viernes, 23 de diciembre de 2022

LA OSTEOPATAIA Y SU EFECTIVIDAD EN EL TRATAMIENTO DE LA PLAGIOCEFALIA

[ REVISIÓN ]

Lorena Gamarra Herraiz (PT, DO).

Del 4 de noviembre de 2021.

Introducción: La plagiocefalia deformacional o posicional, es una malformación (asimetría) del cráneo, ocasionada por una presión constante ejercida en una misma región. Tras la campaña conocida como “Back to sleep” para intentar disminuir el número de casos de “muerte súbita del lactante”, se comenzaron a observar un aumento de las deformaciones craneales conocidas como “plagiocefalias posicionales posteriores u occipitales”.

Objetivos: Analizar la evidencia científica más reciente sobre la efectividad de la osteopatía en la plagiocefalia posicional o deformacional.

Material y métodos: Se ha realizado una búsqueda bibliográfica de artículos en cuatro bases de datos (Pubmed, google scholar, PEDro y Cochrane). Se han utilizado los descriptores osteopatía, “plagiocefalia no sinostótica o posicional” y “manipulaciones musculoesqueléticas”.

Fueron incluidos estudios publicados en los últimos 15 años, en inglés, castellano o francés, realizados en humanos y cuyos tipos de estudio sean casos clínicos, revisiones y estudio de casos, tesis doctorales y guías clínicas de tratamiento. Fueron seleccionados 9 ensayos clínicos, 2 estudios observacionales y 8 revisiones.

Resultados: Las técnicas de terapia manual más utilizadas son los ejercicios de potenciación del desarrollo motor, movilizaciones activas y pasivas de la columna cervical, flexibilización y estiramiento del esternocleidomastoideo, y técnicas específicas de osteopática.

La osteopatía sí sería un método de tratamiento eficaz en la plagiocefalia, sobre todo en los grados menos severos de la patología. Por otro lado, las medidas de reposicionamiento resultan ser muy beneficiosas siempre y cuando se han comenzado a realizar 6-8 semanas tras el nacimiento.

Conclusiones: es recomendable realizar un seguimiento del bebé desde su nacimiento, pudiendo así realizar un diagnóstico precoz y comenzar con el tratamiento con la mayor brevedad posible, mejorando su evolución.

 

Consideramos oportuno que se realicen más estudios profundizando en este tema, para aportar una intervención osteopática adecuada de mayor calidad y asertividad para el bien de los pacientes.

INTRODUCCIÓN

Las deformaciones del cráneo en el recién nacido se relacionan con dos patologías: craneosinostósis (cierre prematuro de una o más suturas) o plagiocefalia deformacional o posicional.

Se trata de una malformación (asimetría) del cráneo, ocasionada por una presión constante ejercida en una misma región. La naturaleza de la plagiocefalia es benigna, pudiendo tratarse de una impactación o solapamiento de los rebordes de las placas óseas. Como resultado de dicha lesión se produce una deformidad craneal oblicua y asimetrías craneofaciales secundarias a esta y el compromiso de las estructuras vasculonerviosas en relación con los huesos afectos.

Bajo el concepto osteopático, la plagiocefalia produce, principalmente afectación de la sincondrosis esfenobasilar, alteración global de la mecánica craneal, patología membranosa intracranal e intraespinal, alteraciones de la articulación temporomandibular, posible actitud escoliótica dorsolumbar, posibles alteraciones auditivas, posibles alteraciones visuales, posibles alteraciones en el habla, posibles alteraciones en el aprendizaje, posibles alteraciones en el desarrollo psicomotor, posibles secuelas del sistema nervioso central (macrocefalia, hidrocefalia, infecciones…), y posible platibasia asociada (aplanamiento de la base del cráneo), que puede asociarse con otras anomalías como la impresión basilar.

El adecuado diagnóstico diferencial ante una deformidad craneal en un reciénnacido o lactante es fundamental para discernir entre las deformidades posturales, una condición leve y con mínimas repercusiones pronósticas, y las verdaderas craneosinostosis, producidas por el cierre precoz de una o más suturas craneales que requieren, la mayoría de las veces, un tratamiento quirúrgico complejo y precoz.

Las técnicas osteopáticas en la plagiocefalia pretenden suprimir los solapamientos e imbricaciones que frenan el crecimiento óseo, desimbricar suturas, estimular la remodelación de los huesos implicadosy normalizar el tono de la musculatura cervical. Igualmente, es recomendable enseñar a los padres a colocar al bebé en posición supina para dormir, pero alternando las posiciones.

En el caso de la plagiocefalia grave, en ocasiones se debe acudir a cirugía craneofacial, con el posterior tratamiento manual conservador.

Hasta 1992 se acostaba a los niños en decúbito prono, pero tras la campaña en USA de la Academia Americana de Pediatría, “Back to sleep”, en la que se recomendaba acostar a los bebés en decúbito supino para prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante, empiezan a aparecer casos de plagiocefalia posicional occipital. Sin embargo y ya por la misma época, se comenzaron a publicar en USA los primeros datos del alarmante aumento de las deformaciones craneales conocidas como “plagiocefalias posicionales posteriores u occipitales” y que sin duda está en relación con esta campaña y, por consiguiente, con el hábito ya bien establecido de que los lactantes duerman sobre sus espaldas.

Entre el 5 y el 16% de los recién nacidos en España, presentan plagiocefalia posicional. Según otro estudio, la incidencia de la plagiocefalia es variable, y se ha estimado ser tan baja como 1 de cada 300 nacidos vivos y tan alta como 48% de los lactantes menores de 1 año14. En contraste, la incidencia de craneosinostosis lambdoidea aislada es bastante rara, estimándose en 3 de cada 100.000 nacimientos (0.003%).

En un estudio epidemiológico (15) se observó que el motivo principal de consulta fue la propia deformación craneal. Aparte de la deformación craneal, la mayoría de los niños con aplanamiento occipital presentaban áreas de alopecia localizada que marcaban la zona de apoyo.

En la mayoría de los pacientes la exploración neurológica fue normal, excepto en los casos con patologías asociadas.

La Organización Mundial de la Salud determinó que no es posible encontrar la causa concreta de casi el 50% de las enfermedades congénitas. Sin embargo, sí que se puede establecer una clasificación agrupándolas por los factores de riesgo que pueden provocarlas.

A la hora de tomar una decisión de tratamiento, debe tenerse en cuenta el coste elevado de un casco (750 a 3.500 euros), siendo en ocasiones necesarios dos por paciente, algo que no es financiado en la actualidad en algunas comunidades autónomas.

El objetivo principal de este estudio es analizar la evidencia científica en la literatura existente sobre la efectividad del tratamiento osteopáticoen la plagiocefalia. Los objetivos secundarios serían describir cuales son las variables de medida más utilizadas en los distintos estudios para la evaluación y el tratamiento de la plagiocefalia posicional y comparar los distintos tipos de tratamiento de la plagiocefalia posicional que aparecen en los artículos seleccionados, y su eficacia sobre el paciente.

MATERIAL Y MÉTODOS

Diseño del estudio

Se ha realizado una revisión de la literatura existente sobre la efectividad del tratamiento osteopático en la plagiocefalia siguiendo el formato PRISMA (Preferred Reported Items for Systematic Reviews and Meta-Analysis).

Estrategia de Búsqueda

Se ha llevado a cabo una búsqueda en las bases de datos Pubmed, Google Scholar, Cochrane Library y PEDro en marzo de 2021. Los descriptores empleados han sido “osteopathic medicine”, “plagiocephaly”, “manipulation, osteopathic” y “musculoskeletal manipulation”.

Criterios de selección de los estudios

Se han incluido en la revisión ensayos clínicos aleatorizados y estudios observacionales en los que se apliquen al menos 3 sesiones de tratamiento osteopático en niños con plagiocefalia de menos de un año. Los grupos de estudio debían estar conformados por al menos 10 sujetos por grupo, y debían realizar un seguimiento de al menos un mes post-tratamiento. También se incluyeron revisiones sistemáticas de estudios que respetaran estos mismos criterios. Además, sólo se incluyeron estudios en inglés, español y francés. Fueron excluidos de la revisión aquellos estudios en los que el tratamiento osteopático se aplicara conjuntamente a tratamiento ortésico, estudios en los que el tratamiento osteopático se aplique posterior a una cirugía, estudios en sujetos con más de 1 año y estudios en los que los sujetos presentasen patologías previas o asociadas.

Evaluación de la calidad de los estudios

El análisis de la calidad de los estudios se ha realizado mediante las escalas PEDro, STROBE y AMSTAR, en función de la tipología de estudio.

RESULTADOS

Se han incluido en esta revisión 19 artículos: 9 ensayos clínicos, 2 estudios observacionales y 8 revisiones.

En cuanto al número de pacientes, osciló entre 12 y 4378.

Todos los estudios incluyen niños con plagiocefalia posicional que fue diagnosticada antes de cumplir el primer año de edad. La tipología de estudios encontrados es diversa, incluyendo desde estudios prospectivos experimentales, ensayos clínicos aleatorizados y también estudios observacionales.

El objetivo que más se repite es la evaluación de la efectividad de la terapia manual sobre la plagiocefalia sobre la terapia de reposicionamiento o el casco craneal.

En la mayoría de ellos, la terapia manual osteopática se aplica en combinación con la educación en cuanto a higiene postural del bebé para padres y cuidadores.

En otros estudios se realizó el tratamiento manual en el grupo de intervención, en comparación con un grupo control de tratamiento simulado, en otros comparaban la terapia manual con la terapia con casco, y algunos de ellos solo valoraron el tratamiento manual osteopático y su efectividad.

Algunos estudios detallan el tratamiento manual de manera más exhaustiva en el que se propuso un programa de terapia manual en el que formaron parte 46 niños con plagiocefalia posicional. El desarrollo motor fue evaluado por nivel de desarrollo motor descrito por Le Metayer; los pacientes con plagiocefalia posicional leve adquirieron el hito motriz de voltear antes que los bebés con plagiocefalia poscional moderada y severa (según el Test de Severidad de la Plagiocefalia). Los pacientes con plagiocefalia leve alcanzaron la sedestación sin apoyo antes que los bebés con plagiocefalia severa. La respuesta al programa de propuesto en este estudio estuvo condicionada por el grado de severidad de plagiocefalia.

Van Vlimmeren, siguieron el curso de la plagiocefalia con mediciones a lo largo de los cinco primeros años (nacimiento, 7 semanas, 6 meses, 12 meses, 24 meses y 5 años de vida) de edad de los 380 niños evaluados. Al llegar a esta edad, el 80% de los niños tenían un rango normal, había deformaciones leves en 19% de los casos, y solamente había deficiencias graves en el 1%.

El índice de diámetro oblicuo (ODDI) disminuyó más rápidamente en los niños que llevaron a cabo un programa de terapia manual, sobre todo de los 6 a los 12 meses de tratamiento. La osteopatía no influiría en el resultado a largo plazo, sino solamente en la disminución más temprana de la severidad de la plagiocefalia.

En cuanto a la terapia manual y el reposicionamiento, Wilbrand, comparan la eficacia de la terapia manual y la terapia por reposicionamiento mediante una almohada. Veinticinco pacientes fueron incluidos en la terapia con reposicionamiento, que se llevó a cabo como único método de tratamiento, durante una duración de 6 semanas. Los otros 25 niños fueron incluidos en un programa de estiramientos cervicales y terapia manual, con la finalidad de mejorar la movilidad cervical, y que son realizados 5 veces al día por los padres, durante el mismo periodo de tiempo.

En el grupo de estiramiento, el índice de asimetría bóveda craneal (CVAI) disminuyó después de 6 semanas de tratamiento de un 10,73% a un 8,64%, mientras que en el grupo de reposicionamiento con almohada, el CVAI mejoró de un 13,13% a un 10,12%. Además, clasificaron a los niños de ambos grupos mediante el Test de Severidad de la Plagiocefalia. En el grupo de estiramientos, disminuyeron los niños con plagiocefalia moderada, pero aumentaron los que tenían un grado leve; en el grupo de reposicionamiento con almohada disminuyeron los niños con plagiocefalia severa, pero al final del tratamiento aumentaron los pacientes con plagiocefalia leve y moderada.

Respecto a las ortesis craneales, una revisión sistemática comparó los tres métodos para el tratamiento de la plagiocefalia posicional. Dentro de la terapia manual, se deberían usar estiramientos pasivos cervicales (puesto que en muchos de los estudios analizados se habla de la implicación de la columna cervical y esternocleidomastoideo como causas de la plagiocefalia posicional) y técnicas como Vojta o Bobath para estimular el desarrollo motor en los niños que se encontró algún grado de retraso motor. Los niños con un CVAI menor a 10 milímetros deberían comenzar a tratarse únicamente con terapia manual y reposicionamiento.

La ortesis únicamente se recomendaría en casos de plagiocefalia severa, mientras que la terapia manual y el reposicionamiento, se aconsejarían en todos los grados de severidad de la plagiocefalia.

En otro estudio, 4378 pacientes fueron evaluados y asignados a un tratamiento conservador, con un seguimiento hasta que comenzaron a caminar. Las ortesis craneales llevarían a la corrección del 95% de las asimetrías frente al 77,1% de la terapia manual. Si se realizara un diagnóstico precoz de la plagiocefalia, la terapia manual podría ser suficiente. En esos casos, la ortesis debería empezar solamente si los parámetros de asimetría no mejoraran después de 4 meses.

Además, los pacientes que habían desarrollado un ODDI, CVAI y severidad mayor al inicio del tratamiento, fueron los más propensos a no alcanzar los objetivos planteados.

Otra revisión sistemática afirma que la ortesis tiene una mayor eficacia que la terapia por reposicionamiento, sobre todo en caso de plagiocefalia de grado moderado a severo. La medición del CVAI y ODDI los métodos de evaluación de la severidad de la plagiocefalia en los estudios incluidos de esta revisión. En algunos artículos de esta revisión se propone un tratamiento de terapia manual para todos los niños incluidos o un programa de estiramientos.

Cabrera-Martos, evaluaron 46 niños con plagiocefalia severa (4-5 en la escala de Argenta) y los dividieron en dos grupos, uno en los que se trató con terapia manual y ortesis, y un grupo experimental donde se realizó un tratamiento de osteopatía basado en técnicas de terapia manual. Los resultados demostraron que en ambos grupos el nivel de asimetría fue mínimo después del tratamiento (0-1 en la escala de Argenta), y que en el grupo tratado con osteopatía fue menor la duración del tratamiento para conseguir los objetivos.

También fueron evaluados según su nivel de desarrollo motor. Cabe destacar que ningún niño tenía unos valores normales de desarrollo motor antes del tratamiento. Después del tratamiento se encontraron diferencias significativas en el grupo experimental que siguió el protocolo de terapia manual.

En el estudio de Kluba S., participaron 218 niños. Las deformidades craneales de los mismos fueron diagnosticadas antes de los 4 meses de edad. Los niños fueron clasificados por el CVAI según el grado de severidad. El 75,2% recibieron terapia manual como opción de tratamiento (11% exclusivamente terapia maual y 68,8% con ayuda del posicionamiento). Solamente 33 niños utilizaron el reposicionamiento como único tratamiento. La ortesis fue recomendada en pocos casos como primera elección. Como resultado final, se afirma que la mejor metodología de tratamiento sería comenzar con la terapia por reposicionamiento, seguida de terapia manual si esta no es eficaz, y en último caso, si no hay resultados favorables con las dos anteriores, la ortesis sería la modalidad terapéutica recomendada.

En las variables resultado y los instrumentos de medida utilizados, haygran variedad, utilizándose desde la medida de la asimetría, ODDI20, movilidad cervical, diagonales craneales, la CVAI, la evaluación del desarrollo del bebé, la escala Alberta, la escala Likert hasta la encuesta a los padres.

Por otro lado, en las revisiones sistemáticas y bibliográficas analizadas, encontramos desde 11 artículos analizados a 26. Y en cuanto a los resultados obtenidos, en la mayoría existen buenos resultados tanto para la terapia manual como para otros tratamientos como la terapia por reposicionamiento o el casco. Como hemos citado anteriormente, resulta de mejor elección la terapia manual en los casos leves y/o moderados, y la terapia con casco en los casos más graves o en los que la terapia manual ha fracasado.

Muchos de ellos, llegan a la conclusión de los sesgos encontrados en los artículos analizados, con tamaños de muestra muy pequeños, o con muchas limitaciones en los estudios, por lo que muchos de ellos llegan a la conclusión de la necesidad de realizar mayor número de estudios y revisiones sobre el tema en cuestión.

DISCUSIÓN

El objetivo del presente estudio era conocer la efectividad de la osteopatía en la plagiocefalia posicional. Los dos hallazgos comunes a todos los estudios son que ninguna modalidad de tratamiento manual ha reportado efectos secundarios perjudiciales; y que la terapia manual es efectiva y debería estar siempre incluida en el programa de tratamiento de la plagiocefalia.

En la revisión de Paquereau, la gran mayoría de los artículos incluidos en la revisión sistemática se centran en un tratamiento basado principalmente por casco ortésico. Sin embargo, solo dos estudios que defienden el tratamiento con casco ortésico extienden el seguimiento de los sujetos más allá de la fecha de finalización de los programas de plagiocefalia. Es decir, que no se puede afirmar con certeza si la reducción de la asimetría craneal obtenida con la ortesis craneal se mantiene en el tiempo.

Además, varias revisiones cuestionan a algunos autores de que puedan existir conflictos de interés, ya que tendrían vínculos con algunas empresas de ortopedia. Como conclusión, se expone que la prevención de la plagiocefalia es esencial, que el uso de caso ortésico parece ser beneficioso en casos de plagiocefalia de moderada a severa, que los dispositivos que ayudan durante el sueño parecen interesantes pero es necesaria más evidencia científica, y que el seguimiento de la corrección de la plagiocefalia una vez terminado el tratamiento de la misma debería tomarse más en serio para garantizar una resolución absoluta y poder afirmar así al 100% los beneficios de la terapia utilizada.

En relación a la terapia de casco, un estudio30 parece llegar a la misma conclusión que el anterior. Es decir, que es beneficiosa (según alguna serie de casos) en plagiocefalia de moderada a severa. Sin embargo, no menciona el coste del casco, lo cual influye en la decisión de gestión debido a la implicación de los recursos. En relación al tratamiento osteopático, las técnicas utilizadas se describen muy poco, siendo mínimamente reproducibles.

Más concretamente, la terapia de reposicionamiento parece ser beneficiosa (según alguna serie de casos) para casos de plagiocefalia media. Asimismo, unensayo clínico mostró también una mejoría para el grupo que recibe tratamiento basado en un programa de terapia manual (formado por ejercicios para reducir la posición de preferencia y para estimular el desarrollo motor, además de ofrecer consejo a los padres sobre medidas de posicionamiento) en niños con edad menor a 6 meses, que el grupo que recibe únicamente atención habitual. Además, menciona el riesgo de desarrollar mayor plagiocefalia posicional si no son tratados (según un caso dentro del grupo control). Por ello, considera que es totalmente necesario el comenzar un tratamiento a tiempo, ya que la plagiocefalia posicional no se ve disminuida por la ausencia de preferencia de posición a la edad de 6 meses. Por otro lado, la bibliografía que se incluye que habla de la terapia de casco, la consideran la más beneficiosa. Sin embargo, se trata de estudios de entre el 1997 y 2010 (siendo solo dos de este último año), considerándose dicha información poco actualizada.

En relación a la importancia de comenzar un tratamiento lo antes posible en bebés con plagiocefalia, Kluba, exponen que existe una controversia ya que los padres no hacen frente a tomar una decisión a favor o en contra de un tratamiento para la plagiocefalia de su bebé, puesto que no saben qué es lo mejor para su hijo. Esto es importante ya que los beneficios de algunos tratamientos están marcados por la edad a la que se comiencen, siendo necesario que el tiempo entre la detección y el comienzo de la terapia sea el menor posible. Por eso defiende la derivación a un especialista una vez identificado el problema, y el uso simultáneo de varios tratamientos (cuando sea necesario).

En relación al tratamiento, muy pocas veces se utilizaron únicamente medidas de posicionamiento. Siempre fueron combinadas con terapia adicional (fisioterapia y/u osteopatía).

De hecho, considera que los tratamientos de fisioterapia y de osteopatía pueden realizarse de manera simultánea a la terapia de casco (en aquellos casos que sea necesario). Sin embargo, no se puede establecer el beneficio que tienen dichos métodos en el tratamiento de cada grupo, ya que en el estudio no se muestran los resultados de mejora o de resolución total del problema.

Por último, el estudio de Núñez Prado, abarca todos los temas relacionados con la plagiocefalia posicional, con el tratamiento que propone, basado en pautas posturales y en técnicas osteopáticas, obteniendo una mejora de la asimetría y diagonales craneales.

En el estudio prospectivo de Cabrera-Martos, se incluye en el tratamiento de la plagiocefalia el uso complementario de una toalla enrollada para colocar debajo de la cabeza del bebé cuando está boca arriba con el objetivo de disminuir las presiones craneales. Dicha toalla se puede utilizar también en las posiciones de boca abajo, sedestación y lateral, para mantener la posición deseada. Una de las limitaciones del estudio, es que no presenta aleatorización. Sin embargo, no se considera relevante ya que el objetivo del autor es comparar los resultados obtenidos en relación a la severidad de la deformidad craneal de los bebés, siendo por tanto contradictoria una distribución aleatoria. Otra limitación es la ausencia de grupo control, que por la misma razón que la explicada en la limitación anterior, no tiene sentido incluirlo ya que la evolución se compara en función del grado de plagiocefalia.

Wilbrand, también incluyen en el plan de tratamiento de uno de los grupos (grupo control) el uso de una ayuda técnica (almohada de BabyDorm). Comparando los resultados con el otro grupo, en algunos casos fue más beneficioso que el uso de estiramientos unido a mantener al bebé más tiempo boca abajo. Sin embargo, dichos resultados presentan un componente subjetivo muy alto, ya que no se sabe hasta qué punto los padres del grupo intervención llevaron a cabo el plan de tratamiento propuesto, lo cual no se evaluó de ninguna forma (se realizó una entrevista a los padres una vez terminado el tiempo de tratamiento para asegurar o no su cumplimiento, pero no durante el proceso, y los datos no están especificados en el estudio).

Además, tampoco se midió el rango de movimiento cervical existente al iniciar el tratamiento de los bebés del grupo control, por lo que no se sabe hasta qué punto el plan de tratamiento propuesto basado en estiramientos era el más efectivo para esos lactantes.

Algunos lactantes pequeños con preferencia posicional y deformidad craneal, pueden progresar a una deformidad más grave a pesar de que la preferencia de posición se resuelva a la edad de 1 año. Existe un consenso general de que, con las terapias conservadoras actuales, la mayoría de los casos se han resuelto a los 2 años de edad.

Neonatos que han sido tratados con terapias físicas y medidas de posicionamiento, han tenido una alta tasa de mejora, que continúa a medida que el bebé va creciendo.

En relación a la terapia de casco, parece ser más beneficiosa en casos de plagiocefalia de moderada a severa.

Van Vlimmeren, exponen diversas terapias conservadoras que pueden emplearse en el bebé cuando existe deformidad craneal, siendo generalmente beneficiosas si se aplican entre los 2 y los 8 meses de edad.

El objetivo de la terapia física es aconsejar a los padres sobre el manejo y colocación del bebé en posiciones específicas, para diseñar un programa de tratamiento en el hogar. En caso de tortícolis, se recomiendan ejercicios de estiramientos activos y pasivos, siendo beneficioso si se inician de manera previa a los 3 meses.

Los resultados obtenidos por Lessard, fueron muy favorables en niños con edad menor a los 6,5 meses, utilizando la terapia osteopática. Se obtiene una diferencia significativa en el valor de asimetría craneal, así como en la asimetría de la base craneal y en el valor de asimetría transcraneal, todas ellas entre la primera y la tercera evaluación. Se considera importante mencionar que, dentro del plan de tratamiento, se incluye el asesoramiento a los padres sobre posicionamiento y estimulación (realizando sesiones prácticas con ellos y dándoles información por escrito).

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en dicho estudio no hubo grupo control. La ausencia de comparativa entre grupos hace necesario realizarla entre evaluaciones, lo cual es factible ya que todos los sujetos completaron el proyecto, con las tres evaluaciones. Como ya se comentó anteriormente, Kluba, especifican que fueron pocas las veces que se realizó un tratamiento basado únicamente en reposicionamiento.

Aproximadamente el 90% fueron tratados con dicha terapia, y el 75,2% recibieron adicionalmente fisioterapia y osteopatía. En relación al tiempo de retardo para recibir tratamiento, no hubo diferencias significativas entre los grupos. Sin embargo, dentro de los que recibieron un tratamiento adicional (75,2% de todos los sujetos incluidos en el estudio y el 80,3% de los sujetos del grupo de la terapia de casco) el retardo fue mayor.

Es decir, que más de tres cuartos de los sujetos del grupo que usó caso ortésico, también recibió esa terapia adicional. Aunque no se puedan sacar conclusiones sobre los beneficios de estos métodos de tratamiento (ya que no se muestran los resultados de mejora o resolución total), este estudio demuestra que se pueden combinar varias terapias siempre y cuando sea necesario, siendo el plan de tratamiento dependiente, entre otras, de la edad del bebé a la que se detecte la plagiocefàlia Amiel-Tison, concluyen que la osteopatía en el tratamiento de la deformidad craneal está ganando reconocimiento por los esfuerzos de rigor en la presentación del método y la demostración de la eficacia.

No debería ser visto como un lujo sino como necesidad para el futuro morfológico y funcional del niño. Por ello, sería bueno que cada pediatra tuviera una lista de direcciones para comunicar a los padres acerca de los osteópatas y hablar con ellos de cuál sería la mejor forma de proceder con el abordaje de la plagiocefalia de su bebé.

Los resultados obtenidos por Núñez Prado, con la terapia osteopática para el tratamiento en niños de entre 0 y 11 meses, también son favorables. Los sujetos fueron evaluados por la escala Likert (evaluados por los padres), y se obtuvo una mejora del 47,6% en el grupo control y del 94,4% en el grupo intervención.

También fueron evaluados por un terapeuta profesional, mostrando una mejora del 28% en el grupo control y del 100% en el de intervención. Sin embargo, en relación a las medidas diagonales, ambos grupos mostraron una mejora positiva (77,8% el grupo control y 64,7% el grupo intervención) pero sin diferencia significativa.

Además, el seguimiento fue casi completo, ya que 6 abandonaron antes de terminar el proyecto, y 4 no lo terminaron debido a una dificultad en la medición. Según los resultados de Ibáñez Pradas, las recomendaciones son ineficaces frente al tratamiento osteopático en casos de plagiocefalia grave. La prevalencia de plagiocealia pasó de 55 al 30% en el grupo de intervención y de 63 al 56% en el grupo control, a los 6 meses; y a los 12 meses era de 24% en el grupo intervención y de 56% en el grupo control. Dentro del programa se incluyeron ejercicios y estímulos para el desarrollo motor. Pero cabe destacar que es posible que se produjera una pérdida de enmascaramiento, ya que se procedió al cegamiento de los 6 fisioterapeutas pediátricos, los cuales estaban formados por los 2 autores principales del estudio (que no fueron cegados y que también participaron en las evaluaciones).

Aun así, los autores proponen que esta información sea considerada por el pediatra, de manera que en caso de que la deformidad persista o aumente tras recibir las recomendaciones mencionadas, el paciente debe ser remitido al servicio de rehabilitación.

Uno de los mejores indicadores del crecimiento normal del lactante es evaluar su desarrollo motor. La capacidad de moverse implica un cambio sustancial en la capacidad del bebé para interactuar con el medio ambiente. El rastreo y ponerse de pie son dos habilidades clave para adquirir la autonomía motriz del lactante. Además, el rastreo ofrece un estado de coordinación ojo-mano, el procesamiento vestibular, la mejora del equilibrio, la percepción espacial, la capacidad propioceptiva, etc.

En conclusión, la bibliografía existente en la literatura se centra sobre todo en el estudio de otros tratamientos de la plagiocefalia posicional, sobre todo el uso de ortesis, además de que el número de publicaciones sobre el tema de estudio en la actualidad es reducido.

En esta revisión bibliográfica se recogen 19 artículos de diferentes características. En general, el número de participantes en los estudios es amplio.

En la mayoría de los estudios, la heterogeneidad de las muestras en cuanto a la edad del inicio del tratamiento, el tiempo de tratamiento realizado, el grado de severidad de la plagiocefalia y la falta de unanimidad en cuanto a los criterios diagnósticos y de evaluación, pueden suponer una limitación en cuanto a la hora de realizar una valoración común de los mismos.

En relación a las variables resultado e instrumentos de medida analizados en el presente trabajo, se ha observado una gran diversidad en cuanto a la utilización de estos en el diagnóstico de la plagiocefalia y la evaluación final de la misma. Son pocos los estudios los que evalúan el grado de desarrollo motor, siendo la escala más utilizada en los mismos la escala Alberta, aun así, hay muchos trabajos en los que no se determina cuantitativamente el nivel psicomotor de los pacientes evaluados.

La evaluación objetiva de la preferencia posicional o simetría de los bebés, que constituye uno de los factores principales de causa de la plagiocefalia en el posparto y primeros meses de vida del bebé, se realiza en 4 de los 19 estudios, algo que consideramos insuficiente.

Para evaluar el grado de deformidad, el valor del ODDI fue tomado como criterio diagnóstico en muchos artículos, al igual que el CVAI, el CI y la medición de las diagonales craneales.

Finalmente, la escala de Likert y las encuestas a los padres, donde se valora el grado satisfacción y preocupación de los mismos, y que ha sido descrito como agente implicado en el desarrollo de esta patología, es analizada en pocos estudios.

En cuanto a las técnicas de intervención, se han encontrado gran diversidad de técnicas, desde únicamente los consejos posturales a los cuidadores, ortesis craneales como terapia manual u osteopatía. Dentro de la estimulación del desarrollo motor, se ha observado que hay

buen número de artículos donde se realizan ejercicios del mismo utilizando principalmente el juego, el seguimiento visual de objetos para potenciar un desarrollo simétrico y la utilización de técnicas de estímulo de las reacciones de enderezamiento. La mayoría de artículos incluidos en esta revisión incluyen técnicas de movilización activas y/o pasivas de la columna cervical, puesto que la limitación del rango de movimiento del cuello es una de las disfunciones halladas con más frecuencia durante la exploración inicial del bebé.

Cabe destacar que muchos artículos recomiendan el uso del posicionamiento a la vez que se realiza la intervención de osteopatía, así como el consejo y ayuda para los padres a la hora de las distintas actividades del bebé en el día a día, para fomentar así una actuación combinada tanto a nivel profesional como domiciliario/familiar.

En los artículos de esta revisión que comparan la osteopatía y la terapia por reposicionamiento postural los resultados son levemente contradictorios. Aunque en la mayoría de estudios, se concluye que la terapia manual combinada con el reposicionamiento postural del paciente tiene una mayor efectividad en el tratamiento de la plagiocefalia leve o moderada, mejorando en cuanto a las escalas y encuestas a los padres, la medición craneal y el desarrollo motor de los mismos, en cuanto a la plagiocefalia grave serían las ortesis craneales en tratamiento de elección por su mejor evolución.

En la mayoría de los estudios, se compara entre la terapia manual y la terapia de reposicionamiento u ortesiscraneal; las conclusiones generales a las que llegan son que la terapia manual combinada con terapia de reposicionamiento y educación de los padres y cuidadores resulta ser más efectiva; y que en casos de plagiocefalia severa o en tratamiento de osteopatía en los que no encontraron resultados, las ortesis craneales serían el tratamiento de elección.

Por último, cabe destacar que, existen pocos artículos en la bibliografía existente en los últimos años, los cuales presentan una gran heterogeneidad en cuanto a las muestras, variables e instrumentos de medida.

CONCLUSIONES

Las variables e instrumentos de estudio más utilizados se dividirían en aquellos que evalúan la plagiocefalia desde el ámbito de la terapia manual (nivel de desarrollo motor, valoración cervical y asimetría o movimientos activos), y aquellos propios de exploración de la plagiocefalia (preferencia posicional, grado de severidad y opinión de los padres). Las técnicas de terapia manual más utilizadas son los ejercicios de potenciación del desarrollo motor, movilizaciones activas y pasivas de la columna cervical, flexibilización y estiramiento del esternocleidomastoideo, y técnicas específicas de osteopática (inhibición suboccipital, técnicas de modelado, liberación de los solapamientos, tratamiento de las suturas, tratamiento del occipital, corrección de los strains, técnicas membranosas…).

La osteopatía sí sería un método de tratamiento eficaz en la plagiocefalia, sobre todo en los grados menos severos de la patología (leve a moderada) donde todavía no exista una gran deformidad o problemas más graves como la craneosinostosis. Si se realizara un diagnóstico precoz de esta alteración, la utilización de la osteopatía como método de tratamiento único sería suficiente en la mayoría de los casos para lograr unos resultados óptimos.

Por otro lado, las medidas de reposicionamiento (combinadas o no con osteopatía), resultan ser muy beneficiosas siempre y cuando se han comenzado a realizar 6-8 semanas tras el nacimiento, y es muy importante aconsejar e informar a los padres acerca del manejo y colocación del lactante. En general, es recomendable realizar un seguimiento del bebé desde su nacimiento, pudiendo así realizar un diagnóstico precoz y comenzar con el tratamiento con la mayor brevedad posible, mejorando su evolución. En relación al casco ortésico, parece ser una medida beneficiosa en casos de bebés con deformidades severas o que hayan realizado tratamientos osteopáticos con pocos resultados, siendo los 4-5 meses de edad la más apropiada para su implantación, y siendo mucho más efectivo en combinación con la osteopatía.

Así mismo, el tratamiento adecuado, está determinado por la edad infantil, por la gravedad de la deformidad, y por la respuesta que se obtenga con el tiempo al tratamiento.

RECUERDEN;

Dentro de la osteopatía no entendemos de enfermedades ni lesiones como tal y por tanto no las tratamos, de lo que hablamos es de alteraciones estructurales o problemas de restricciones de movilidad o funcionales en el cuerpo que son las bases de la Osteopatía y este no es un caso distinto a otros tantos en los que ayudamos a la gente con sus problemas.

Un estudio biomecánico profundo por parte del Osteópata, podrá determinar el origen de dicho dolor, y aplicando las correcciones osteopáticas oportunas, eliminar o mitigar los dolores en el peor de los casos, siempre que la estructura sea el origen de la causa.

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