Claudina Navarro Walter;Fisioterapeuta y periodista.
Dr. Pablo Saz;Médico naturista. Investigador en la Universidad de Zaragoza.
Durante años se ha repetido que el origen de la depresión se encuentra en la química cerebral, en concreto, en una baja producción o actividad de la serotonina, pero un estudio lo pone en duda.
La depresión probablemente
no es causada por un desequilibrio químico en el cerebro, según un estudio
publicado en la revista Molecular Psychiatry.
Durante tres décadas, los
psiquiatras han insistido en que la depresión es causada por un desequilibrio
químico en el cerebro, en concreto, por una deficiencia del neurotransmisor
serotonina. Sin embargo, esta teoría no tiene respaldo científico.
LA TEORÍA DE LA SEROTONINA
HA SIDO APOYADA POR LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA
Aunque se propuso por
primera vez en la década de 1960, la teoría de la depresión y la serotonina comenzó
a ser ampliamente promovida por la industria farmacéutica en la década de 1990
en asociación con sus esfuerzos por comercializar una nueva gama de
antidepresivos, conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina o ISRS.
La idea también fue
respaldada por instituciones oficiales como la Asociación Estadounidense de
Psiquiatría, que todavía hoy sostiene que "las diferencias en ciertas
sustancias químicas en el cerebro pueden contribuir a los síntomas de
depresión".
Innumerables médicos han
repetido el mensaje en todo el mundo, en sus consultorios
privados y en los medios de comunicación. Los pacientes con depresión han
estado tomando antidepresivos para corregir un supuesto desequilibrio químico
en el cerebro que les estaba causando la depresión.
Sin embargo, durante mucho
tiempo también han existido científicos que han llamado la atención sobre la falta
de evidencia para respaldar la idea de que la depresión es el resultado de
una serotonina anormalmente baja o inactiva.
Es cierto que al tomar
medicamentos antidepresivos pueden mejorar los síntomas (aunque son solo algo
más eficaces que los placebos), pero esto no confirma que la causa de la
depresión esté relacionada con la serotonina. Hay otras explicaciones para los
efectos de los antidepresivos. Estos medicamentos aplanan o adormecen las
emociones, lo que influye en la evolución del estado de ánimo.
NO HAY PRUEBAS DE UN
DESEQUILIBRIO EN LA SEROTONINA
Investigadores de varias
universidades europeas han realizado una revisión de los estudios publicados y
han llegado a algunas conclusiones. Una de ellas es que no se ha probado la
existencia de niveles diferentes de serotonina en el cerebro de las personas
con y sin depresión.
Tampoco existen diferencias
en los receptores celulares de la serotonina. Incluso, existen indicios de que
la actividad de la serotonina aumenta en las personas con depresión, que es lo
contrario de lo que se esperaría. El hecho de que la mayoría de los pacientes
participantes en los estudios hayan tomado medicamentos antidepresivos podría
explicar este hecho contradictorio.
Los estudios muestran
asimismo que no se puede inducir la depresión provocando una reducción en los
niveles de serotonina. Tampoco hay pruebas de la asociación entre las
variaciones del gen que ordena la producción del transportador de la proteína y
la incidencia de la enfermedad.
LA DEPRESIÓN PUEDE TENER SU
ORIGEN EN EVENTOS ESTRESANTES
En cambio, sí existen
pruebas sólidas para establecer una relación entre haber sufrido eventos
estresantes en la vida y un mayor riesgo de depresión.
Los autores del estudio
ponen en duda la utilidad de los medicamentos antidepresivos. Se supone que los
fármacos actúan a través de sus efectos sobre la serotonina y sobre la
noradrenalina. Pero la evidencia de la participación de la noradrenalina en la
depresión es aún más débil que la de la serotonina.
Si el efecto de los
antidepresivos se debe al adormecimiento emocional que provocan, no está claro
que hagan más bien que mal, dicen los autores.
Los investigadores añaden
que los pacientes de depresión pueden caer en el pesimismo al suponer que la
causa de su enfermedad es un desequilibrio químico cerebral.
Es importante que la gente
sepa que la idea de que la depresión resulta de un “desequilibrio químico” es hipotética,
explican. Aunque se desconoce el efecto de los antidepresivos sobre el cerebro,
advierten que los pacientes no deben dejar de tomar los medicamentos sin hablar
antes con el médico.
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