lunes, 2 de diciembre de 2019

LA OSTEOPATÍA AYUDA A TU HIJO



¿A qué niños puede ayudar la Osteopatía y cuáles son las afecciones frente a las que se obtienen buenos resultados? En EE.UU., patria de la Osteopatía, se exploró desde un punto de vista osteopático a 1.250 recién nacidos. Apenas un diez por ciento de los niños presentó unos trastornos claros, otro diez por ciento podría definirse como sano. ¿Qué ocurre con el ochenta por ciento restantes? Precisamente en estos últimos se centra la atención de los osteópatas; los niños que, en un sentido tradicional, no están enfermos, pero quizá “trastean” más que los otros, son más gritones, regurgitan después de comer, no pueden conciliar el sueño, siempre están resfriados, sinusitis, dolor de cabeza, estrabismos, otitis, migraña, desviación del tabique nasal, deformidades del cráneo, oclusión defectuosa, tortícolis congénita, vómitos, estreñimiento, y un largo etc.

Las causas de estos trastornos pueden ser muy diferentes, pero en muchos casos el osteópata puede averiguar las limitaciones del movimiento en el niño, que tal vez sean la causa de los trastornos. El osteópata puede solucionar estas limitaciones en el movimiento y el resultado es a menudo asombroso. Los trastornos pueden desaparecer en muy poco tiempo.

La Osteopatía está atenta al lenguaje gestual del lactante y del niño; la observación es primordial. Se Expresa a través de la postura y la coordinación. Podemos observar, mediante sus reacciones frente a un nuevo elemento exterior, si se encuentra en un sistema defensivo (se repliega en sí mismo) o en un sistema de abertura (viene hacia nosotros, intenta comunicarse, sonríe). Para un bebé una simple mirada puede provocar alegría, o por el contrario, miedo. Las reacciones de los bebés, especialmente cuando cambian de posición, son instructivas: algunos se ponen rígidos, otros se deshacen en sonrisas y se relajan con toda confianza.

Alexander Lowen, médico y psicoterapeuta estadounidense, ya fallecido, conocido principalmente por sus estudios sobre análisis bioenergético; describe al niño como una burbuja de emociones que flota al ritmo de las emociones buenas o malas.

Cuando un osteópata trata a un niño, actúa a menudo de una manera preventiva: evita que pequeños trastornos se traduzcan en enfermedades reales. Ésta es una de las grandes ventajas de la Osteopatía.

Francesc Pérez
Titulado Superior en Osteopatía
por la universidad del Escorial y Paris



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