Montse Cano, Periodista especializada en periodismo medioambiental y de salud.
Un nuevo libro recoge una selección de bosques de todo el mundo donde practicar el shirin yoku o baños de bosque. Estos son algunos de España y Europa que nos quedan cerca.
¿Sabías que veinte árboles
producen todo el oxígeno que necesita una persona a diario? Necesitamos los
bosques para vivir, pues son fundamentales para eliminar el CO2 de la
atmósfera, retienen la tierra evitando su erosión, atraen la lluvia, tan
necesaria, y contrarrestan el calor extremo, cada vez más frecuente. Y nada
mejor cuando tenemos un descanso que realizar baños de bosque para llenarse de
bienestar y salud y compensar nuestro déficit de naturaleza.
La periodista Marta
Rodríguez Bosch, en su libro Retorno al bosque, recoge todos los beneficios de
adentrarse entre los árboles e incluye una guía detallada de 60 bosques únicos.
Costa Rica, Brasil, Nueva
Zelanda, México, Perú, Japón… albergan tesoros verdes que nos reconectan con
nuestra esencia. Pero también tenemos bosques extraordinarios mucho más cerca,
bosques con una gran variedad de especies y ejemplares muy antiguos. Esta es
una selección de algunos de esos bosques en los que se respira bienestar y en
los que podrás disfrutar de revitalizantes baños de bosque:
BOSQUE DE MUNIELLOS
(ASTURIAS)
El Parque Natural de
Muniellos, situado dentro del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña
e Ibias, en Asturias, es el mayor robledal de España y uno de los mejor
conservados. Se considera una reserva natural integral, declarada como Reserva
de la Biosfera de la Unesco.
En sus 2.695 hectáreas,
regadas por el río Muniellos, un afluente del Narcea, puedes contemplar
numerosos ejemplares del majestuoso roble albar, predominante en este bosque,
pero también tejos, hayas, abedules y acebos. Algunos de los robles son
impresionantes y pueden llegar a tener hasta seis metros de diámetro.
Para acceder al bosque hay
que reservar plaza, pues la entrada esta está limitada a 20 personas al día y
solo una vez al año.
BOSQUES DE LA SIERRA DE LAS
NIEVES (MÁLAGA)
El bosque de la sierra de
las Nieves, parque natural situado en el extremo suroeste de la cordillera
Bética, en Málaga, destaca por ser la mayor extensión de pinsapos de la
península Ibérica.
El pinsapo es un abeto
mediterráneo, "una reliquia botánica de la época glaciar", explica la
autora de la guía Retorno al bosque. Algunos de los ejemplares de la sierra de
las Nieves cuentan con 350 años de antigüedad. Con cimas de casi 2.000 metros
de altura, cuenta también en las zonas más bajas con alcornoques, encinas,
algarrobos y castaños.
En la sierra de las Nieves
crecen también más de un centenar de tejos, algunos de los cuales pueden
alcanzar los 700 años de edad. Estos árboles tan antiguos se encuentran a entre
los 1.300 y 1.700 metros de altitud, en los términos de Ronda y Tolox.
BOSQUES
DE GARAJONAY (LA GOMERA)
En la Gomera, estos bosques
de laurisilva, conocidos como selva de Garajonay, ocupan casi el 10% de la
superficie de la isla.
La laurisilva canaria, un
tipo de bosque subtropical húmedo, es una joya verde conservada desde tiempos
remotos con más de 700 especies catalogadas, entre ellas laurel, naranjero
salvaje, sanguino, tilo o viñátigo. El musgo adherido a los árboles junto a las
habituales brumas le dan un aire de bosque encantado.
SELVA DE IRATI (NAVARRA)
La selva de Irati es uno de
los hayedos mejor conservados de Europa y el segundo en tamaño. En su interior
se halla la Reserva Integral Lizardoia, con un bosque virgen de hayedos y
abetos, y considerada Patrimonio de la Humanidad. Se puede acceder desde el
embalse de Irabia.
BOSQUE GRUMSINER (ALEMANIA)
El bosque de Grumsiner, en
Alemania, es un paisaje verde de más de 10.000 años con profundos valles
salpicados de lagos y bosques donde abundan las hayas.
BOSQUES DE DURRESTEIN
(AUSTRIA)
El bosque más extenso de
Austria guarda en su seno el bosque de Rothwald, un paisaje de abetos, pinos y
hayas que permanece intacto desde la última glaciación.
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