viernes, 20 de enero de 2023

¿SE PUEDE PERDER PESO MEDIANTE TÉCNICAS DE RESPIRACIÓN?


Claudina Navarro Walter, Fisioterapeuta y periodista

Dr. Pablo Saz Médico naturista. Investigador en la Universidad de Zaragoza 

No es una solución mágica, pero determinadas técnicas de respiración pueden servir de ayuda en el tratamiento integral y holístico de la obesidad, junto con la dieta adecuada y la actividad física.

Existe una relación entre el metabolismo de la grasa y la respiración. Cuando el cuerpo descompone la grasa que se ingiere con los alimentos se transforma en calor y en ATP (adenosina trifosfato), es decir, en energía que utilizan las células, pero quedan residuos que expulsamos en buena parte en forma de dióxido de carbono por la nariz al respirar.

Por otra parte, para que la combustión de la grasa se produzca hace falta oxígeno, que obtenemos a través de la respiración.

Por lo tanto, si la respiración interviene tanto en la combustión de la grasa corporal como en su eliminación, ¿se podría adelgazar mediante técnicas respiratorias más eficaces, para conseguir más oxígeno y expulsar más CO2?

En realidad, la hiperventilación no puede conseguir que perdamos peso de manera significativa. Hace falta que la energía sea utilizada por las células de los músculos y otros órganos y tejidos. Mejorar la alimentación y hacer ejercicio sigue siendo necesario para adelgazar.

¿CÓMO INFLUYE LA RESPIRACIÓN SOBRE EL PESO?

Ganar o perder peso es un proceso muy complejo en el que intervienen muchos factores y la respiración es uno de ellos a través de su efecto sobre los sistemas nervioso y endocrino.

Las personas con sobrepeso tienen una actividad predominante del sistema parasimpático (responsable de la respuesta de relajación) y una secreción hormonal disminuida, y algunas técnicas de respiración podrían activar los sistemas nervioso y endocrino.

En un estudio realizado con 40 mujeres premenopáusicas de 40 a 50 años de edad se comprobó que, en las que tenían sobrepeso, la práctica durante un minuto de la respiración "senobi" estimulaba la actividad nerviosa simpática (relacionada con la respuesta de lucha o huida) y una mayor secreción de hormonas.

LA TÉCNICA SENOBI DE RESPIRACIÓN PARA ADELGAZAR

Este ejercicio de respiración, que combina respiración y estiramientos musculares, forma parte de la milenaria tradición medicinal japonesa, ha sido propuesto por el doctor Toshihiko Kawamura, profesor de Universidad Niigata (Japón) como una opción para las personas que no se encuentran en condiciones de realizar una actividad física exigente o no desean hacerlo. La respiración Senobi se realiza de pie o sentado antes de cada comida.

En la posición de pie, se separan los pies a la altura de los hombros y con las rodillas ligeramente flexionadas, se extienden los brazos hacia arriba (con los dedos de las manos entrelazados y las palmas mirando al techo) y se lleva la cabeza hacia atrás para mirar las manos.

En esta posición se inhala durante 5 segundos y luego se exhala durante 5 segundos. Se hacen tres respiraciones, manteniendo la postura. Por lo tanto, se pasan 30 segundos en la postura descrita. Se descansa unos segundos y se repite otra vez.

La postura corrige el encorvamiento y hace que las escápulas se cierren automáticamente, por lo que la respiración se produce desde el abdomen, aunque la persona no se dé cuenta. Las personas con mala postura corporal tienen una tasa metabólica basal extremadamente baja y se fatigan mucho más rápido, explica el doctor Kawamura.

Como resultado del ejercicio, los músculos del cuello y la espalda se estiran y se activan las células de grasa parda. Quemar la grasa parda o marrón es beneficioso para perder peso y prevenir enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

Otros estudios han confirmado que los ejercicios respiratorios pueden aumentar la tasa metabólica, como el dirigido por el doctor Hae-Yong Lee, de la Universidad Youngsan (Corea del Sur), publicado en la revista Journal of Physical Therapy Science. Una mayor tasa metabólica en reposo puede conducir a una pérdida de peso, en el marco de una dieta adecuada.

TÉCNICAS DE RESPIRACIÓN CONSCIENTE

Los ejercicios de respiración son una práctica sencilla que consiste en minimizar las distracciones externas y prestar más atención a la respiración.

Los estudios muestran que los ejercicios de respiración pueden estar asociados con varios beneficios potenciales para la salud, incluida la disminución de la ansiedad y la mejora de los niveles de atención y la calidad del sueño.

Respiración profunda: Implica tomar una inspiración profunda, sostenerla durante unos segundos y luego espirar lentamente.

Respiración nasal alterna: Se inhala por una fosa y se exhala por la otra, usando los dedos para cerrarla.

Respiración diafragmática o abdominal: Al inspirar el aire se dirige a la parte baja de los pulmones. Se percibe como si el estómago se hinchara mientras la parte alta de los pulmones (bajo las clavículas), permanece estable.

Algunas investigaciones (como esta, esta y esta) han hallado que practicar ejercicios de respiración puede reducir la sensación de hambre, lo que puede ayudar a disminuir la ingesta de alimentos y promover la pérdida de peso.

En uno de los estudios, la práctica respiratoria incluía contener la respiración durante 3-4 segundos entre inspiración y espiración mientras se contraía la zona del estómago. Este ejercicio reduce el hambre con el estómago vacío. En general, la respiración lenta ayuda a controlar el apetito.

En estos estudios se explica que la respiración consciente reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés), lo que ayuda a reducir la ansiedad que a menudo se calma comiendo.

Por lo tanto, las técnicas respiratorias se pueden utilizar tanto para activar el metabolismo (en el caso de la técnica Senobi) como para reducir la ansiedad. Elegir una u otra técnica depende de la situación y necesidades personales.

DOLOR MENSTRUAL INTENSO: ¿ES LA ADENOMIOSIS UTERINA LA CAUSA?


 Claudina Navarro Walter Fisioterapeuta y periodista

Dr. Pablo Saz Médico naturista. Investigador en la Universidad de Zaragoza

El dolor intenso durante la menstruación puede ser causado por varios trastornos. Uno de ellos, poco conocido, es la adenomiosis uterina. Te explicamos en qué consiste, sus síntomas y cómo tratarla.

La adenomiosis uterina es una enfermedad benigna del útero, más precisamente de la pared uterina. En esta dolencia, tejido similar al revestimiento del útero migra hacia la capa muscular del útero. Es difrente a la endometriosis, en que el tejido se desarrolla fuera de la cavidad uterinal.

Las mujeres en edad fértil se ven especialmente afectadas. Durante mucho tiempo, se hizo referencia a la adenomiosis como una subforma de endometriosis y se la llamó "endometriosis interna" porque los focos crecen en la pared del útero.

Como hasta ahora se ha investigado poco la adenomiosis, no hay datos sobre lo extendida que está realmente la enfermedad. Se estima que alrededor del 4 al 30% de todas las mujeres se ven afectadas. También se suele decir que aproximadamente 1 de cada 10 mujeres la padece, aunque no se puede decir que el datos está comprobado.

SIGNOS Y SÍNTOMAS DE ADENOMIOSIS UTERINA

Alrededor del 30% de todos los pacientes con adenomiosis no tienen síntomas. En tales casos, la enfermedad se diagnostica casualmente durante un examen ginecológico.

Si se presentan síntomas, a menudo son inespecíficos, lo que dificulta el diagnóstico. Porque los síntomas que se presentan no siempre están asociados con la enfermedad uterina. Los signos de adenomiosis incluyen:

  • ·      Menstruación abundante y dolorosa.
  • · Dolor pélvico, que puede ocurrir durante la menstruación o las relaciones sexuales. Este dolor pélvico puede ser crónico.
  • · Molestias intestinales, como diarrea, flatulencia, calambres, evacuaciones dolorosas.
  • ·      Dolor en la espalda, que se irradia a las nalgas y los muslos.
  • ·      Dolor al orinar, similar a una infección de la vejiga.
  • ·      Reducción de la fertilidad.

Para realizar el diagnóstico, los médicos descartan otros problemas de salud (fibromas, pólipos, endometriosis, etc) y realizan ecografías y resonancias magnéticas. Además el útero se muestra sensible y agrandado en la exploración ginecológica.

DIFERENCIA ENTRE ADENOMIOSIS UTERINA Y ENDOMETRIOSIS

Los signos de la adenomiosis son similares a los de la endometriosis. Por esta razón, no sorprende que las mujeres con endometriosis a menudo también tengan adenomiosis.

En la endometriosis, el tejido similar al revestimiento del útero se produce fuera del útero en los ovarios o los intestinos. En la adenomiosis, el tejido se encuentra en la capa muscular de la pared uterina.

CAUSAS Y TRATAMIENTO DE LA ADENOMIOSIS

Aún no se ha aclarado médicamente qué causa la adenomiosis. Sin embargo, hay varias explicaciones posibles, como que la zona de unión entre el revestimiento del útero y el músculo puede lesionarse como resultado de un raspado, por ejemplo, después de un aborto médico o espontáneo.

El tejido degenerado o las células madre de la capa muscular de la pared uterina también pueden contribuir a su desarrollo. Uno de los enfoques más nuevos dice que, debido a las contracciones del útero, se pueden formar pequeños desgarros entre la membrana mucosa y la capa muscular. Debido a esta lesión, se libera más estrógeno para permitir que las células crezcan en la capa muscular.

EXISTEN DIFERENTES ABORDAJES TERAPÉUTICOS PARA TRATAR LA ADENOMIOSIS

Tratamiento hormonal, por ejemplo en forma de espiral hormonal. Las progestinas pueden ralentizar la actividad del revestimiento del útero.

Opciones quirúrgicas, como la eliminación de partes afectadas. El útero y, en consecuencia, la fertilidad permanecen intactos. Una vez que se completa la planificación familiar, la extirpación parcial del útero puede ser una opción.

CAMBIOS EN LA DIETA ADECUADOS PARA LA ADENOMIOSIS Y LA ENDOMETRIOSIS

Un cambio en la dieta también puede ser de ayuda. La terapia nutricional se basa en varios pilares, en particular:

Inhibición de la inflamación crónica a través de una dieta antiinflamatoria con grasas buenas y abundancia de sustancias antioxidantes vegetales.

Reducción de irritantes, como la histamina.

Disminución del peso para reducir el nivel de estrógenos.

DIETA ANTIINFLAMATORIA PARA LA ADENOMIOSIS UTERINA

Se debe limitar o evitar el consumo de carne, porque las carnes rojas y los embutidos en particular contienen muchas sustancias proinflamatorias. Entre ellos se encuentra el ácido araquidónico, un ácido graso omega-6 que se encuentra principalmente en la carne de cerdo.

Demasiado azúcar también promueve la inflamación. Por tanto, tiene sentido limitar el consumo de snacks, dulces, bollería y productos elaborados con harina blanca. El trigo también es proinflamatorio para algunas personas.

En cambio, el menú debería estar lleno de verduras. Un estudio señalan que las verduras crucíferas tienen un efecto beneficioso sobre la inflamación en la endometriosis. También afectan el equilibrio hídrico de los tejidos: menos agua, menos hinchazón y, potencialmente, menos molestias.

Los ácidos grasos omega-3 apoyan al organismo en la lucha contra la inflamación. Además de en el pescado azul, los ácidos grasos omega-3 se encuentran en el aceite de linaza o en las semillas de lino y en las de chía, así como en las nueces.

EVITAR LA HISTAMINA PUEDE REDUCIR LAS MOLESTIAS

Como la histamina pueden aumentar el dolor, evitarlas puede reducir las molestias en algunas mujeres sensibles. Por lo tanto, puede tener sentido evitar los alimentos que contienen histamina desde una semana antes del período y durante la menstruación.

La histamina se encuentra, por ejemplo, en el chocolate, el vino tinto, los tomates, las espinacas, el aguacate y en las verduras fermentadas con ácido láctico como el chucrut, así como en los quesos curados o las salchichas.

EQUILIBRAR LOS NIVELES HORMONALES CON LA PÉRDIDA DE PESO

La obesidad cambia el equilibrio hormonal. El hecho de que la grasa abdominal produzca mensajeros proinflamatorios agrava los síntomas. Bajar de peso puede reducir los niveles hormonales, evitando que crezca nuevo tejido.


REMEDIOS CASEROS PARA LA TOS CON MOCOS (Y OTROS CONSEJOS PARA QUITAR LA TOS)


Claudina Navarro Walter Fisioterapeuta y periodista.

¿Tienes picor constante en la garganta, estás resfriado y produces mucha mucosidad cuando toses? Esto no es raro en otoño e invierno. Te contamos qué medidas te pueden ayudar contra la tos con expectoración.

CAUSAS DE LA TOS CON MOCOS

A diferencia de una tos seca o improductiva, la llamada tos productiva elimina la mucosidad de las vías respiratorias. Este síntoma es propio de diversas enfermedades y le sirve a nuestro organismo para eliminar patógenos y gérmenes de las vías respiratorias.

La inflamación, como ocurre con ciertas enfermedades crónicas o tras años fumando, puede estimular la producción de mucosidad y provocar tos. Una tos con esputo puede obedecer a diferentes causas:

  • Resfriado común
  • ·      Gripe
  • ·      Bronquitis aguda o crónica
  • · Infección viral o bacteriana en los pulmones (neumonía)
  • ·     Alergia y asma bronquial
  • ·   Hábito de fumar
  • ·  EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica)

· Si tienes tos con esputo durante un período prolongado, debes consultar con tu médico para descartar causas graves o para iniciar un tratamiento rápido.

5 CONSEJOS CONTRA LA TOS CON MOCOS

1. FÁRMACOS EXPECTORANTES

Los medicamentos antitusivos fuertes como la codeína están asociados a un riesgo de adicción y solo están indicados en caso de tos seca crónica incapacitante. En casos de bronquitis y tos leve sin grandes sufrimientos, se aconseja expresamenteno inhibir la tos con antitusivos y utilizar únicamente medicación expectorante o recurrir a preparados a base de plantas.

Los medicamentos expectorantes diluyen la mucosidad y facilitan su eliminación de las vías respiratorias. No suprimen la tos, sino que aflojan la mucosidad persistente y viscosa en las vías respiratorias.

2. SUPLEMENTOS HERBALES

Si bien los remedios a base de plantas no cuentan con costosos estudios que prueben su eficacia, en muchos casos la experiencia muestra que son efectivos en enfermedades que cursan con tos aguda. Reducen tanto la intensidad como la duración de la tos.

3. REMEDIOS CASEROS

Existen estudios prometedores que sugieren que la miel o la inhalación de agua salada, por ejemplo, tienen un efecto mitigador sobre las infecciones del tracto respiratorio superior y síntomas como la tos.

Estos remedios caseros no causan ningún daño y, como en el caso de los caldos, aportan líquidos, electrolitos y otros nutrientes, por lo que no hay nada que decir en contra de tomarlos. Además proporcionan una sensación de confort que hace que el curso de la enfermedad sea menos molesto.

Los preparados combinados a base de plantas como hiedra y tomillo o raíz de prímula y tomillo son recomendbales, especialmente en bronquitis aguda. Igualmente efectivos son los fitofármacos con eucalipto.

4. EVITA LOS DESENCADENANTES DE LA TOS

Fumar conduce a la destrucción de los cilios en la mucosa bronquial, lo que hace que los procesos de limpieza decaigan. Para contrarrestar la suciedad, se produce cada vez más secreción, que los fumadores expectoran en forma de mucosidad marrón, especialmente por la mañana.

El aire seco o contaminado también puede irritar las vías respiratorias, al igual que la deshidratación o incluso ciertos medicamentos. Por ejemplo, los inhibidores de la ECA antihipertensivos provocan una tos crónica en el 5 al 10% de los pacientes, porque bloquean la descomposición de algunas sustancias en la mucosa bronquial.

5. TOSER PARA EXPULSAR LA FLEMA

De hecho, existen ciertas técnicas para toser que te ayudarán a expulsar la flema de manera óptima. Si sufres una enfermedad respiratoria crónica, puede que te interese acudir a un consultorio de fisioterapia respiratoria. Alternativamente, puedes usar la siguiente técnica para facilitar la expulsión de la flema espesa:

·      Siéntate en el borde delantero de una silla, sofá o cama y coloca los pies bien separados. Ahora dobla la parte superior del cuerpo hacia adelante y apóyate con los codos en los muslos.

·      Trata de relajarte y no tosas hasta que sientas que la mucosidad sube por las vías respiratorias.

·      Tose brevemente. Entre un acceso y otro de tos, inhala profundamente por la nariz y exhala con los labios fruncidos y un poco de presión.

·      Puedes hacer esto también estando de pie, doblando el torso y apoyando las manos en los muslos.

CUANDO IR AL MÉDICO EN CASO DE TOS

Hay que ir al médico si la tos no desaparece en tres semanas o si en algún momento la mucosidad es espesa y verdosa. También si se aprecian sibilancias al respirar o aparecen dificultades para respirar.

Otros síntomas que pueden acompañar la tos como fiebre, hinchazón de los tobillos o pérdida de peso también son motivos para realizar una consulta con el médico.

Si se da sensación de ahogo, vómitos, dificultad para respirar, dolor en el pecho o mucosidad con sangre, se debe acudir a urgencias.

LO QUE LE HACE EL AZÚCAR AÑADIDO A TUS INTESTINOS


Claudina Navarro Walter, Fisioterapeuta y periodista y Dr. Pablo Saz, Médico naturista. Investigador en la Universidad de Zaragoza.

La mayoría de la gente sabe que el azúcar añadido tiene un impacto negativo sobre los dientes o la circunferencia abdominal. Pero, en realidad, su efecto dañino va más allá. Se relaciona con molestias intestinales y con otras alteraciones en el organismo.

EL AZÚCAR PROVOCA FLATULENCIAS, DIARREAS Y DOLORES ABDOMINALES

Demasiado azúcar puede alterar el delicado equilibrio entre bacterias en el intestino y provocar una serie de alteraciones en la digestión.

Dolor de barriga, diarrea o flatulencias son solo los primeros síntomas de que algo no va bien en la microbiota y de que las bacterias y hongos "malos" están tomando el control.

Los productos ultraprocesados ricos en azúcar a menudo también poseen un alto contenido de grasa, lo que puede aumentar las consecuencias dañinas.

El exceso de azúcares añadidos se relaciona con mayor riesgo de sufrir sobrepeso y obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares e inflamción, que a su vez aumenta el peligro de desarrollar enfermedades neurológicas y cáncer.

ASÍ AFECTA CADA TIPO DE AZÚCAR A TU INTESTINO

1. GLUCOSA

Si la glucosa pura llega al estómago, ya no tiene que descomponerse allí. El azúcar ingresa al intestino delgado, donde pasa a través de la mucosa intestinal hacia la sangre.

La glucosa llega a la sangre, va aumentando su concentración y el páncreas libera insulina para llevar el azúcar a las células donde se usa como energía.

Demasiada glucosa pura afecta al intestino y al metabolismo del azúcar en el cuerpo. En los intestinos puede provocar flatulencia y diarrea.

Si hay demasiada azúcar en la sangre, el páncreas se ve abrumado por la producción de insulina, lo que puede provocar resistencia a esta hormona, alteración precursora de la diabetes.

Además, el "subidón de energía" dura poco tiempo después de la ingesta, y viene seguido de un bajón en la concentración y el rendimiento.

2. GALACTOSA

Este monosacárido tiene que llegar hasta el hígado para convertirse en glucosa y poder ser utilizado como fuente de energía por las células. Es muy bien tolerado por el sistema digestigo, por lo que no produce efectos negativos en los intestinos.

Sin embargo, si se comen demasiados alimentos que contienen galactosa, puede provocar diarrea.

En el caso de una enfermedad metabólica hereditaria, los afectados carecen de la enzima alfa-galactosidasa y el organismo no puede procesar la galactosa. Los afectados pueden desarrollar ictericia, apatía y disfunción hepática desde bebés.

3. FRUCTOSA

En cantidades normales, la mayoría de las personas tolera bien la fructosa.Las personas con intolerancia a la fructosa no pueden digerirla adecuadamente y sufren flatulencias y diarrea.

Pero incluso en personas sanas, el consumo excesivo de fructosa puede provocar síntomas de este tipo. Si este consumo elevado es habitual puede favorecer el hígado graso no alcohólico.

Es buena idea apostar por la fruta baja en azúcar y evitar los alimentos precocinados que a menudo contienen fructosa añadida.

4. SACAROSA

Es el azúcar de mesa convencional, que se compone de glucosa y fructosa, y como estos, puede afectar al intestino.

La intolerancia al azúcar de mesa o sacarosa produce dolor abdominal, calambres estomacales, diarrea y vómitos. Los afectados carecen de la enzima sacarasa-isomaltasa, que descompone el azúcar en el intestino delgado.

5. LACTOSA

En su forma original, la lactosa –el azúcar de los productos lácteos– no puede ser absorbida por la mucosa intestinal. Para absorberla es necesario que actúe la encima lactosa, que es producida por las células mucosas del intestino delgado.

Sin embargo, un buen número de personas –en España, casi una de cada tres– no producen suficiente lactasa, lo que les hace intolerantes a la lactosa. Al no descomponerla sirve de alimento a las bacterias intestinales del intestino grueso y sus productos de desecho desencadenan síntomas como diarrea, dolor abdominal y flatulencia.

6. MALTOSA

No se conocen trastornos metabólicos o efectos en los intestinos de la maltosa. Este azúcar se encuentra en pocos alimentos y solo se produce en pequeñas cantidades cuando se digieren los almidones

¿DÓNDE SE ENCUENTRA EL AZÚCAR?

En las culturas occidentales, el azúcar refinador es omnipresente en la dieta. Café azucarado, dulces como refrigerio y refrescos en lugar de agua forman parte de la vida cotidiana de muchas personas. En muchos casos, el azúcar se encuentra oculto en salsas, productos lácteos, conservas y ultraprocesados.

Incluso los productos preparados salados contienen cada vez más azúcar industrial. Este azúcar aparece en la lista de ingredientes con los el azúcar a menudo no se escribe como tal en la lista de ingredientes del alimento.

Las designaciones comunes son

  • ·      (Monosacárido) Glucosa / Dextrosa / Glucosa / Jarabe de glucosa. La glucosa es el azúcar más común y está en casi todos los ultraprocesados.
  • ·      (Monosacárido) Galactosa. Se encuentra en leche y alimentos a los que se ha añadido lactosa.
  • ·      (Monosacárido) Azúcar de frutas / fructosa. Se encuentra en fruta, miel, alimentos procesados
  • ·      (Disacárido) Azúcar de mesa / sacarosa / azúcar de remolacha / azúcar de caña. Está en dulces, productos de conveniencia, bebidas dulces.
  • ·      (Disacárido)Azúcar de leche / lactosa. Se encuentra en leche y alimentos procesados
  • ·      (Disacárido) Azúcar de malta / maltosa. Está en la cerveza, patatas y pasta.
  • ·      (Polisacáridos) Almidón. Se encuentra en patatas, cereales, arroz, maíz y cereales integrales.

 

De esta manera, entre una cosa y otra, la persona promedio consume el equivalente a 30 terrones de azúcar, es decir, alrededor de 90 gramos al día.

Esta cantidad es casi cuatro veces la ración diaria recomendada de 25 gramos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas cantidades masivas se traducen rápidamente en un excedente de calorías, lo que lleva a la obesidad y otras muchas enfermedades.

¿ES EL AZÚCAR ADICTIVO?

Aunque el azúcar activa el centro del placer del cerebro, como todas las cosas que nos gustan, no se ha demostrado que el azúcar puro sea tan adictivo como la cocaína, por ejemplo.

Pero el azúcar, y sobre todo la combinación de azúcar y grasa, resulta muy atractiva a la mayoría de personas. Tiene una explicación biológica evolutiva: estamos diseñados para aprovechar las fuentes alimentarias de energía. Esto no era un problema hace miles de años, cuando estas fuentes eran escasas, pero lo es ahora cuando llenan las estanterías de los supermercados.

ALTERNATIVAS AL AZÚCAR AÑADIDO

En lugar de productos con azúcares añadidos podemos consumir:

  • ·      Fruta entera y especialmente la que contienen más nutrientes concentrados, como las bayas.
  • ·      Carbohidratos complejos, como los que se encuentran en cereales integrales, patatas enfriadas y legumbres.
  • ·      Verduras de todas las formas y colores.


LA OSTEOPATIA Y SU EFECTIVIDAD EN EL TRATAMIENTO DE LOS SÍNDROMES DE DOLOR PÉLVICO CRÓNICO

 

[ REVISIÓN SISTEMÁTICA ]

Rafael Valls Úbeda (PT, DO).

Del 23 de noviembre de 2019.

Introducción: El dolor pélvico crónico (DPC) es un cuadro clínico de diagnóstico complejo, frecuentemente de etiología múltiple, en el que se pueden solapar diferentes causas y conlleva una importante afectación de la calidad de vida.

Es recomendada una intervención multidisciplinar para su tratamiento, donde el osteópata, mediante su visión holística del paciente, y la aplicación del diagnóstico y tratamiento manual osteopático, pudiera ayudar a la reducción o eventual eliminación del dolor pélvico en dichos pacientes.

Objetivos: Valorar la eficacia del tratamiento osteopático y terapia manual en los síndromes de dolor pélvico crónico, su evaluación e intervención.

Material y métodos: se incluyen en la revisión ensayos clínicos y revisiones sobre la efectividad del abordaje manual en el DPC desde 2005 hasta octubre de 2019 de las siguientes bases de datos: PubMed, PEDro, Cochrane, Lilacs, Scielo, Scopus, Cinahl y Osteopathic Research web.

La búsqueda se realizó mediante la combinación múltiple de diferentes descriptores como prostatitis, dolor pélvico, dolor de cintura pélvica, dolor crónico, dolor musculoesquelético, dolor nociceptivo, manipulaciones musculoesqueléticas y medicina osteopática. Fueron seleccionados estudios es las principales lenguas europeas, y su calidad fue analizada mediante las escalas Jadad (ensayos) y AMSTAR (revisiones).

Resultados: Nueve ensayos clínicos aleatorizados y siete  revisiones sistemáticas se incluyen en la revisión. El dolor pélvico crónico es evaluado con escalas visuales del dolor y cuestionarios validados específicos para cada síndrome en sí. De manera directa o indirecta se evalúa el componente psicológico del dolor y su influencia en la calidad de vida.

El tratamiento osteopático y de terapia manual parece ayudar a la disminución del dolor, con un abordaje osteopático que incluya técnicas de manipulación del tejido conectivo y la visión holística clásica de dicho enfoque.

Conclusiones: Estos hallazgos preliminares apoyan el uso del tratamiento osteopático y deterapia manual para la disminución del dolor en pacientes con algunos de los síndromes del dolor pélvico crónico. La evidencia sigue siendo aún limitada, por lo que son necesarios un mayor número de ensayos clínicos de alta calidad, con una evaluación a “doble ciego” y con mayor número de pacientes.

INTRODUCCIÓN

El dolor es una de las causas más frecuentes por las que se busca ayuda sanitaria, siendo el dolor crónico la principal causa de sufrimiento y discapacidad en el mundo.

El dolor pélvico crónico (DPC) es definido por la asociación europea de urología como “el dolor crónico o persistente percibido en estructuras relacionadas con la pelvis bien sea en varones o mujeres. Está frecuentemente asociado con consecuencias negativas cognitivas, comportamentales, sexuales y emocionales, así como síntomas sugestivos de disfunción del tracto urinario inferior, sexual, intestinal, suelo pélvico o ginecológicas”.

El DPC tiene una duración igual o superior a 6 meses de forma persistente o recurrente. En mujeres, el DPC es una de las manifestaciones clínicas más comunes en la endometriosis, aunque con frecuencia no puede ser identificada una etiolología específica, y es conceptualizado como una alteración compleja neuromuscular-psicosocial consistente con un síndrome de dolor crónico regional o un síndrome de dolor funcional somático. En hombres ha venido relacionándose con la prostatitis, incluso se ha llamado síndrome de DPC a la prostatitis crónica/tipo III, aunque no sólo la prostatitis es responsable de dicha sintomatología, condiciones dinámicas o funcionales cómo la disfunción muscular pélvica, puntos gatillo miofasciales, neuralgias o síndromes somáticos funcionales se pueden encontrar detrás de dicho dolor.

La Asociación Europea de Urología clasifica el DPC en distinto síndromes atendiendo a la causa que lo provoca. De esta forma, los síndromes de DPC pueden ser de tipo urológico, ginecológico, gastrointestinal o tener su origen en el sistema musculo-esquelético.

Dentro de los síndromes urológicos se encuentran los de dolor prostático, de la vejiga, escrotal, testicular, epididimal, del pene, uretral y escrotal post-vasectomía. Dentro de lo síndromes ginecológicos se encuentran los de dolor vulvar, vulvar generalizado, vulvar localizado, vestibular, clitoral, endometriosis, pélvico con exacerbaciones cíclicas y la dismenorrea. Dentro de los síndromes de dolor pélvico gastrointestinal se encuentran el intestino irritable y el de dolor anal crónico intermitente. Por último alteraciones del sistema músculo-esquelético de tipo síndrome de dolor muscular del suelo pélvico o del dolor coxígeo pueden ser la causa principal de DPC.

La prevalencia del DPC en mujeres se encuentra entre 6,4 % y 25,4% dependiendo del país. En el caso de España, se ha reportado una prevalencia del 22,8% de la población general entre 18 y 65 años de la provincia de Málaga, 30,9 % mujeres y 15,6% hombres.

Esto apunta a que existe una alta prevalencia, siendo las mujeres las que se ven afectadas más frecuentemente. El coste económico generado por este trastorno es comparable al de otras enfermedades crónicas. El impacto negativo generado a nivel psicológico es considerable, siendo común encontrar asociados trastornos de depresión y/o ansiedad.

La calidad de vida se ve ampliamente mermada, y el dolor aumentado muchas veces como consecuencia de la catastrofización de dicho dolor. La historia clínica y el examen físico constituyen la parte más importante para la evaluación y el diagnóstico del paciente con DPC. Son de utilidad el uso de escalas del dolor y cuestionarios. El objetivo es identificar los factores que contribuyen a dicho dolor y tratar

cada uno de ellos. Las pruebas complementarias para el diagnóstico dependerán de la historia y los hallazgos en el examen físico. Las técnicas de imagen principalmente usadas son la ecografía o la resonancia magnética, que pueden ser de ayuda a la hora de identificar la causa del dolor o evitar una posible cirugía. El tratamiento está enfocado a la causa en el caso de que haya podido ser determinada, aunque normalmente es requerido un abordaje multidisciplinar debido a su compleja etiología.

El osteópata como parte de ese equipo multidisciplinar puede ayudar, englobando el aspecto neuro-musculo-esquelético y visceral a reducir el dolor crónico de dichos pacientes y a mejorar de la calidad de vida.

Se han realizado algunas revisiones sistemáticas en las que se relaciona el tratamiento osteopático con el dolor pélvico en mujeres embarazadas, con el dolor lumbar no específico, en trastornos ginecológicos y obstétricos y con el dolor de origen musculoesquelético. Una revisión sistemática centrada en el componente miofascial del dolor pélvico crónico concluyó que el tratamiento miofascial manual era una alternativa eficaz en el abordaje multidisciplinar de dichos pacientes. No se ha encontrado ninguna revisión que haya abordado los síndromes de DPC como tal y el tratamiento osteopático o manual. Es por ello que se pretende revisar sistemáticamente los estudios que aborden la eficacia del tratamiento osteopático o terapia manual en sujetos que padecen algún síndrome de DPC, donde se identifique el síndrome de DPC estudiado, su evaluación, protocolo de tratamiento y técnicas manuales u osteopáticas aplicadas, así como la calidad de los ensayos clínicos realizados y de las revisiones sistemáticas llevadas a cabo.

MATERIAL Y MÉTODOS

Se realizó un proceso de búsqueda bibliográfica en las siguientes bases de datos: MEDLINE (PubMed), PEDro, Biblioteca Cochrane, CINAHL Plus, Scopus, Lilacs, Scielo y Osteopathic Research Web desde el año 2005 hasta octubre de 2019, que incluyera revisiones previas y/o ensayos clínicos aleatorizados controlados (ECA) en pacientes afectos de algún síndrome de DPC. Múltiples términos de búsqueda y descriptores del medical subject headings (MeSH) fueron usados: “pelvic pain” “chronic pelvic pain”, “pelvic floor pain”, “dysmenorrhea”, “prostat*”, “bladder pain”, “coccy*”, “gynecolog*”, “irritable bowel syndrome”, “endometriosis”, “vulvodynia”, “osteopath*”, “manual therapy”, “physiothera*”, “physical therapy specialty”, “musculoskeletal manipulations”, “massage”, “chiropra*” en diferentes combinaciones con los operadores booleanos OR y AND. Se limitó la búsqueda a artículos en las principales lenguas europeas (inglés, español, francés, alemán, portugués e italiano). Las referencias de los artículos fueron examinadas para la recuperación de artículos pertinentes al objetivo, así cómo la búsqueda en internet a través de google académico de literatura “gris” relevante.

Criterios de selección

Fueron incluidos revisiones previas y/o ensayos clínicos aleatorizados controlados en pacientes afectos de algún síndrome de DPC de los descritos por las directrices de la Asociación Europea de Urología desde el año 2005 hasta la actualidad, donde se realice una evaluación del dolor pélvico pre y postratamiento, para testar la eficacia y/o efectividad de la intervención y en la cual se aplique un tratamiento osteopático o de terapia manual en sujetos adultos, además de presentar una puntuación mínima de 3 en la escala Jadad para los ensayos clínicos y “calidad moderada” en la escala AMSTAR 2  para las revisiones sistemáticas. Se excluyeron los artículos en mujeres embarazadas y en los que el dolor no sea ubicado/localizado en la región pélvica.

Evaluación de la calidad metodológica

Se realizó una evaluación de la calidad metodológica de los artículos mediante la escala Jadad para los ECA y la herramienta AMSTAR 2 para las revisiones sistemáticas respectivamente.

Extracción de datos

Los datos que fueron extraídos de los ECA incluían el síndrome de DPC estudiado, los autores y año de publicación, la intervención realizada, método de evaluación del dolor, número de sujetos, resultados, puntuación en escala Jadad y conclusiones del estudio. Respecto a las revisiones sistemáticas se extrajeron los datos referentes al síndrome de DPC estudiado, los autores y año de publicación, número de estudios incluidos en la revisión, resultados, calidad según AMSTAR 2  y conclusiones.

RESULTADOS

Tras la aplicación de los criterios de inclusión/exclusión, 16 artículos en total fueron recuperados para su revisión. Nueve ECAs fueron incluidos en la revisión. Los síndromes estudiados fueron el dolor coxígeo, dolor prostático, dolor de vejiga, dolor muscular del suelo pélvico, dismenorrea y el síndrome de DPC en general. Los estudios presentan una muestra de 40 a 102 sujetos. Sólo un estudio incluye hombres y mujeres en la evaluación del síndrome de dolor urológico. Dos estudios evalúan únicamente a mujeres, aunque potencialmente podían ser incluidos hombres.

En el síndrome de dolor coxígeo no se identifica el sexo de los sujetos incluidos. En todos los ECAs se realiza una evaluación del dolor. Las técnicas de tratamiento son manipulativas, miofasciales o ambas, integradas en un tratamiento osteopático global. La calidad metodológica según Jadad es de 3 para todos los ECA, por la ausencia de doble ciego, salvo en el estudio de Molins-Cubero S, cuyo valor es 5.

En cuanto a las revisiones sistemáticas siete fueron incluidas. Los síndromes de DPC estudiados fueron la dismenorrea, el síndrome de dolor vulvar/vaginal, el síndrome de intestino irritable y el síndrome de dolor coxígeo. Cuatro revisiones incluyeron sólo ECA.

En concreto, se trata de revisiones sobre dismenorrea y síndrome de intestino irritable.

La revisión sobre el síndrome de dolor coxígeo es la que contiene un mayor número de estudios en total, concretamente 7. Todas realizan un análisis descriptivo de los estudios excepto el un estudio sobre la dismenorrea, que realiza también un metaanálisis incluyendo 3 de los 4 ECAs. La calidad metodológica es moderada según la herramienta AMSTAR 2 en todas las revisiones.

DISCUSIÓN

Existe un considerado número de estudios en los que los distintos síndromes de DPC son abordados mediante terapia manual u osteopatía, aunque su calidad metodológica es baja. Muestra de ello son los veinte estudios que en total fueron descartados por este motivo. De los ECA incluidos, tan sólo unoobtiene 5 puntos en la escala Jadad. El no realizar una descripción adecuada del método de aleatorización fue una de las causas principales para no alcanzar los criterios de inclusión en la revisión. Excepto el ECA citado anteriormente50, el resto tienen una puntuación de 3. El diseño de ensayos clínicos a “doble ciego” para evaluar la eficacia de la terapia manual supone siempre un desafío; saber hasta qué punto puede desconocer un osteópata para qué está aplicando una técnica determinada y aislar los efectos específicos achacables al tratamiento manual suelen ser los principales motivos. En cuánto a la metodología de las revisiones sistemáticas, según la herramienta AMSTAR 2, ninguna tiene algún error crítico que haga dudar de sus resultados, aunque a su misma vez, ninguna tampoco carece de más de un fallo menor, de ahí el resultado de calidad moderada. En relación a la evaluación del dolor, todos los ECA usan la escala visual del dolor en alguna de sus variantes, con puntuación de 0 a 10 o de 0 a 100, a excepción de Marx S, donde en sus estudios sobre el síndrome de dolor prostático usa escalas específicas para ello, pero incluye el índice de síntomas de prostatitis crónica del Instituto Nacional de Salud (NIH-CPSI), que evalúa en uno de sus apartados la localización, la severidad y la frecuencia del dolor. El componente psicológico del dolor en los síndromes de DPC es evaluado en todos los ensayos clínicos, bien de una forma directa, con la escala de catastrofismo ante el dolor (PCS) o con el FABQ-PA para evaluar las creencias de miedo-evitación de la actividad, o bien, de una forma indirecta con preguntas recogidas dentro de otros cuestionarios como el cuestionario de salud en su versión corta el SF-12  utilizado en dos estudios o en su versión larga el SF-36, utilizado en uno; tan sólo un ensayo clínico, por las características del estudio, no evalúa el dolor desde dicha perspectiva.

Síndrome de dolor coxígeo

Tan sólo un ECA y dos revisiones sistemáticas,han sido incluidas. Los estudios al respecto son escasos, heterogéneos y de baja calidad metodológica. Las técnicas aplicadas son la manipulación y movilización del cóccix intrarectal y masaje de la musculatura involucrada en la disfunción. El tratamiento osteopático de casos traumáticos recientes, de forma individualizada, centrados en la recuperación de la funcionalidad, con una visión global del problema y con atención a los factores psicológicos, parece ser un enfoque plausible en este síndrome.

Dismenorrea

Es el síndrome de DPC del que más estudios se incluyen en la revisión. Se trata de 3 ECA y 2 revisiones sistemáticas. Los estudios en general valoran de forma positiva la terapia manual-osteopatía para el tratamiento del dolor en la dismenorrea, a excepción de una revisión sistemática. Pudiera ser quizás porque se evalúa sólo la manipulación vertebral o porque la revisión incluye también pacientes afectos de dismenorrea secundaria. Aunque son necesarios estudios con mayor calidad metodológica, especialmente el cegamiento de los evaluadores, el tratamiento osteopático con la aplicación tanto de técnicas de tejido blando cómo manipulativas, parece ser efectivo para la disminución del dolor en pacientes con dismenorrea primaria como síndrome de DPC. El número de tratamientos, frecuencia y efectividad a largo plazo está por determinar, aunque todos tienen en cuenta el ciclo menstrual para cuando aplicar el tratamiento.

Síndrome de dolor prostático

En tres de los estudios se incluye también el síndrome de dolor de vejiga. A pesar de la limitación en cuanto el número de pacientes de dichos estudios, podríamos sugerir una serie de tratamientos osteopáticos que incluya técnicas miofasciales de abordaje interno, además de enseñar adecuadamente y de manera individualizada técnicas de autotratamiento, así como la inclusión de ejercicios/estiramientos para realizar en casa que trabajen el control y fortalecimiento muscular. Un periodo de tratamiento de 8 a 12 semanas con 5 a 10 sesiones de tratamiento osteopático podría ser considerado. Cabe resaltar los buenos resultados a largo plazo, de hasta 5 años.

Síndrome de dolor de vejiga y síndrome de dolor muscular del suelo pélvico.

Desarrollado por dos ECAs, aunque el síndrome de dolor muscular del suelo pélvico sólo se ha considerado en mujeres. En dichos ECAs se emplea la manipulación del tejido conectivo con atención a los puntos gatillo, cicatrices y bandas de tensión en la zona abomino-pélvica, incluyendo técnicas intrarectales e intravaginales, elongación de la musculatura y relajación postisométrica. Ambos incluyeron ejercicios/estiramientos individualizados para realizar en casa. Este protocolo de tratamiento con terapia miofascial podría tener efectos beneficiosos en dichos síndromes, mejorando la calidad de vida de los sujetos.

Síndrome de intestino irritable

Ningún ECA ha cumplido los criterios de inclusión, aunque sí dos revisiones sistemáticas que incluyen sólo ECAs. Según dichas revisiones, la evidencia existente es limitada por el hecho de que hay pocos estudios, su tamaño muestral es reducido, aunque su calidad metodológica es aceptable. Existe heterogeneidad en la evaluación y las intervenciones, así como resultados similares en grupos experimentales y grupos control. El tratamiento osteopático con técnicas viscerales y técnicas para la regulación del sistema nervioso vegetativo podría ayudar con la sintomatología a corto-medio plazo pero son necesarios más ensayos con mayor número de pacientes que lo corroboren.

Síndrome de dolor vulvar/vaginal – dispareunia

Una revisión incluye sólo un ECA, pero todos los estudios concluyen una mejora en el apartado del dolor en el índice de función sexual femenina (FSFI), considerado el “gold standard” para medir la función sexual en mujeres. Las técnicas empleadas son principalmente el masaje intravaginal y técnicas miofasciales. Es aún necesario una mayor investigación al respecto con estudios de mayor calidad metodológica para establecer conclusiones.

Síndrome de dolor pélvico crónico

Sólo un ECA considera todas las diferentes variantes del síndrome de DPC, en las que se escogen sólo mujeres pero que además tengan miedo al movimiento, cuyo criterio es que obtengan una puntuación mayor de 33 en la escala para cinesofobia de Tampa. El estudio pone de manifiesto la importancia psicológica en estos síndromes y cómo el trabajo multidisciplinar en combinación con un psicólogo en este caso puede reforzar el efecto beneficioso que de por sí obtenemos con el tratamiento osteopático-manual. Podría suponer conseguir una mejora durante un plazo más largo y que aumente la funcionalidad de las mujeres con este síndrome.

CONCLUSIONES

Sólo se han realizado ensayos clínicos aleatorizados que cumplan cierta calidad metodológica de algunos síndromes de DPC. En la revisión realizada, la dismenorrea aparece como el síndrome con mayor número de estudios con una calidad metodológica aceptable. No se han hallado ensayos clínicos que cumplan los criterios seleccionados de otros síndromes de DPC, como pudieran ser la endometriosis o el dolor testicular. En todos los síndromes se realiza una evaluación del dolor acompañada de valoraciones más específicas del síndrome en sí, que evalúan los aspectos psicológicos y emocionales, así como la calidad de vida.

Esto pone de manifiesto la importancia del enfoque multidisciplinar del problema. El tratamiento osteopático de los síndromes de DPC revela el componente miofascial de los mismos. Es común el uso de técnicas de manipulación del tejido conectivo tanto externas como internas por vía intravagina/intrarectal, sin perder la globalidad del paciente, clásica del enfoque osteopático. El tratamiento por lo general dura varias semanas o incluso meses, pero no es posible especificar un periodo de tiempo exacto. En general, es necesaria la realización de mayor número de ECAs, con un mayor número de pacientes y mejor calidad metodológica, atendiendo al aspecto del “doble ciego” y correcta aleatorización, que permitan corroborar los resultados favorables que la osteopatía parece arrojar en la mejora del dolor en los síndromes de DPC.

La evidencia todavía es limitada, aunque con unos hallazgos preliminares positivos que dependerán de la calidad y cantidad de la investigación osteopática para su confirmación.

RECUERDEN;

Dentro de la osteopatía no entendemos de enfermedades ni lesiones como tal y por tanto no las tratamos, de lo que hablamos es de alteraciones estructurales o problemas de restricciones de movilidad o funcionales en el cuerpo que son las bases de la Osteopatía y este no es un caso distinto a otros tantos en los que ayudamos a la gente con sus problemas.

Un estudio biomecánico profundo por parte del Osteópata, podrá determinar el origen de dicho dolor, y aplicando las correcciones osteopáticas oportunas, eliminar o mitigar los dolores en el peor de los casos, siempre que la estructura sea el origen de la causa.