibras ascendentes del trapecio que se extienden a la región nucal puede ser compensada en la fascia epicraneal, con la irritación de los terminales nerviosos libres craneales, por lo que la disminución de la tensión fascial resultante de la técnica de liberación del PGML del trapecio superior puede disminuir la irritación de los terminales nerviosos libres, explicando en parte el aumento del UDP en los pontos estudiados.

Otra hipótesis para explicar el efecto terapéutico de la técnica de inhibición por presión viene dada por las respuestas de espasmo local (REL) observadas durante la ejecución de la técnica. Se sabe que la técnica de punción seca depende en grande medida en la obtención de REL desencadenadas por la aguja. De este modo, una vez que durante la ejecución de la técnica de liberación por presión son desencadenades REL, parece lógico pensar en un mecanismo terapéutico análogo. Las REL fueron también observadas en otro estudio durante el masaje de fricción. Estas propuestas son aun especulativas y más investigaciones son necesarias para clarificar los mecanismos terapéuticos.

En el grupo control se verificó una respuesta inversa, una vez que en el pos tratamiento se verificó una disminución significativa en los valores de UDP (más dolor) en todos los puntos testados, con excepción del NOM contralateral.

Esta disminución en el UDP observada en el grupo control puede deberse a una sensibilización de los nociceptores por la sobre estimulación llevada a cabo por las mediciones

repetidas sobre un mismo punto, algo observado también por otros investigadores.

La comparación inter-grupal de los cambios en las medias del UDP pre y pos tratamiento demostró diferencias significativas en todos los puntos testados, lo que evidencia que el grupo de intervención obtuvo una mejoría del dolor significativamente superior al grupo control en todos los puntos de medición del UDP.

Los resultados pos tratamiento de la AMAC demostraron que ambos grupos obtuvieron mejoras significativas en todos los movimientos testados. Además, cuando se realizó una comparación entre los dos grupos de las mejorías obtenidas, se verificó que la AMAC aumentó significativamente más en el grupo de intervención en todos los movimientos excepto en la flexión homolateral, en la cual no se encontraron diferencias significativas. El aumento en la AMAC encontrada en el grupo control puede deberse a que las mediciones repetidas hayan resultado en una relajación muscular debido al estiramiento. Estos resultados parecen indicar que, desde el punto de vista clínico, el grupo de intervención obtuvo una respuesta mucho más favorable. En algunos estudiós apenas se evaluó la latero-flexión contralateral, por lo que se hace difícil la comparación de resultados34.

Aunque el modo de aplicación sea ligeramente diferente, la técnica de tratamiento utilizada en este estudio se aproxima enormemente de la técnica conocida como strain counterstrain. Esta técnica de tratamiento de la disfunción somática fue desarrollada por Lawrence Jones DO para “alivio del dolor mediante la reducción y cesación de la actividad inapropiada de los propioceptores que mantienen la disfunción somática”. Los puntos sensibles miofasciales palpables descritos por Jones son, en cierta medida, semejantes a los PGM. El hecho de Jones de describir una palpación del punto durante la ejecución de la técnica como forma de monitorizar la disminución de la tensión en el mismo, y el tiempo de aplicación de 90 segundos, hace que las dos técnicas, strain/counterstrain y la técnica de liberación miofascial utilizada en este estudio, sean aún más comparables. Siendo el huso neuromuscular la fuente de la lesión osteopática, las técnicas de tratamiento visan disminuir la frecuencia de descarga del sistema gamma responsable de la contracción crónica intrafusal con el fin de restaurar la movilidad articular.

CONCLUSIONES

Los resultados de este estudio se acercan a los resultados del estudio piloto previamente realizado y demuestran que la técnica de liberación por presión del PGML del trapecio superior es una técnica que debe ser incluida en el tratamiento de osteopatía, puede ser efectiva en el aumento del UDP en este músculo inmediatamente después de su aplicación. Se verificó que el aumento del UDP en trapecio superior, tras la inhibición de su PGML, fue acompañado de un aumento simultáneo del UDP en el trapecio superior contralateral, así como en el músculo angular del omoplato bilateralmente, NOM bilateralmente, apófisis articulares de C3-C4 bilateralmente y de V1 homolateral. Estos resultados sugieren un cierto grado de facilitación medular en la metámera C3-C4 de dónde el trapecio también recibe su inervación, asociada a una sensibilización en el territorio del trigémino. En ambos grupos se verificó un incremento significativo en la AMAC. Sin embargo, en el grupo de intervención este aumento fue significativamente superior, lo que del punto de vista clínico puede ser bastante relevante.

RECUERDEN;

Dentro de la osteopatía no entendemos de enfermedades ni lesiones como tal y por tanto no las tratamos, de lo que hablamos es de alteraciones estructurales o problemas de restricciones de movilidad o funcionales en el cuerpo que son las bases de la Osteopatía y este no es un caso distinto a otros tantos en los que ayudamos a la gente con sus problemas.

Un estudio biomecánico profundo por parte del Osteópata, podrá determinar el origen de dicho dolor, y aplicando las correcciones osteopáticas oportunas, eliminar o mitigar los dolores en el peor de los casos, siempre que la estructura sea el origen de la causa.

LA ENFERMEDAD DE LA BOFETADA

 



Por el Dr. Jorge Manresa

Con este nombre tan descriptivo de “enfermedad de la bofetada” se conoce coloquialmente a una enfermedad infantil producida por un virus cuyo síntoma inicial más evidente, hace que nuestro hijo presente unas mejillas enrojecidas como si hubiera recibido un bofetón o cachete.

En este artículo vamos a descubrir a que se debe esta enfermedad, como se manifiesta, cual es su tratamiento y si los medicamentos homeopáticos pueden ser de utilidad a la hora de tratarla.

Quién la produce

El megaloeritema o eritema infeccioso, también llamado “quinta enfermedad” por qué solía encontrarse en quinto lugar en el listado de patologías que causan erupciones cutáneas infantiles (sarampión, rubeola, varicela…), es una patología infecciosa, benigna pero contagiosa, que está producida por un virus, el parvovirus B19.

El parvovirus B19 es un virus exclusivamente humano muy contagioso. Para aquellos que tienen mascotas una curiosidad. El B19 es un parvovirus diferente del que afecta a perros y gatos, por lo que no es posible el contagio de animal a humano y viceversa.

Se presenta principalmente a los niños en edad preescolar o escolar, aunque puede aparecer a cualquier edad y preferentemente en primavera. Se calcula que la mitad de los adultos han pasado la infección por este virus, pero la mayoría de ellos no lo recuerdan. Aproximadamente el 20% de las personas que se contagian por el virus no presentan síntomas.

Se contagia fundamentalmente como ya conocemos de los virus respiratorios, por contacto con las secreciones procedentes de la nariz, boca o garganta de una persona infectada debido a las ahora conocidas por todos gotitas que se expelen al hablar, toser o estornudar. También se puede adquirir por compartir vasos o cubiertos.

El contagio es más fácil en el período de incubación que suele ser de unos 15 días de media o bien durante el período de catarro. Y como estamos tan informados de las posibilidades de contagio con el Covid 19, saber que la posibilidad de contagiarnos tras un contacto es del 50 % y que una vez que noscontagiemos con el parvovirus B19, adquirimos inmunidad permanente contra él.

Para esta enfermedad no existe vacuna.

Cómo se manifiesta

Tanto durante el período de incubación, que puede durar hasta mes y medio, como en el período catarral en el que los síntomas suelen ser muy leves e inespecíficos, del tipo de un suave catarro, dolor de cabeza, malestar general y a veces febrícula, es cuando es contagioso. Los adolescentes y adultos pueden tener dolores articulares.  

Posteriormente se van atenuando los síntomas generales y aparece una erupción típica en ambas mejillas de color rojo brillante, con el aspecto de haber recibido una bofetada o cachete. Este momento y los días posteriores es cuando el pediatra puede hacer el diagnóstico ya que los síntomas anteriores son muy inespecíficos.

Estas lesiones se suelen extender a las extremidades, el tronco y las nalgas; son rojas, no elevadas y con disposición de aspecto de red, de encaje, como parches. No suele aparecer en las palmas de las manos ni plantas de los pies. El picor, si existe, suele ser leve y el niño en esta fase ya suele encontrarse bien de los síntomas iniciales.

La erupción cutánea, que desaparece simplemente al presionarla, suele durar entre 1-2 semanas, pero para no llevarnos sustos debemos saber que, en ocasiones tras extinguirse, reaparece de forma intermitente durante varias semanas ante la exposición a determinados factores como el calor o el sol.

Cómo se diagnostica

El diagnóstico es en la consulta del pediatra después de una valoración de los síntomas y de las características de la erupción. Salvo alguna situación particular de la que hablaré más adelante, no son necesarios exámenes complementarios.

Cómo se trata

Dada la levedad de los síntomas el tratamiento, si es que se precisa, suele limitarse a la toma de paracetamol para la febrícula o malestar general y un antihistamínico si el picor, no siempre presente, es molesto.

Puede el niño ir al colegio

Como os he comentado, el período de incubación seguido de síntomas catarrales inespecíficos antes de que aparezca la erupción, es el momento en que se puede producir el contagio a otras personas. Tras aparecer la erupción en la piel, se considera

que la enfermedad ya no es contagiosa y el niño puede acudir al colegio si se encuentra bien, siempre tras haber sido valorado por el pediatra.

Dado lo inespecífico de los síntomas iniciales, es difícil controlar la aparición de un brote en el ámbito escolar por lo que se suelen ver en la consulta varios casos durante un mismo período de tiempo.

Aunque se trata de una enfermedad fundamentalmente leve hay personas con enfermedades de base especialmente las inmunodeprimidas en las que producir problemas más serios de salud y en los que se requiere una vigilancia, eventuales exploraciones complementarias y tratamiento.

Es muy importante que los niños enfermos por este virus no tengan contacto con mujeres embarazadas, ya que pueden producirse problemas en el feto e incluso abortos si el contagio se produce durante el primer trimestre.  

Como ya deberíamos haber interiorizado, medidas higiénicas como el lavado frecuente de manos, taparse cuando vamos a toser o estornudar y mantener cierta distancia ante una persona acatarrada, son medidas que disminuirían las posibilidades de contagio de esta y otras muchas enfermedades respiratorias.

Puedo utilizar medicamentos homeopáticos para tratar esta enfermedad

Ya hemos visto que el tratamiento, si se precisa, suele ser leve y de corta duración.

Hay varios medicamentos homeopáticos que nos permitirían tratar tanto los síntomas del período catarral como la erupción cutánea y el picor. Ferrum phosphoricum, Belladona, Rhus toxicodendron o Histaminum son algunos ejemplos de medicamentos útiles para tratar de manera natural las posibles molestias que puedan presentarse.

En cualquier caso, como siempre, lo mejor, aunque difícil en este caso, es la prevención.

Ya saben. Si esta primavera su hijo se despierta una mañana con las mejillas muy rojas después de haber estado acatarrado, lo más probable es que nadie le haya dado un cachete y que se trate de la quinta enfermedad. 

EL EFECTO PLACEBO ¡QUE BUENO ES!


 

Manuel Nuñez

Muchas personas creen que el efecto placebo no es importante. No es extraño que piensen así pues en los estudios científicos el efecto placebo se utiliza para distinguir al medicamento eficaz de una sustancia sin propiedades. 

En los estudios, un grupo de participantes recibe placebo y otro grupo el medicamento o tratamiento que se trata de probar. El medicamento será útil si consigue mejores resultados que el placebo. 

La cuestión es que el placebo siempre consigue un beneficio y que de las muchas sustancias que se prueban solo unas pocas consiguen mejorarlos y convertirse en medicamentos (es decir, mostrar un efecto añadido a su propio efecto placebo). 

El caso es que el placebo consigue mejorar los problemas de salud, no tiene efectos secundarios y es gratis. 

El placebo consigue estimular los recursos del cuerpo para curarse por sí mismo. La doctora Anne Harrington, profesor de historia de la ciencia en la Universidad de Harvard, explica que las imágenes cerebrales y las pruebas analíticas muestran que algo ocurre en el cuerpo cuando se toma un placebo. No es un fenómeno exclusivamente mental. 

Por ejemplo, al tomar una pastilla contra el dolor, sea placebo o no, el cerebro activa la producción de endorfinas. Y, de manera sorprendente, el fenómeno se produce aunque el paciente sepa que la pastilla es de azúcar, como explica el doctor Apkar Vania Apkarian en el artículo El placebo puede ser tan eficaz como los fármacos.

Para aprovechar y potenciar el efecto placebo es necesario estar convencido de que el tratamiento puede ser eficaz. Esto incluye tanto la confianza en la medicina como en la capacidad de respuesta del cuerpo.

También influye, por supuesto, que el médico o terapeuta nos parezcan convincentes. Si el médico no transmite su fé en el medicamento y en las posibilidades del paciente, las posibilidades de mejoría se reducen. De hecho, se puede producir, incluso, un efecto nocebo, la enfermedad puede empeorar. 

Los que se desacreditan las medicinas naturales dicen que si producen un efecto beneficioso es solo por el efecto placebo. No es cierto. Muchas terapias complementarias están respaldadas por estudios científicos. Lo cierto es que el efecto placebo se suma y como las terapias naturales suelen ser agradables y sin efectos secundarios, el impacto es seguramente mayor. 

Cada vez que tomamos una infusión, que recibimos una sesión de acupuntura o seguimos una dieta terapéutica, podemos estar seguros de que se van a poner en marcha los mecanismos de autocuración. Factores que favorecen el efecto placebo son la relajación, el

optimismo y el estar acostumbrado a recibir y reaccionar a los mensajes que envía el cuerpo. 

Forma parte de la medicina natural la idea de que los tratamientos son ayudas y que el organismo, el cuerpomente, es el verdadero protagonista de la curación. Lo explica magistralmente el doctor Pablo Saz en su artículo Cómo potenciar tu salud innata. Como en el caso de Maria, que explica Ramón Soler en su artículo Lo que el efecto placebo te enseña sobre el poder de tu mente: cuando comprendió lo que podía conseguir por sí misma pudo prescindir de los fármacos para controlar su ansiedad.

LA OSTEOPATIA Y LOS EFECTOS DE LA TÉCNICA NEUROMUSCULAR SOBRE LA MUSCULATURA TEMPORAL EN SUJETOS CON DISFUNCIÓN DE LA ATM



Germán Mejías López (PT, DO), María José Núñez Prado (PT, DO).

ESTUDIO PILOTO del 20 de junio 2014;

Introducción: Las disfunciones temporomandibulares (DTM) son un conjunto de síntomas y signos entre los que se encuentran alteraciones de la musculatura masticatoria.

Las disfunciones de la musculatura temporal repercuten de manera importante en dichos desordenes.

Objetivos: Evaluar la influencia inmediata de la técnica neuromuscular a nivel de la musculatura temporal en pacientes

con disfunción temporomandibular (DTM) y observar si se producen modificaciones de aquellos elementos objeto de medición.

Material y métodos: Se realizó un ensayo clínico aleatorizado sobre 10 sujetos, con Grupo Control (GC; n = 5) y Grupo Experimental (GE; n = 5). En el GE se aplicó la técnica neuromuscular (TNM) sobre la musculatura de los temporales mientras que el GC recibió una técnica placebo consistente en la simulación de equilibración funcional de la musculatura temporal utilizando el mismo tiempo que el usado en el GE con la TNM.

Resultados: En el análisis intragrupal del GE se obtuvieron datos estadísticamente significativos con un aumento del umbral de dolor a la presión (UDP) del 109,48 % en el punto gatillo (PG) del masetero derecho (p = 0,043), un 41,52 %  en el PG del temporal derecho (p = 0,015) y un 39,71 % en el PG temporal izquierdo (p = 0,015). En el análisis intergrupal se produjeron diferencias estadísticamente  significativas en las variables UDP en el Temporal derecho (TEMPderecho) (p = 0,005) y en la variable UDPTEMPizquierdo (p = 0,008) obteniéndose un incremento en el  GE. Con respecto al análisis intragrupal del GC hubo una  significancia de un 70 % en la variable UDP del Masetero  derecho (MASderecho) (p = 0,042), y de un 11,84 % en  la variable UDPTEMPderecho (p = 0,043).

Conclusiones: La TNM sobre la musculatura temporal produce un aumento en el UDP de los puntos gatillos (PGs) de los músculos temporales y en el masetero derecho.

INTRODUCCIÓN

Las disfunciones temporomandibulares (DTM) son un conjunto de síntomas y signos que repercuten en la articulación temporomandibular (ATM) y que se presentan  en la musculatura de la cabeza, hombros y masticación.

Estos son dolor de cuello, desviación y limitación mandibular, ruido articular, limitación de la abertura bucal, chasquidos dentales, mala oclusión, stress y puntos triggers miofasciales1-4. Su prevalencia en la población general se estima entre un 5 y 12 %4,5. Otros estudios mencionan que un 33 % de la población manifiesta tener al menos un síntoma ligado a ella, siendo más común en edades que oscilan entre los 20 y 40 años2. En cambio, otros autores hablan que entre un 40 y un 60 % de la población general presenta este tipo de disfunció. Es la causa más común del dolor facial y según The National Institute of Dental and Craniofacial Research, ocasiona unos gastos de, aproximadamente, 4 billones de dólares anuales.

Se puede concluir que está aceptado que las DTM tienen una etiología multifactorial7,9-12 que incluyen stress emocional, traumatismos, patologías musculares, óseas, sobrecarga articular, factores genéticos y psicosociales, edad, mala oclusión y postura, siendo el dolor de los músculos temporales el síntoma más común. Los músculos temporales y sus puntos trigger, comúnmente se encuentran en disfunción y activados en pacientes con DTM y su patrón de dolor se extiende hacia la articulación temporomandibular.

El punto gatillo miofascial (PGM) es definido por Travell y Simons, como una zona hiperirritable de especial sensibilidad a la palpación que se localiza en diversas partes del músculo y que produce dolor local y dolor referido,  según unos patrones concretos. Puede causar dolor, fenómenos autonómicos y disfunción motora, no solo localmente, sino también distalmente (dolor referido) en un área concreta que es específica y característica de cada músculo. Muchas terapias manuales, como la inducción miofascial, varios tipos de stretching, masajes más o menos profundos, compresiones progresivas, así como técnicas funcionales, neuromusculares y manipulaciones, han sido ampliamente utilizadas por osteópatas, quirprácticos y fisioterapeutas, teniendo como diana el tejido miofascial, con excelentes resultados. Entre estas terapias se encuentra la técnica neuromuscular (TNM).

Tiene por meta producir modificaciones en el tejido disfuncional, estimulando la restauración de la normalidad funcional. Esta técnica se centra, sobre todo, en la desactivación de los puntos gatillo miofasciales, siendo efectiva para el tratamiento de las disfunciones miofasciales.

Permite localizar las induraciones y/o dificultades del deslizamiento dentro de tejido miofascial, que se interpretan como una disminución de las propiedades viscoelásticas de dicho tejido, lo que limita la doble función de filtro iónico y difusión de nutrientes26.

HIPÓTESIS Y OBJETIVOS

Hipótesis

La técnica neuromuscular realizada sobre la musculatura temporal en pacientes con disfunción de la ATM produce cambios en la movilidad cervical, en la ATM y en los  puntos gatillo de los músculos temporales y maseteros.

Objetivos

En relación a la hipótesis desarrollada, nos marcamos como objetivos comprobar si la técnica neuromuscular sobre la musculatura temporal en pacientes con disfunción de la ATM produce cambios en la movilidad cervical.

Además, se comprobará si la realización de la técnica neuromuscular sobre la musculatura temporal en pacientes con disfunción de la ATM produce cambios en el umbral  de dolor a la presión en los PG de los músculos temporales y maseteros.

Nuestro último objetivo será comprobar si la técnica neuromuscular realizada en la musculatura temporal en pacientes con disfunción de la ATM produce cambios en la movilidad de la ATM.

MATERIAL Y MÉTODOS

Diseño del estudio

Estudio experimental, controlado, longitudinal, prospectivo, aleatorizado y enmascarado a doble ciego.

Población de estudio

La población del estudio, constituida por sujetos adultos y de ambos sexos, fue tomada de pacientes que acuden a una consulta privada en Madrid. La muestra total fue de 10 sujetos, todos ellos cumplieron los criterios de inclusión, fueron informados de la realización del estudio a partir de un planteamiento inicial que les fue presentado de la misma manera y todos ellos firmaron el consentimiento informado.

Criterios de selección

Los criterios de inclusión para formar parte del estudio fueron sujetos de ambos sexos que acuden a consulta de osteopatía diagnosticados de DTM según los criterios de Maglione, Helkimo y Criterio Diagnóstico de Investigación en Trastornos Temporomandibulares (CDI/TTM), con edades comprendidas entre los 18 y 65 años, que pudieran tolerar la posición de decúbito y que firmaron el documento de «consentimiento informado» para participar en el estudio.

Los criterios de exclusión fueron haber tomado medicación analgésica, antiinflamatorios, relajantes musculares o antidepresivos en los últimos tres días previos a la intervención del estudio, tener una enfermedad reumática crónica (espondilitis anquilosante, artritis reumatoide, artritis psoriásica, síndrome de Reiter, etc…), haber sufrido fractura mandibular o craneal y estar en tratamiento, padecimiento de patologías degenerativas que imposibiliten el correcto posicionamiento del paciente, sujetos edéntulos de las piezas incisivas centrales(sin dientes), estar embarazada,  presentar un estado post-quirúrgico que afecte a la región  craneomandibular, haber recibido tratamiento osteopático del área de estudio dos meses antes de la inclusión en el  mismo, padecimiento de alguna patología cognitiva que

dificulte la colaboración de los sujetos, presentar patología  cancerígena y/o metastasis actual o estar recibiendo tratamiento con radioterapia y/o quimioterapia.

Muestreo y cálculo del tamaño muestral

Se llevó a cabo un muestreo no probabilístico por conveniencia del estudio seleccionando una muestra de la población elegible, constituida por pacientes que acudieron a la consulta del investigador principal en Madrid (España), que cumplieron los criterios de selección y aceptaron voluntariamente participar en el estudio. Calculamos el tamaño de la muestra mediante el software Granmo v7.12 (Hospital del Mar, Barcelona, España) con estimación en base a la algometría del músculo temporal, para un contraste de medias entre grupos independientes, aceptando un riesgo alfa de 0.05 y un riesgo beta de 0.2 en un contraste bilateral, se precisan 25 sujetos en el primer grupo y 25 en el segundo para detectar una diferencia igual o superior al 21 % en la algometría entre los grupos.

Se asume una desviación estándar común del 25 %. Se ha estimado una tasa de pérdidas de seguimiento del 10 %.

Aleatorización y enmascaramiento

Como estudio piloto, se conformaron dos grupos de 5 sujetos mediante una aleatorización a sobre cerrado, siendo asignados al Grupo Experimental (GE) aquellos sujetos que sacaban el número 1, y al Grupo Control (GC) aquellos sujetos que sacaban el número 2, el sujeto no sabía en ningún momento al grupo que pertenecía. A su vez cada grupo de 5 se dividirá en dominante (D) y no dominante (ND). El evaluador no conocía la pertenencia del sujeto al grupo y no existió ninguna relación entre evaluador e interventor. Por tanto, la técnica de enmascaramiento fue  de doble ciego.

Grupos de estudio

La muestra final fue de 10 sujetos que cumplieron los criterios de inclusión, con una edad media de 35 ± 12,91, dos hombres y ocho mujeres. Se dividieron en 5 sujetos en el GC y 5 en el GE. En el GE se aplicó la TNM sobre la musculatura de los temporales mientras que el GC recibió una técnica placebo consistente en la simulación de equilibración funcional de la musculatura temporal durante el mismo tiempo que en el GE.

Protocolo del estudio

En todos los sujetos se llevó a cabo el mismo procedimiento. Primeramente, el sujeto recibió la hoja de información del estudio, firmó el consentimiento informado y se inició la recogida de datos, donde se verificaron los criterios de inclusión y exclusión, y la asignación del grupo. A continuación, se realizaron las mediciones preintervención de todas la variables. Posteriormente, se procedió a la aplicación de las intervenciones a cada uno de los grupos de estudio. En el GE se realizó sobre la musculatura temporal la TNM europea con pulgar (De Lief ). El GC recibió una técnica placebo mediante una maniobra de simulación de equilibración funcional a nivel de la musculatura temporal. Para finalizar, se llevaron a cabo las mediciones postintervención de todos los sujetos.

Todas las evaluaciones de las variables fueron realizadas antes e inmediatamente después de la intervención (pre-post) por osteópatas experimentados, distintos de quien aplicaba las intervenciones, los cuales desconocían la distribución de los pacientes en los grupos de estudio.

Variables de la investigación

Se recogieron datos correspondientes a edad, género, peso, altura, lado dominante (aplauso y escritura), CDI/TTM y Criterios de Helkimo. Las variables inclinométricas (Flexión, Extensión, Rotación Derecha e Izquierda, Lateroflexión Derecha e Izquierda), algométricas (UDP de masetero derecho e izquierdo, UDP de temporal derecho e izquierdo) y con pie de rey (abertura, diducción derecha e izquierda) se midieron como variables dependientes.

Todas estas variables se evaluaron preintervención e inmediatamente tras la aplicación de las técnicas.

Evaluaciones

Las mediciones se realizaron en una sala dotada de una camilla de exploración, con temperatura estable entre 18 y 21 ºC, sin ruidos molestos y con iluminación difusa.

Se llevó a cabo la medición de las variables antropométricas, de movilidad de la columna cervical, del umbral e dolor a la presión y de la abertura y diducciones mandibulares.

Medición de las variables antropométricas. Para establecer las características descriptivas basales de la muestra, evaluamos en una única ocasión las variables de antropométricas de clasificación muestral, las cuales fueron consignadas en una hoja de recogida de datos: nombre, edad, peso corporal y la talla de los pacientes, estos últimos con una Báscula médica electrónica (Seca 703, Seca, Hamburgo, Alemania).

Medición de la movilidad cervical. Para esta medición se utilizó un inclinómetro CROM®, que tiene las mejores calificaciones tanto en aspectos inclinimétricos como la reproducibilidad, validez y sensibilidad. Se realizó un protocolo de actuación a la hora de las medidas pre y post-intervención de los seis parámetros del movimiento cervical activo. La cabeza y cuello en posición neutra al comienzo de cada medición. El sujeto se colocaba sentado. Se le solicitaba mantener el tronco en una posición relajada. Se colocó el inclinómetro en la cabeza del paciente y se realizó el protocolo de evaluación cervical registrando de forma secuencial los movimientos de flexo-extensión, lateroflexión izquierda y derecha y por último la rotación izquierda y derecha. Se indicó al sujeto que realizara los movimientos «tan lejos como pueda hasta que sienta tirantez o molestia». Cada movimiento se repitió tres veces consecutivas y se calculó la media aritmética de las tres mediciones.

RESULTADOS

Como podemos observar se produjeron cambios significativos en los músculos objeto de estudio, lo que hace pensar que la TNM es una técnica terapéutica eficaz para el tratamiento de los PGs musculares. Langevin y cols, afirmaron que el tejido conectivo laxo está formado principalmente por fibroblastos, los cuales tienen capacidad de mecanotransducción, es decir, capacidad de percibir e interpretar estímulos mecánicos y modificar su citoesqueleto en respuesta a cargas mecánicas, como las aplicadas en las técnicas manuales. Simmonds, señalaronque las terapias manuales aplicadas sobre el tejido conectivo se utilizan principalmente para el tratamiento del dolor con efectos a nivel local y a distancia. La explicación a esta modificación se puede observar en diversos estudios que hablan de la TNM y su efectividad para el tratamiento de las disfunciones miofasciales, ya que permite localizar las induraciones y/o dificultades del deslizamiento dentro de tejido miofascial, lo que limita la doble función de filtro iónico y difusión de nutrientes, lo que hace que se produzca una estimulación en la restauración de la normalidad funcional.

El hecho de que no se hayan obtenido mejores resultados en la movilidad cervical y de la ATM, podría atribuirse al corto tiempo de aplicación de la técnica. Ercole y cols, sugieren que el tiempo necesario para solventar una fibrosis en un tejido miofascial alterado es de 3 minutos, el mismo que se requiere para aliviar el dolor y para producir una diferencia palpable en el tejido conectivo.

En cuanto a otras terapias manuales Skillgate, en un estudio con 409 sujetos, llegaron a la conclusión que el uso combinado de la manipulación espinal, masaje y stretching muscular era altamente efectiva para el tratamiento del dolor no específico de espalda y cuello. Bronfort y cols, señalan que las manipulaciones y movilizaciones espinales son un tratamiento efectivo para diversas patologías musculoesqueléticas en las que se encuentran las DTM. Boyles, mencionan también la eficacia de este tipo de terapias combinada con ejercicios para el tratamiento de las radiculopatías cervicales.

Vela y cols, realizaron un estudio en 862 dentistas los cuales utilizaron la combinación de medicamentos, férulas y autocuidados, para el tratamiento del dolor en pacientes con DTM; y en los que obtuvieron muy buenos resultados. También está bastante extendido dentro del sector médico el uso de inyecciones de ácido hialurónico y corticoides, con resultados diversos en cuanto al tiempo y la efectividad del tratamiento. Núñez, valoraron y observaron mejoría de la abertura bucal en pacientes con DTM, midiendo la efectividad de la aplicación del láser de baja intensidad (LLLT) y la aplicación de la neuroestimulación transcutánea (TENS). Los efectos de la aplicación del LLLT también han sido demostrados, confirmando su capacidad analgésica y antinflamatoria.

Otros estudios en los que se buscaba valorar el efecto de la aplicación TENS en el dolor68,69 demostraron su eficacia en la disminución del dolor en la porción anterior del temporal.

CONCLUSIONES

Atendiendo a los resultados del presente estudio se puede concluir que la TNM sobre la musculatura temporal produce un aumento en el UDP de los PGs de los músculos maseteros y temporales. No se observaron cambios en el resto de las mediciones, ni en la movilidad cervical ni en la apertura de la boca.

 

RECUERDEN;

Dentro de la osteopatía no entendemos de enfermedades ni lesiones como tal y por tanto no las tratamos, de lo que hablamos es de alteraciones estructurales o problemas de restricciones de movilidad o funcionales en el cuerpo que son las bases de la Osteopatía y este no es un caso distinto a otros tantos en los que ayudamos a la gente con sus problemas.

Un estudio biomecánico profundo por parte del Osteópata, podrá determinar el origen de dicho dolor, y aplicando las correcciones osteopáticas oportunas, eliminar o mitigar los dolores en el peor de los casos, siempre que la estructura sea el origen de la causa.