Diana Llorens, Periodista
Las tasas de soledad entre los jóvenes han aumentado desde la aparición de los primeros smartphones en 2007, según sugieren los especialistas de la Universidad de Harvard. ¿Por qué ocurre?
Pasar tiempo a solas tiene
algunas ventajas: mejora el autoconocimiento y la autorreflexión, fomenta la
independencia y ayuda al desarrollo personal. Incluso puede despertar la
creatividad. De hecho, muchos artistas, escritores e inventores encuentran en
la soledad una valiosa fuente de inspiración. Pero la soledad también se ha
vinculado con diversos problemas de salud, como un mayor riesgo de enfermedades
cardiovasculares.
Lo cierto es que somos seres
sociales y mantener relaciones e interacciones sociales saludables es crucial
para el bienestar general. Lo ideal es mantener un buen equilibrio entre la soledad
y las relaciones sociales. Sin embargo, de acuerdo con una encuesta llevada a
cabo en 2021 por investigadores de Harvard en 950 estadounidenses, el 38% está
en una situación de soledad grave y el 61% de ellos tienen entre 18 y 25 años.
Y una de las causas más importantes podrían ser los smartphones y ordenadores.
MÁS SOLEDAD EN LOS JÓVENES
La pandemia y el
confinamiento tuvieron un gran impacto en la salud mental y, aunque sus efectos
emocionales poco a poco van desapareciendo, sin duda algunos de nuestros
hábitos han cambiado, como el hecho de que nos comuniquemos más desde las
pantallas. Ejemplo de ello es el aumento del teletrabajo o de las
videollamadas. Pero las elevadas tasas de soledad entre los jóvenes no pueden
achacarse solo a la pandemia.
De hecho, de acuerdo con un
estudio sobre la soledad en jóvenes publicado en Personality and Social
Psychology Bulletin de 2015, las tasas de soledad entre los estudiantes de
secundaria y preparatoria de EE. UU. disminuyeron de forma constante desde
finales de la década de 1970 hasta 2007. A partir de ese año, que coincide con
el lanzamiento del primer iPhone, se observa un gran repunte de las cifras. Y
es que los smartphones y las pantallas en general tienen gran parte de culpa en
que los adolescentes salgan menos, duerman menos y se sientan más solo.
No es algo que se observa
solo en EE. UU., un estudio sobre la soledad en las escuelas publicado en
Journal of Adolescence en 2021 muestra un aumento similar a partir de 2012 en
36 de los 37 países estudiados.
"La sensación de
compromiso con los demás que pueden proporcionar las redes sociales puede hacer
que sea más fácil alejarse de las actividades sociales", asegura Daphne
Holt, profesora asociada de psiquiatría de Harvard. “Y luego las comparaciones
con los demás, los 'me gusta', etc., pueden desencadenar sentimientos negativos
sobre uno mismo, lo que puede exacerbar la tendencia a aislarse”.
Aunque los datos apuntan a
las pantallas como una causa importante de la soledad en los jóvenes, no es la
única. Otras que han señalado los investigadores son: el divorcio de los
padres, un menor número de hijos, la separación geográfica de la familia, la
disminución de la inversión de tiempo en actividades sociales, la pobreza, el
bullying o la marginación debido a la orientación sexual.
EFECTOS ADVERSOS DE LA
SOLEDAD
Las investigaciones asocian
la soledad con diversos efectos negativos para la salud, como un aumento de
hasta un 40% del riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o un ataque
cardíaco recurrente, el triple de probabilidades de sufrir demencia o un
aumento de la incidencia de cáncer en etapas posteriores de la vida.
De acuerdo con Robert
Waldinger, profesor de psiquiatría de Harvard, “la soledad es un factor
estresante. Aumenta la inflamación crónica y hormonas como el cortisol y la
adrenalina y disminuye la función inmunológica. Y, el hecho de que se
correlacione con una actividad social reducida puede significar que la persona
no está expuesta ni accede tanto a comportamientos saludables”.
Por otro lado, un estudio de
2006 publicado en el Journal of Research in Personality indica que las personas
solitarias tienen una autoestima más baja y tienden a ser más tímidas, tener
más ansiedad y sentirse más incómodas en situaciones sociales.
¿Y cuál es la solución para
evitarlo? Para aquellas personas que se sienten solas, especialmente los
jóvenes que se encuentran en etapas de transición (como empezar a compartir la
vida con la pareja, tener hijos…) en momentos diferentes a los de sus amigos,
una solución puede ser simplemente salir y hacer algo: un voluntariado, asistir
a clases de algo que te guste, practicar un deporte... “Cada vez que logras que
las personas se unan a un grupo pequeño y se adhieran a él”, asegura Jacqueline
Olds, profesora asociada de psiquiatría de Harvard, “puede sumar años a sus
vidas”.
En los niños en edad
escolar, un enfoque que ha mostrado resultados positivos es la educación social
y emocional, mediante actividades adaptadas a la edad para enseñar habilidades
sociales.
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