Quim Vicent, Osteópata y
posturólogo.
El suelo pélvico es el
conjunto de músculos y ligamentos que envuelven la base de la cavidad
abdominal. Sustenta los órganos pélvicos –vejiga, uretra, útero, vagina y
recto–, pero también es esencial para el sostén de las vísceras abdominales y
para mantener una buena postura.
Cuando se debilita aparecen
algunos síntomas que nos alertan de que conviene hacer ejercicios para
fortelecerlo y evitar los errores al hacer deporte que debilitan el suelo
pélvico; de lo contrario, seguramente los problemas irán a más y causarán
molestias mayores.
SÍNTOMAS DE UN SUELO PÉLVICO
DEBILITADO
El suelo pélvico es
dinámico, es decir, se ajusta a nuestro movimiento manteniendo la conveniente
tensión que sujeta todos los órganos dentro de la pelvis.
Cuando el suelo pélvico se
debilita, aparecen disfunciones que afectarán al funcionamiento de los órganos
pélvicos. Pero por su función estabilizadora de la postura también puede
favorecer la aparición de dolores relacionados con la postura. Los síntomas
son:
·
Incontinencia urinaria o fecal
·
Molestias o dolor en la pelvis o los órganos
pélvicos
·
En los casos más graves, prolapso de un
órgano pélvico.
·
Dolor lumbar o de rodilla por la
desestabilización de la postura corporal.
Una forma de prevenir estos
síntomas es conocer las causas de los problemas de suelo pélvico, para tomar
medidas cuanto antes.
¿POR QUÉ SE DEBILITA EL
SUELO PÉLVICO?
Un parto vaginal o las
cirugías ginecológicas pueden afectar al suelo pélvico. Etapas como el
embarazo, el posparto y la menopausia son, además, especialmente vulnerables.
Pero pueden influir otros
factores, también en los hombres: un estreñimiento crónico, una disbiosis, los
deportes de impacto o el exceso de ejercicio, la obesidad, la cirugía abdominal
o incluso ciertas enfermedades respiratorias crónicas y el tabaquismo.
Por todo ello es importante,
tanto mujeres como hombres, tener más presente el suelo pélvico y trabajarlo a
diario, así como acudir a profesionales especializados ante la sospecha de que
no estamos logrando fortalecerlo.
FISIOTERAPIA DEL SUELO PÉLVICO: ¿CUÁNDO ES
NECESARIA?
La especialidad de
fisioterapia del suelo pélvico es de vital importancia en la mujer,
especialmente durante la etapa del embarazo, el parto y el postparto, así como
en el periodo de la menopausia. Son etapas especialmente vulnerables para toda
esta musculatura y es por ello que prácticamente todas las mujeres saben que
hay que trabajar y fortalecer esta musculatura en estos momentos de su vida.
Pero… ¿qué pasa en otras circunstancias? ¿Y en el caso de
los hombres?
Como hemos dicho, el suelo
pélvico se define como la musculatura que cierra la pelvis en su parte
inferior. La pelvis se comunica en su parte superior con la cavidad abdominal
(que alberga a nuestro sistema digestivo e intestinal); y tiene funciones
urogenitales, digestivas, sexuales y reproductivas.
Si dejamos a parte las diferentes
etapas vitales de la mujer en las que ya sabemos que esta musculatura puede
sufrir, en nuestra sociedad la especialidad de fisioterapia para suelo pélvico
destaca como factores de riesgo, tanto en hombres como mujeres:
El sedentarismo y el hecho
de pasar muchas horas sentados: inhibe la actividad muscular, pues si tenemos
una superficie que nos aguanta todo el peso visceral, ¿qué sentido tiene que la
musculatura trabaje?
Exceso de actividad física:
especialmente de una actividad física en las que existe un impacto permanente,
desde el running hasta el pádel o el ciclismo. El ciclismo de carretera, por
ejemplo no tiene el impacto, pero si la presión del sillín.
Determinadas cirugías:
cirugías que afecten a la región abdominal (laparoscopia por diferentes
motivos, hernias
umbilicales…), como pélvicas
(cesáreas, hernias inguinales…) o perineales (fístulas anales, traumas
obstétricos en el caso de las mujeres…).
Disfunciones digestivas:
como puede ser un estreñimiento crónico o un problema de disbiosis intestinal,
no solo por el incremento de la presión, sino por el cambio que se produce
tanto a nivel de nuestra postura estática como de los estímulos nerviosos.
Disfunciones ginecológicas y
prostáticas.
EJERCICIO FÁCIL PARA EMPEZAR
A FORTALECER EL SUELO PÉLVICO
En este ejercicio se contrae
y relaja el suelo pélvico prestando la máxima atención:
1.Acuéstate
sobre la espalda, sobre una colchoneta o una esfera; flexiona caderas, rodillas
y tobillos, y pon los pies planos en el suelo. Coloca la pelvis en ligera retroversión,
llevando el pubis un poco hacia delante y arriba, y aplanando suavemente las
lumbares.
2.Trata
de acercar activamente el cóccix al pubis. Luego relájalo.
3.Hazlo
varias veces hasta reconocer el movimiento y los músculos .
4.Intenta
sentir la contracción a lo largo de la línea media del periné. Trata de no
hacer una contracción profunda en la pelvis.
Después intenta contraer también los esfínteres.
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