[ REVISIÓN ]
Lorena Gamarra Herraiz (PT, DO).
Del 4 de noviembre de 2021.
Introducción: La
plagiocefalia deformacional o posicional, es una malformación (asimetría) del
cráneo, ocasionada por una presión constante ejercida en una misma región. Tras
la campaña conocida como “Back to sleep” para intentar disminuir el número de
casos de “muerte súbita del lactante”, se comenzaron a observar un aumento de
las deformaciones craneales conocidas como “plagiocefalias posicionales
posteriores u occipitales”.
Objetivos: Analizar la
evidencia científica más reciente sobre la efectividad de la osteopatía en la
plagiocefalia posicional o deformacional.
Material y métodos: Se ha
realizado una búsqueda bibliográfica de artículos en cuatro bases de datos
(Pubmed, google scholar, PEDro y Cochrane). Se han utilizado los descriptores
osteopatía, “plagiocefalia no sinostótica o posicional” y “manipulaciones
musculoesqueléticas”.
Fueron incluidos estudios publicados en los
últimos 15 años, en inglés, castellano o francés, realizados en humanos y cuyos
tipos de estudio sean casos clínicos, revisiones y estudio de casos, tesis
doctorales y guías clínicas de tratamiento. Fueron seleccionados 9 ensayos
clínicos, 2 estudios observacionales y 8 revisiones.
Resultados: Las técnicas
de terapia manual más utilizadas son los ejercicios de potenciación del
desarrollo motor, movilizaciones activas y pasivas de la columna cervical,
flexibilización y estiramiento del esternocleidomastoideo, y técnicas
específicas de osteopática.
La osteopatía sí sería un método de tratamiento
eficaz en la plagiocefalia, sobre todo en los grados menos severos de la
patología. Por otro lado, las medidas de reposicionamiento resultan ser muy
beneficiosas siempre y cuando se han comenzado a realizar 6-8 semanas tras el
nacimiento.
Conclusiones: es
recomendable realizar un seguimiento del bebé desde su nacimiento, pudiendo así
realizar un diagnóstico precoz y comenzar con el tratamiento con la mayor
brevedad posible, mejorando su evolución.
Consideramos oportuno que se realicen más
estudios profundizando en este tema, para aportar una intervención osteopática
adecuada de mayor calidad y asertividad para el bien de los pacientes.
INTRODUCCIÓN
Las deformaciones del cráneo en el recién nacido
se relacionan con dos patologías: craneosinostósis (cierre prematuro de una o
más suturas) o plagiocefalia deformacional o posicional.
Se trata de una malformación (asimetría) del
cráneo, ocasionada por una presión constante ejercida en una misma región. La
naturaleza de la plagiocefalia es benigna, pudiendo tratarse de una impactación
o solapamiento de los rebordes de las placas óseas. Como resultado de dicha
lesión se produce una deformidad craneal oblicua y asimetrías craneofaciales
secundarias a esta y el compromiso de las estructuras vasculonerviosas en
relación con los huesos afectos.
Bajo el concepto osteopático, la plagiocefalia
produce, principalmente afectación de la sincondrosis esfenobasilar, alteración
global de la mecánica craneal, patología membranosa intracranal e intraespinal,
alteraciones de la articulación temporomandibular, posible actitud escoliótica
dorsolumbar, posibles alteraciones auditivas, posibles alteraciones visuales,
posibles alteraciones en el habla, posibles alteraciones en el aprendizaje,
posibles alteraciones en el desarrollo psicomotor, posibles secuelas del
sistema nervioso central (macrocefalia, hidrocefalia, infecciones…), y posible
platibasia asociada (aplanamiento de la base del cráneo), que puede asociarse
con otras anomalías como la impresión basilar.
El adecuado diagnóstico diferencial ante una
deformidad craneal en un reciénnacido o lactante es fundamental para discernir
entre las deformidades posturales, una condición leve y con mínimas
repercusiones pronósticas, y las verdaderas craneosinostosis, producidas por el
cierre precoz de una o más suturas craneales que requieren, la mayoría de las
veces, un tratamiento quirúrgico complejo y precoz.
Las técnicas osteopáticas en la plagiocefalia
pretenden suprimir los solapamientos e imbricaciones que frenan el crecimiento
óseo, desimbricar suturas, estimular la remodelación de los huesos implicadosy
normalizar el tono de la musculatura cervical. Igualmente, es recomendable
enseñar a los padres a colocar al bebé en posición supina para dormir, pero
alternando las posiciones.
En el caso de la plagiocefalia grave, en
ocasiones se debe acudir a cirugía craneofacial, con el posterior tratamiento
manual conservador.
Hasta 1992 se acostaba a los niños en decúbito
prono, pero tras la campaña en USA de la Academia Americana de Pediatría, “Back
to sleep”, en la que se recomendaba acostar a los bebés en decúbito supino para
prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante, empiezan a aparecer casos
de plagiocefalia posicional occipital. Sin embargo y ya por la misma época, se
comenzaron a publicar en USA los primeros datos del alarmante aumento de las
deformaciones craneales conocidas como “plagiocefalias posicionales posteriores
u occipitales” y que sin duda está en relación con esta campaña y, por
consiguiente, con el hábito ya bien establecido de que los lactantes duerman
sobre sus espaldas.
Entre el 5 y el 16% de los recién nacidos en
España, presentan plagiocefalia posicional. Según otro estudio, la incidencia
de la plagiocefalia es variable, y se ha estimado ser tan baja como 1 de cada
300 nacidos vivos y tan alta como 48% de los lactantes menores de 1 año14. En
contraste, la incidencia de craneosinostosis lambdoidea aislada es bastante
rara, estimándose en 3 de cada 100.000 nacimientos (0.003%).
En un estudio epidemiológico (15) se observó que
el motivo principal de consulta fue la propia deformación craneal. Aparte de la
deformación craneal, la mayoría de los niños con aplanamiento occipital
presentaban áreas de alopecia localizada que marcaban la zona de apoyo.
En la mayoría de los pacientes la exploración
neurológica fue normal, excepto en los casos con patologías asociadas.
La Organización Mundial de la Salud determinó que
no es posible encontrar la causa concreta de casi el 50% de las enfermedades
congénitas. Sin embargo, sí que se puede establecer una clasificación
agrupándolas por los factores de riesgo que pueden provocarlas.
A la hora de tomar una decisión de tratamiento,
debe tenerse en cuenta el coste elevado de un casco (750 a 3.500 euros), siendo
en ocasiones necesarios dos por paciente, algo que no es financiado en la
actualidad en algunas comunidades autónomas.
El objetivo principal de este estudio es analizar
la evidencia científica en la literatura existente sobre la efectividad del
tratamiento osteopáticoen la plagiocefalia. Los objetivos secundarios serían
describir cuales son las variables de medida más utilizadas en los distintos
estudios para la evaluación y el tratamiento de la plagiocefalia posicional y
comparar los distintos tipos de tratamiento de la plagiocefalia posicional que
aparecen en los artículos seleccionados, y su eficacia sobre el paciente.
MATERIAL Y MÉTODOS
Diseño del estudio
Se ha realizado una revisión de la literatura
existente sobre la efectividad del tratamiento osteopático en la plagiocefalia
siguiendo el formato PRISMA (Preferred Reported Items for Systematic Reviews
and Meta-Analysis).
Estrategia de Búsqueda
Se ha llevado a cabo una búsqueda en las bases de
datos Pubmed, Google Scholar, Cochrane Library y PEDro en marzo de 2021. Los
descriptores empleados han sido “osteopathic medicine”, “plagiocephaly”,
“manipulation, osteopathic” y “musculoskeletal manipulation”.
Criterios de selección de
los estudios
Se han incluido en la revisión ensayos clínicos
aleatorizados y estudios observacionales en los que se apliquen al menos 3
sesiones de tratamiento osteopático en niños con plagiocefalia de menos de un
año. Los grupos de estudio debían estar conformados por al menos 10 sujetos por
grupo, y debían realizar un seguimiento de al menos un mes post-tratamiento.
También se incluyeron revisiones sistemáticas de estudios que respetaran estos
mismos criterios. Además, sólo se incluyeron estudios en inglés, español y
francés. Fueron excluidos de la revisión aquellos estudios en los que el
tratamiento osteopático se aplicara conjuntamente a tratamiento ortésico,
estudios en los que el tratamiento osteopático se aplique posterior a una
cirugía, estudios en sujetos con más de 1 año y estudios en los que los sujetos
presentasen patologías previas o asociadas.
Evaluación de la calidad de
los estudios
El análisis de la calidad de los estudios se ha
realizado mediante las escalas PEDro, STROBE y AMSTAR, en función de la
tipología de estudio.
RESULTADOS
Se han incluido en esta revisión 19 artículos: 9
ensayos clínicos, 2 estudios observacionales y 8 revisiones.
En cuanto al número de pacientes, osciló entre 12
y 4378.
Todos los estudios incluyen niños con
plagiocefalia posicional que fue diagnosticada antes de cumplir el primer año
de edad. La tipología de estudios encontrados es diversa, incluyendo desde
estudios prospectivos experimentales, ensayos clínicos aleatorizados y también
estudios observacionales.
El objetivo que más se repite es la evaluación de
la efectividad de la terapia manual sobre la plagiocefalia sobre la terapia de
reposicionamiento o el casco craneal.
En la mayoría de ellos, la terapia manual
osteopática se aplica en combinación con la educación en cuanto a higiene
postural del bebé para padres y cuidadores.
En otros estudios se realizó el tratamiento
manual en el grupo de intervención, en comparación con un grupo control de
tratamiento simulado, en otros comparaban la terapia manual con la terapia con
casco, y algunos de ellos solo valoraron el tratamiento manual osteopático y su
efectividad.
Algunos estudios detallan el tratamiento manual
de manera más exhaustiva en el que se propuso un programa de terapia manual en
el que formaron parte 46 niños con plagiocefalia posicional. El desarrollo
motor fue evaluado por nivel de desarrollo motor descrito por Le Metayer; los
pacientes con plagiocefalia posicional leve adquirieron el hito motriz de
voltear antes que los bebés con plagiocefalia poscional moderada y severa
(según el Test de Severidad de la Plagiocefalia). Los pacientes con
plagiocefalia leve alcanzaron la sedestación sin apoyo antes que los bebés con
plagiocefalia severa. La respuesta al programa de propuesto en este estudio
estuvo condicionada por el grado de severidad de plagiocefalia.
Van Vlimmeren, siguieron el curso de la
plagiocefalia con mediciones a lo largo de los cinco primeros años (nacimiento,
7 semanas, 6 meses, 12 meses, 24 meses y 5 años de vida) de edad de los 380
niños evaluados. Al llegar a esta edad, el 80% de los niños tenían un rango
normal, había deformaciones leves en 19% de los casos, y solamente había
deficiencias graves en el 1%.
El índice de diámetro oblicuo (ODDI) disminuyó
más rápidamente en los niños que llevaron a cabo un programa de terapia manual,
sobre todo de los 6 a los 12 meses de tratamiento. La osteopatía no influiría
en el resultado a largo plazo, sino solamente en la disminución más temprana de
la severidad de la plagiocefalia.
En cuanto a la terapia manual y el
reposicionamiento, Wilbrand, comparan la eficacia de la terapia manual y la
terapia por reposicionamiento mediante una almohada. Veinticinco pacientes
fueron incluidos en la terapia con reposicionamiento, que se llevó a cabo como
único método de tratamiento, durante una duración de 6 semanas. Los otros 25
niños fueron incluidos en un programa de estiramientos cervicales y terapia
manual, con la finalidad de mejorar la movilidad cervical, y que son realizados
5 veces al día por los padres, durante el mismo periodo de tiempo.
En el grupo de estiramiento, el índice de
asimetría bóveda craneal (CVAI) disminuyó después de 6 semanas de tratamiento
de un 10,73% a un 8,64%, mientras que en el grupo de reposicionamiento con
almohada, el CVAI mejoró de un 13,13% a un 10,12%. Además, clasificaron a los
niños de ambos grupos mediante el Test de Severidad de la Plagiocefalia. En el
grupo de estiramientos, disminuyeron los niños con plagiocefalia moderada, pero
aumentaron los que tenían un grado leve; en el grupo de reposicionamiento con
almohada disminuyeron los niños con plagiocefalia severa, pero al final del
tratamiento aumentaron los pacientes con plagiocefalia leve y moderada.
Respecto a las ortesis craneales, una revisión
sistemática comparó los tres métodos para el tratamiento de la plagiocefalia
posicional. Dentro de la terapia manual, se deberían usar estiramientos pasivos
cervicales (puesto que en muchos de los estudios analizados se habla de la
implicación de la columna cervical y esternocleidomastoideo como causas de la
plagiocefalia posicional) y técnicas como Vojta o Bobath para estimular el
desarrollo motor en los niños que se encontró algún grado de retraso motor. Los
niños con un CVAI menor a 10 milímetros deberían comenzar a tratarse únicamente
con terapia manual y reposicionamiento.
La ortesis únicamente se recomendaría en casos de
plagiocefalia severa, mientras que la terapia manual y el reposicionamiento, se
aconsejarían en todos los grados de severidad de la plagiocefalia.
En otro estudio, 4378 pacientes fueron evaluados
y asignados a un tratamiento conservador, con un seguimiento hasta que
comenzaron a caminar. Las ortesis craneales llevarían a la corrección del 95%
de las asimetrías frente al 77,1% de la terapia manual. Si se realizara un
diagnóstico precoz de la plagiocefalia, la terapia manual podría ser
suficiente. En esos casos, la ortesis debería empezar solamente si los
parámetros de asimetría no mejoraran después de 4 meses.
Además, los pacientes que habían desarrollado un
ODDI, CVAI y severidad mayor al inicio del tratamiento, fueron los más
propensos a no alcanzar los objetivos planteados.
Otra revisión sistemática afirma que la ortesis
tiene una mayor eficacia que la terapia por reposicionamiento, sobre todo en
caso de plagiocefalia de grado moderado a severo. La medición del CVAI y ODDI
los métodos de evaluación de la severidad de la plagiocefalia en los estudios
incluidos de esta revisión. En algunos artículos de esta revisión se propone un
tratamiento de terapia manual para todos los niños incluidos o un programa de
estiramientos.
Cabrera-Martos, evaluaron 46 niños con
plagiocefalia severa (4-5 en la escala de Argenta) y los dividieron en dos
grupos, uno en los que se trató con terapia manual y ortesis, y un grupo
experimental donde se realizó un tratamiento de osteopatía basado en técnicas
de terapia manual. Los resultados demostraron que en ambos grupos el nivel de
asimetría fue mínimo después del tratamiento (0-1 en la escala de Argenta), y
que en el grupo tratado con osteopatía fue menor la duración del tratamiento
para conseguir los objetivos.
También fueron evaluados según su nivel de
desarrollo motor. Cabe destacar que ningún niño tenía unos valores normales de
desarrollo motor antes del tratamiento. Después del tratamiento se encontraron diferencias
significativas en el grupo experimental que siguió el protocolo de terapia
manual.
En el estudio de Kluba S., participaron 218
niños. Las deformidades craneales de los mismos fueron diagnosticadas antes de
los 4 meses de edad. Los niños fueron clasificados por el CVAI según el grado
de severidad. El 75,2% recibieron terapia manual como opción de tratamiento
(11% exclusivamente terapia maual y 68,8% con ayuda del posicionamiento).
Solamente 33 niños utilizaron el reposicionamiento como único tratamiento. La
ortesis fue recomendada en pocos casos como primera elección. Como resultado
final, se afirma que la mejor metodología de tratamiento sería comenzar con la
terapia por reposicionamiento, seguida de terapia manual si esta no es eficaz,
y en último caso, si no hay resultados favorables con las dos anteriores, la
ortesis sería la modalidad terapéutica recomendada.
En las variables resultado y los instrumentos de
medida utilizados, haygran variedad, utilizándose desde la medida de la
asimetría, ODDI20, movilidad cervical, diagonales craneales, la CVAI, la
evaluación del desarrollo del bebé, la escala Alberta, la escala Likert hasta
la encuesta a los padres.
Por otro lado, en las revisiones sistemáticas y
bibliográficas analizadas, encontramos desde 11 artículos analizados a 26. Y en
cuanto a los resultados obtenidos, en la mayoría existen buenos resultados
tanto para la terapia manual como para otros tratamientos como la terapia por
reposicionamiento o el casco. Como hemos citado anteriormente, resulta de mejor
elección la terapia manual en los casos leves y/o moderados, y la terapia con
casco en los casos más graves o en los que la terapia manual ha fracasado.
Muchos de ellos, llegan a la conclusión de los
sesgos encontrados en los artículos analizados, con tamaños de muestra muy
pequeños, o con muchas limitaciones en los estudios, por lo que muchos de ellos
llegan a la conclusión de la necesidad de realizar mayor número de estudios y
revisiones sobre el tema en cuestión.
DISCUSIÓN
El objetivo del presente estudio era conocer la
efectividad de la osteopatía en la plagiocefalia posicional. Los dos hallazgos
comunes a todos los estudios son que ninguna modalidad de tratamiento manual ha
reportado efectos secundarios perjudiciales; y que la terapia manual es
efectiva y debería estar siempre incluida en el programa de tratamiento de la
plagiocefalia.
En la revisión de Paquereau, la gran mayoría de
los artículos incluidos en la revisión sistemática se centran en un tratamiento
basado principalmente por casco ortésico. Sin embargo, solo dos estudios que
defienden el tratamiento con casco ortésico extienden el seguimiento de los
sujetos más allá de la fecha de finalización de los programas de plagiocefalia.
Es decir, que no se puede afirmar con certeza si la reducción de la asimetría
craneal obtenida con la ortesis craneal se mantiene en el tiempo.
Además, varias revisiones cuestionan a algunos
autores de que puedan existir conflictos de interés, ya que tendrían vínculos
con algunas empresas de ortopedia. Como conclusión, se expone que la prevención
de la plagiocefalia es esencial, que el uso de caso ortésico parece ser
beneficioso en casos de plagiocefalia de moderada a severa, que los
dispositivos que ayudan durante el sueño parecen interesantes pero es necesaria
más evidencia científica, y que el seguimiento de la corrección de la
plagiocefalia una vez terminado el tratamiento de la misma debería tomarse más
en serio para garantizar una resolución absoluta y poder afirmar así al 100%
los beneficios de la terapia utilizada.
En relación a la terapia de casco, un estudio30
parece llegar a la misma conclusión que el anterior. Es decir, que es
beneficiosa (según alguna serie de casos) en plagiocefalia de moderada a
severa. Sin embargo, no menciona el coste del casco, lo cual influye en la
decisión de gestión debido a la implicación de los recursos. En relación al
tratamiento osteopático, las técnicas utilizadas se describen muy poco, siendo
mínimamente reproducibles.
Más concretamente, la terapia de reposicionamiento
parece ser beneficiosa (según alguna serie de casos) para casos de
plagiocefalia media. Asimismo, unensayo clínico mostró también una mejoría para
el grupo que recibe tratamiento basado en un programa de terapia manual
(formado por ejercicios para reducir la posición de preferencia y para
estimular el desarrollo motor, además de ofrecer consejo a los padres sobre
medidas de posicionamiento) en niños con edad menor a 6 meses, que el grupo que
recibe únicamente atención habitual. Además, menciona el riesgo de desarrollar
mayor plagiocefalia posicional si no son tratados (según un caso dentro del
grupo control). Por ello, considera que es totalmente necesario el comenzar un
tratamiento a tiempo, ya que la plagiocefalia posicional no se ve disminuida por
la ausencia de preferencia de posición a la edad de 6 meses. Por otro lado, la
bibliografía que se incluye que habla de la terapia de casco, la consideran la
más beneficiosa. Sin embargo, se trata de estudios de entre el 1997 y 2010
(siendo solo dos de este último año), considerándose dicha información poco
actualizada.
En relación a la importancia de comenzar un
tratamiento lo antes posible en bebés con plagiocefalia, Kluba, exponen que
existe una controversia ya que los padres no hacen frente a tomar una decisión
a favor o en contra de un tratamiento para la plagiocefalia de su bebé, puesto
que no saben qué es lo mejor para su hijo. Esto es importante ya que los
beneficios de algunos tratamientos están marcados por la edad a la que se
comiencen, siendo necesario que el tiempo entre la detección y el comienzo de
la terapia sea el menor posible. Por eso defiende la derivación a un
especialista una vez identificado el problema, y el uso simultáneo de varios tratamientos
(cuando sea necesario).
En relación al tratamiento, muy pocas veces se
utilizaron únicamente medidas de posicionamiento. Siempre fueron combinadas con
terapia adicional (fisioterapia y/u osteopatía).
De hecho, considera que los tratamientos de fisioterapia
y de osteopatía pueden realizarse de manera simultánea a la terapia de casco
(en aquellos casos que sea necesario). Sin embargo, no se puede establecer el
beneficio que tienen dichos métodos en el tratamiento de cada grupo, ya que en
el estudio no se muestran los resultados de mejora o de resolución total del
problema.
Por último, el estudio de Núñez Prado, abarca
todos los temas relacionados con la plagiocefalia posicional, con el
tratamiento que propone, basado en pautas posturales y en técnicas
osteopáticas, obteniendo una mejora de la asimetría y diagonales craneales.
En el estudio prospectivo de Cabrera-Martos, se
incluye en el tratamiento de la plagiocefalia el uso complementario de una
toalla enrollada para colocar debajo de la cabeza del bebé cuando está boca
arriba con el objetivo de disminuir las presiones craneales. Dicha toalla se
puede utilizar también en las posiciones de boca abajo, sedestación y lateral,
para mantener la posición deseada. Una de las limitaciones del estudio, es que
no presenta aleatorización. Sin embargo, no se considera relevante ya que el
objetivo del autor es comparar los resultados obtenidos en relación a la
severidad de la deformidad craneal de los bebés, siendo por tanto
contradictoria una distribución aleatoria. Otra limitación es la ausencia de
grupo control, que por la misma razón que la explicada en la limitación
anterior, no tiene sentido incluirlo ya que la evolución se compara en función
del grado de plagiocefalia.
Wilbrand, también incluyen en el plan de
tratamiento de uno de los grupos (grupo control) el uso de una ayuda técnica
(almohada de BabyDorm). Comparando los resultados con el otro grupo, en algunos
casos fue más beneficioso que el uso de estiramientos unido a mantener al bebé
más tiempo boca abajo. Sin embargo, dichos resultados presentan un componente
subjetivo muy alto, ya que no se sabe hasta qué punto los padres del grupo
intervención llevaron a cabo el plan de tratamiento propuesto, lo cual no se
evaluó de ninguna forma (se realizó una entrevista a los padres una vez
terminado el tiempo de tratamiento para asegurar o no su cumplimiento, pero no
durante el proceso, y los datos no están especificados en el estudio).
Además, tampoco se midió el rango de movimiento
cervical existente al iniciar el tratamiento de los bebés del grupo control,
por lo que no se sabe hasta qué punto el plan de tratamiento propuesto basado
en estiramientos era el más efectivo para esos lactantes.
Algunos lactantes pequeños con preferencia
posicional y deformidad craneal, pueden progresar a una deformidad más grave a
pesar de que la preferencia de posición se resuelva a la edad de 1 año. Existe
un consenso general de que, con las terapias conservadoras actuales, la mayoría
de los casos se han resuelto a los 2 años de edad.
Neonatos que han sido tratados con terapias
físicas y medidas de posicionamiento, han tenido una alta tasa de mejora, que
continúa a medida que el bebé va creciendo.
En relación a la terapia de casco, parece ser más
beneficiosa en casos de plagiocefalia de moderada a severa.
Van Vlimmeren, exponen diversas terapias
conservadoras que pueden emplearse en el bebé cuando existe deformidad craneal,
siendo generalmente beneficiosas si se aplican entre los 2 y los 8 meses de
edad.
El objetivo de la terapia física es aconsejar a
los padres sobre el manejo y colocación del bebé en posiciones específicas,
para diseñar un programa de tratamiento en el hogar. En caso de tortícolis, se
recomiendan ejercicios de estiramientos activos y pasivos, siendo beneficioso si
se inician de manera previa a los 3 meses.
Los resultados obtenidos por Lessard, fueron muy
favorables en niños con edad menor a los 6,5 meses, utilizando la terapia
osteopática. Se obtiene una diferencia significativa en el valor de asimetría
craneal, así como en la asimetría de la base craneal y en el valor de asimetría
transcraneal, todas ellas entre la primera y la tercera evaluación. Se
considera importante mencionar que, dentro del plan de tratamiento, se incluye el
asesoramiento a los padres sobre posicionamiento y estimulación (realizando
sesiones prácticas con ellos y dándoles información por escrito).
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en dicho
estudio no hubo grupo control. La ausencia de comparativa entre grupos hace
necesario realizarla entre evaluaciones, lo cual es factible ya que todos los
sujetos completaron el proyecto, con las tres evaluaciones. Como ya se comentó
anteriormente, Kluba, especifican que fueron pocas las veces que se realizó un
tratamiento basado únicamente en reposicionamiento.
Aproximadamente el 90% fueron tratados con dicha
terapia, y el 75,2% recibieron adicionalmente fisioterapia y osteopatía. En
relación al tiempo de retardo para recibir tratamiento, no hubo diferencias
significativas entre los grupos. Sin embargo, dentro de los que recibieron un
tratamiento adicional (75,2% de todos los sujetos incluidos en el estudio y el
80,3% de los sujetos del grupo de la terapia de casco) el retardo fue mayor.
Es decir, que más de tres cuartos de los sujetos
del grupo que usó caso ortésico, también recibió esa terapia adicional. Aunque
no se puedan sacar conclusiones sobre los beneficios de estos métodos de
tratamiento (ya que no se muestran los resultados de mejora o resolución
total), este estudio demuestra que se pueden combinar varias terapias siempre y
cuando sea necesario, siendo el plan de tratamiento dependiente, entre otras,
de la edad del bebé a la que se detecte la plagiocefàlia Amiel-Tison, concluyen
que la osteopatía en el tratamiento de la deformidad craneal está ganando
reconocimiento por los esfuerzos de rigor en la presentación del método y la
demostración de la eficacia.
No debería ser visto como un lujo sino como
necesidad para el futuro morfológico y funcional del niño. Por ello, sería
bueno que cada pediatra tuviera una lista de direcciones para comunicar a los
padres acerca de los osteópatas y hablar con ellos de cuál sería la mejor forma
de proceder con el abordaje de la plagiocefalia de su bebé.
Los resultados obtenidos por Núñez Prado, con la
terapia osteopática para el tratamiento en niños de entre 0 y 11 meses, también
son favorables. Los sujetos fueron evaluados por la escala Likert (evaluados
por los padres), y se obtuvo una mejora del 47,6% en el grupo control y del
94,4% en el grupo intervención.
También fueron evaluados por un terapeuta
profesional, mostrando una mejora del 28% en el grupo control y del 100% en el
de intervención. Sin embargo, en relación a las medidas diagonales, ambos
grupos mostraron una mejora positiva (77,8% el grupo control y 64,7% el grupo
intervención) pero sin diferencia significativa.
Además, el seguimiento fue casi completo, ya que
6 abandonaron antes de terminar el proyecto, y 4 no lo terminaron debido a una
dificultad en la medición. Según los resultados de Ibáñez Pradas, las
recomendaciones son ineficaces frente al tratamiento osteopático en casos de
plagiocefalia grave. La prevalencia de plagiocealia pasó de 55 al 30% en el
grupo de intervención y de 63 al 56% en el grupo control, a los 6 meses; y a
los 12 meses era de 24% en el grupo intervención y de 56% en el grupo control.
Dentro del programa se incluyeron ejercicios y estímulos para el desarrollo
motor. Pero cabe destacar que es posible que se produjera una pérdida de
enmascaramiento, ya que se procedió al cegamiento de los 6 fisioterapeutas
pediátricos, los cuales estaban formados por los 2 autores principales del
estudio (que no fueron cegados y que también participaron en las evaluaciones).
Aun así, los autores proponen que esta
información sea considerada por el pediatra, de manera que en caso de que la
deformidad persista o aumente tras recibir las recomendaciones mencionadas, el
paciente debe ser remitido al servicio de rehabilitación.
Uno de los mejores indicadores del crecimiento
normal del lactante es evaluar su desarrollo motor. La capacidad de moverse
implica un cambio sustancial en la capacidad del bebé para interactuar con el
medio ambiente. El rastreo y ponerse de pie son dos habilidades clave para
adquirir la autonomía motriz del lactante. Además, el rastreo ofrece un estado
de coordinación ojo-mano, el procesamiento vestibular, la mejora del
equilibrio, la percepción espacial, la capacidad propioceptiva, etc.
En conclusión, la bibliografía existente en la
literatura se centra sobre todo en el estudio de otros tratamientos de la
plagiocefalia posicional, sobre todo el uso de ortesis, además de que el número
de publicaciones sobre el tema de estudio en la actualidad es reducido.
En esta revisión bibliográfica se recogen 19
artículos de diferentes características. En general, el número de participantes
en los estudios es amplio.
En la mayoría de los estudios, la heterogeneidad
de las muestras en cuanto a la edad del inicio del tratamiento, el tiempo de
tratamiento realizado, el grado de severidad de la plagiocefalia y la falta de
unanimidad en cuanto a los criterios diagnósticos y de evaluación, pueden suponer
una limitación en cuanto a la hora de realizar una valoración común de los
mismos.
En relación a las variables resultado e
instrumentos de medida analizados en el presente trabajo, se ha observado una
gran diversidad en cuanto a la utilización de estos en el diagnóstico de la
plagiocefalia y la evaluación final de la misma. Son pocos los estudios los que
evalúan el grado de desarrollo motor, siendo la escala más utilizada en los
mismos la escala Alberta, aun así, hay muchos trabajos en los que no se
determina cuantitativamente el nivel psicomotor de los pacientes evaluados.
La evaluación objetiva de la preferencia
posicional o simetría de los bebés, que constituye uno de los factores
principales de causa de la plagiocefalia en el posparto y primeros meses de
vida del bebé, se realiza en 4 de los 19 estudios, algo que consideramos
insuficiente.
Para evaluar el grado de deformidad, el valor del
ODDI fue tomado como criterio diagnóstico en muchos artículos, al igual que el
CVAI, el CI y la medición de las diagonales craneales.
Finalmente, la escala de Likert y las encuestas a
los padres, donde se valora el grado satisfacción y preocupación de los mismos,
y que ha sido descrito como agente implicado en el desarrollo de esta
patología, es analizada en pocos estudios.
En cuanto a las técnicas de intervención, se han
encontrado gran diversidad de técnicas, desde únicamente los consejos
posturales a los cuidadores, ortesis craneales como terapia manual u
osteopatía. Dentro de la estimulación del desarrollo motor, se ha observado que
hay
buen número de artículos donde se realizan ejercicios
del mismo utilizando principalmente el juego, el seguimiento visual de objetos
para potenciar un desarrollo simétrico y la utilización de técnicas de estímulo
de las reacciones de enderezamiento. La mayoría de artículos incluidos en esta
revisión incluyen técnicas de movilización activas y/o pasivas de la columna
cervical, puesto que la limitación del rango de movimiento del cuello es una de
las disfunciones halladas con más frecuencia durante la exploración inicial del
bebé.
Cabe destacar que muchos artículos recomiendan el
uso del posicionamiento a la vez que se realiza la intervención de osteopatía,
así como el consejo y ayuda para los padres a la hora de las distintas
actividades del bebé en el día a día, para fomentar así una actuación combinada
tanto a nivel profesional como domiciliario/familiar.
En los artículos de esta revisión que comparan la
osteopatía y la terapia por reposicionamiento postural los resultados son
levemente contradictorios. Aunque en la mayoría de estudios, se concluye que la
terapia manual combinada con el reposicionamiento postural del paciente tiene
una mayor efectividad en el tratamiento de la plagiocefalia leve o moderada,
mejorando en cuanto a las escalas y encuestas a los padres, la medición craneal
y el desarrollo motor de los mismos, en cuanto a la plagiocefalia grave serían
las ortesis craneales en tratamiento de elección por su mejor evolución.
En la mayoría de los estudios, se compara entre
la terapia manual y la terapia de reposicionamiento u ortesiscraneal; las
conclusiones generales a las que llegan son que la terapia manual combinada con
terapia de reposicionamiento y educación de los padres y cuidadores resulta ser
más efectiva; y que en casos de plagiocefalia severa o en tratamiento de
osteopatía en los que no encontraron resultados, las ortesis craneales serían
el tratamiento de elección.
Por último, cabe destacar que, existen pocos
artículos en la bibliografía existente en los últimos años, los cuales
presentan una gran heterogeneidad en cuanto a las muestras, variables e
instrumentos de medida.
CONCLUSIONES
Las variables e instrumentos de estudio más
utilizados se dividirían en aquellos que evalúan la plagiocefalia desde el
ámbito de la terapia manual (nivel de desarrollo motor, valoración cervical y
asimetría o movimientos activos), y aquellos propios de exploración de la
plagiocefalia (preferencia posicional, grado de severidad y opinión de los
padres). Las técnicas de terapia manual más utilizadas son los ejercicios de
potenciación del desarrollo motor, movilizaciones activas y pasivas de la
columna cervical, flexibilización y estiramiento del esternocleidomastoideo, y
técnicas específicas de osteopática (inhibición suboccipital, técnicas de
modelado, liberación de los solapamientos, tratamiento de las suturas,
tratamiento del occipital, corrección de los strains, técnicas membranosas…).
La osteopatía sí sería un método de tratamiento
eficaz en la plagiocefalia, sobre todo en los grados menos severos de la
patología (leve a moderada) donde todavía no exista una gran deformidad o
problemas más graves como la craneosinostosis. Si se realizara un diagnóstico
precoz de esta alteración, la utilización de la osteopatía como método de
tratamiento único sería suficiente en la mayoría de los casos para lograr unos
resultados óptimos.
Por otro lado, las medidas de reposicionamiento
(combinadas o no con osteopatía), resultan ser muy beneficiosas siempre y
cuando se han comenzado a realizar 6-8 semanas tras el nacimiento, y es muy
importante aconsejar e informar a los padres acerca del manejo y colocación del
lactante. En general, es recomendable realizar un seguimiento del bebé desde su
nacimiento, pudiendo así realizar un diagnóstico precoz y comenzar con el
tratamiento con la mayor brevedad posible, mejorando su evolución. En relación
al casco ortésico, parece ser una medida beneficiosa en casos de bebés con
deformidades severas o que hayan realizado tratamientos osteopáticos con pocos
resultados, siendo los 4-5 meses de edad la más apropiada para su implantación,
y siendo mucho más efectivo en combinación con la osteopatía.
Así mismo, el tratamiento adecuado, está
determinado por la edad infantil, por la gravedad de la deformidad, y por la
respuesta que se obtenga con el tiempo al tratamiento.
RECUERDEN;
Dentro de la osteopatía no
entendemos de enfermedades ni lesiones como tal y por tanto no las tratamos, de
lo que hablamos es de alteraciones estructurales o problemas de restricciones
de movilidad o funcionales en el cuerpo que son las bases de la Osteopatía y
este no es un caso distinto a otros tantos en los que ayudamos a la gente con
sus problemas.
Un estudio biomecánico
profundo por parte del Osteópata, podrá determinar el origen de dicho dolor, y
aplicando las correcciones osteopáticas oportunas, eliminar o mitigar los
dolores en el peor de los casos, siempre que la estructura sea el origen de la
causa.
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