[ REVISIÓN SISTEMÁTICA ]
Patricia María González Ruiz; Ana María Laguna
Aranda y Lorena Aranda Guirado.
Del 4 de julio de 2022.
Introducción: El dolor de
rodilla es uno de los principales motivos de consulta a nivel mundial y una de
las primeras causas de discapacidad, afectando así a la calidad de vida de las
personas que lo sufren. No hace discriminación a la edad ya que implica tanto
el campo pediátrico como el geriátrico, abarcando igualmente a la población
activa como sedentaria. En cambio, en cuanto a género, es el femenino el más
afectado. En esta revisión se han abordado las patologías más frecuentes que
son el síndrome patelofemoral y la osteoartrosis.
Aunque se conocen distintos tipos de terapias
conservadoras para el tratamiento de estas patologías, se cree que la causa
multifactorial de las enfermedades crea una cierta dificultad a la hora de la
elección de la terapia. Sin embargo, entre estos tipos de tratamientos no hay
evidencias científicas suficientes de un abordaje osteopático efectivo.
Objetivos: Analizar las
evidencias científicas encontradas a nivel osteopático, y evaluar la calidad y
metodología de las mismas.
Material y métodos: Se ha llevado
a cabo una revisión sistemática siguiendo las directrices PRISMA de los
estudios científicos encontrados en las bases de datos Cochrane, Pubmed y
Pedro.
Resultados: Se han
obtenido 519 ensayos, de los cuales se eliminaron 495 artículos más otros 10
duplicados entre las tres bases de datos. Restaron así 14 artículos que fueron
seleccionados para la lectura del texto completo. Tras la lectura, se
eliminaron 3 artículos por no ser estudios aleatorizados y 4 artículos más por
no usar técnicas osteopáticas durante la aplicación del estudio.
Finalmente, quedaron 7 ensayos clínicos
aleatorizados controlados válidos para su análisis. Todos ellos usan técnicas
osteopáticas durante la ejecución del estudio y evalúan el dolor mediante la
escala analógica visual.
Conclusiones: Se ha
demostrado la eficacia de las técnicas de osteopatía en los pacientes con dolor
de rodilla mejorando el dolor, funcionalidad y calidad de vida de los pacientes
y disminuyendo la necesidad de cirugías de artroplastia. Hay evidencia de que, asociada
a un programa de ejercicios terapéuticos, aumenta su efectividad.
INTRODUCCIÓN
El dolor de rodilla es un motivo de consulta
actual y común en nuestra sociedad. Es la primera causa de lesión en el deporte
y la segunda de dolor o lesión en la vida, pero lo significativo es que es la
primera causa de discapacidad, por lo que supone una disminución en la calidad
de vida del paciente.
El dolor en la rodilla tiene precisa un buen
diagnóstico para ayudar a excluir determinadas patologías que no necesitan de
antemano de un tratamiento osteopático ni fisioterapéutico como punto de
partida.
Son las consultas pediátricas, de atención
temprana de adultos y consultas externas de ortopedia las que más casos de
dolor de rodilla diagnostican. Y dentro de ese diagnósticose encuentran el
síndrome de dolor patelofemoral (SDPF) y osteoartitis (OA).
El SDPF es una patología que se caracteriza por
un dolor en la zona anterior de la articulación de la rodilla. Las causas son
multifactoriales como, por ejemplo, alteraciones articulares, biomecánicas y/o
debilidad de la musculatura de la articulación coxofemoral y/o de la rodilla.
Los signos y síntomas más frecuentes en este
síndrome se manifiestan como sensibilidad a la palpación en la región rotuliana
y en actividades como la sedestación prolongada, subir y bajar escaleras y
durante la actividad deportiva como puede ser la carrera.
La diferencia en edad y nivel de actividad de los
pacientes es un punto de inflexión, junto con el género, en este motivo primario
de consulta.
Son los pacientes jóvenes y activos entre 12 y 17
años y sexo femenino los que se presentan con mayor frecuencia en consultas
externas con quejas en la rodilla con la actividad deportiva. La prevalencia en
caso de lesión patelofemoral es del 29,2% en mujeres y 15,5% en hombres.
Por otro lado, se puede observar también que el
elevado índice de masa corporal y edad avanzada junto con haber tenido una
lesión de rodilla con anterioridad tienen más prevalencia a sufrir una OA accelerada
que es otra de las lesiones más comunes que se pueden presentar en esta
articulación.
La OA de la rodilla es una degeneración crónica y
progresiva de dicha articulación caracterizada por dolor y rigidez articular
que causa discapacidad física afectando a la calidad de vida del paciente.
Tiene un coste estimado entre el 1 y el 2,5% del producto interno bruto de cada
país siendo los reemplazos de articulaciones de rodilla y cadera uno de los
principales. Representa aproximadamente el 85% de la carga de OA de todo el mundo,
y representaba ya el 3,9% de años vividos con discapacidad en todo el mundo en
2015.
Serán los ancianos los más afectados por la
artrosis generada debido a la carga que sufre el cartílago por la pérdida de
masa muscular. Si el cartílago no tiene apoyo muscular será sometido a mayor
carga, por lo que aparecerá el sistema de alarma del organismo implantando el
dolor el cual, suele convertirse en crónico.
Haciendo alusión a la incidencia a partir de los
40 años, 1 de cada 3 personas va a sufrir algún tipo de problema en la rodilla.
Por ejemplo, el SDPF afecta desde pacientes
pediátricos activos (12-17 años) hasta pacientes geriátricos sedentarios. Tiene
una incidencia del 40% como causa principal entre las lesiones de la rodilla.
En la OA, el 30% de la población mayor de 30 años
ya sufre esta patología y el 6% presenta sintomatología. En otras palabras,
está identificada como la artritis más común15 y más aún, si hablamos de OA
acelerada que suele acabar en prótesis.
Para estas patologías hay diversos estudios que
corroboran la eficacia de tratamientos farmacológicos, quirúrgicos y
conservadores.
Por ejemplo, en el ámbito de la fisioterapia hay
programas de ejercicios y otras terapias físicas que dan una guía en la cual
apoyarnos para el tratamiento del dolor de rodilla. Sin embargo, faltan
estudios de rigor científico con los que poder elaborar ciertos protocolos que
ayuden a abordar la patología citada en el campo de la osteopatía y así evitar
un deterioro precoz de la articulación que acabe en una intervención
quirúrgica.
Esto crea la problemática actual. Al no tener
ningún protocolo sobre el que basarse inicialmente, cada terapeuta aborda la
lesión según su punto de vista. Por ello, se ha intentado sintetizar y evaluar
la calidad y metodología de los estudios encontrados sobre las técnicas
osteopáticas en el dolor de rodilla, para poder así proporcionar una
información más detallada y poder orientar a los profesionales en la toma de
decisiones de cara a la elección del tratamiento.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se ha realizado una revisión sistemática de la
literatura científica publicada sobre la eficacia del tratamiento osteopático
en sujetos con dolor de rodilla en los que se han incluido patologías como la
OA y SDPF. Para su elaboración, se han seguido las directrices de la
declaración PRISMA para la correcta ejecución de las revisiones sistemáticas.
Se combinaron los términos MeSH de distintas
formas, como por ejemplo: “osteopathic physician”,”osteopathic medicine”,
“osteopathic treatment”, “spinal manipulation”, “patellofemoral pain syndrome”,
“osteoarthrit* knee”, etc. y con distintos operadores boleanos “OR” y “AND”
según conviniera. La búsqueda sistemática se realizó nuevamente en marzo de
2022 en las mismas bases científicas nombradas anteriormente. La combinación de
términos elegida por sus mejores resultados fue: osteopath* AND (Knee OR
patellofemoral).
Exactamente, se obtuvieron 478 resultados en
Pubmed, 38 en Cochrane y 3 en PEDro. Antes de proceder a la selección de los
artículos se establecieron los criterios de inclusión y exclusión.
Criterios de selección
Como criterios de inclusión se eligieron los
ensayos clínicos aleatorizados o no aleatorizados, estudios pilotos o
cuasiexperimentales sobre la eficacia de las técnicas osteopáticas en cualquier
patología de rodilla no quirúrgica, en cualquier tipo de población o región.
Se incluyeron estudios en idiomas inglés,
español, francés, italiano, alemán o portugués y artículos con una puntuación
mínima de 4 puntos en la escala PEDro. Como criterios de exclusión se
rechazaron los estudios de prótesis de rodillas o con tratamiento
postquirúrgico.
Tras aplicar los criterios de inclusión y
exclusión y, después de la lectura del título y resumen se eliminaron 495
artículos más otros 10 duplicados entre las tres bases de datos. Quedaron así
14 artículos que fueron seleccionados para la lectura del texto completo. A
partir de esta lectura, se eliminaron 3 artículos por no ser estudios
aleatorizados y 4 artículos más por no usar técnicas osteopáticas durante la
aplicación del estudio.
Finalmente, se consideraron 7 artículos válidos
para la realización de la revisión sistemática.
Todos ellos usan técnicas osteopáticas durante la
ejecución del estudio y evalúan el dolor mediante la escala analógica visual
(EVA).
Además, dos de ellos usan también la escala WOMAC
para medir la calidad de vida en los pacientes con dolor de rodilla.
RESULTADOS
Los estudios analizados tienen una población
total de 426 personas incluyendo aleatoriamente mujeres y hombres con un
intervalo de edad entre 18 y 82 años.
Los artículos fueron desarrollados en tres
continentes distintos como son, Europa, siendo éste el más contribuidor, Asia y
América, y publicados entre 2012 y 2021. Tres artículos hablan del SDPF, y los
restantes de OA.
La metodología usada en los estudios
seleccionados desveló una alta homogeneidad en cuanto al método de
reclutamiento, el entorno de reclutamiento, la población y el tipo de grupo de
control.
Para la evaluación del dolor, en todos ellos se
evaluó el dolor con escala EVA. Además, hay dos artículos en los que se aplicó
la escala WOMAC, para valorar la
funcionalidad de la rodilla. Hay que añadir que, independientemente de las coincidencias
en estas escalas, estos 7 artículos analizados utilizan distintos tipos de test
para medir la funcionalidad y/o movilidad del estado de la articulación del
paciente.
En todos se trabajó con técnicas osteopáticas
realizadas bien por osteópatas o por estudiantes de osteopatía. Zago, y
Motealleh, eligieron zonas a tratar fuera de la articulación de la rodilla,
como la zona lumbar, porque argumentan que las disfunciones lumbopélvicas crean
una asincronía en la musculatura de los miembros inferiores.
Otros, además, trabajaron con un programa de
ejercicios y estiramientos sosteniendo que la osteopatía es un complemento al
tratamiento conservador y que su combinación disminuye la necesidad de prótesis
total de rodilla; Por último, Jardine, examinó el tratamiento arterial, apoyándose
en la ley de la arteria, para demostrar que hubo cambios en el flujo de la
arteria estudiada de los pacientes con OA pero no se produjeron cambios
significativos en la sintomatología referida.
La frecuencia de tratamiento fue dispar en los
artículos seleccionados. Sólo 2 coinciden realizando una única sesión con la
medición antes y después. Se destaca que gracias al tratamiento el dolor
disminuyó, aumentó la funcionalidad de la articulación, mejoró el equilibrio
del paciente y mejoró la calidad de vida del paciente crónico.
Finalmente, se evaluó el riesgo de sesgo de los
artículos a través de la Escala PEDro. Dos autoras pasaron independientemente
la escala y, en caso de desacuerdo, intervenía la tercera autora para solventar
la disputa. Los artículos estudiados tienen una puntuación entre 4/10 a 8/10 en
dicha escala.
DISCUSIÓN
Los autores de los estudios han evaluado
distintas zonas corporales relacionadas anatómica o fisiológicamente con la
rodilla para dar un tratamiento global a la lesión y no estructural. Pudiendo
así demostrar que con el tratamiento osteopático se obtienen cambios
significativos en el tratamiento de estas patologías. Según Tramontano y Altinbilek, las zonas en disfunción no
siempre coinciden con las áreas de dolor referido.
Por su parte, Motealleh, sostienen que el SDPF
está asociado a alteraciones lumbopélvicas y/o de la cadera que producen una
debilidad del cuádriceps con una asincronía del glúteo medio y transverso del
abdomen, oblicuo interno y del erector de la columna vertebral. Ninguno de los
ensayos incluidos informó de posibles efectos adversos durante la aplicación de
las técnicas de OMT o en los seguimientos sucesivos. Esto podría indicar que el
tratamiento osteopático es un procedimiento seguro.
Cabe señalar que los estudios fueron homogéneos
en el diseño y los resultados, lo que sugiere confiabilidad y validez de los
resultados. Sin embargo, el estudio de Huard muestra déficits, no dejando claro
la forma de aleatorización.
Además, hace una evaluación a corto plazo sin
seguimiento posterior de los pacientes. En cambio, Weitendorff, a pesar del
gran tamaño muestral, obtiene resultados similares en el grupo control que en
el placebo, no obteniendo grandes diferencias del cambio del dolor entre los
grupos, pero sí una clara diferencia en la calidad de vida.
Como limitaciones se puede destacar que los
tamaños de muestra de los subgrupos eran pequeños a pesar del número total de
pacientes finales de la revisión. Esto podría considerarse crítico para las
variables de resultado. Otra limitación podría ser la falta de consonancia y
claridad en las técnicas o protocolos elegidos en el OMT. Por último, no en
todos los estudios se informó del plan de medicación.
Puede argumentarse que algunos fármacos pueden
influir en el beneficio clínico del tratamiento.
CONCLUSIONES
La presente revisión sistemática muestra la
eficacia del OMT en los pacientes con dolor de rodilla, mejorando así el dolor,
la amplitud articular, la inflamación, el equilibrio, la postura y la calidad
de vida del paciente, sea agudo o crónico, y disminuyendo las intervenciones
quirúrgicas de artroplastia.
A pesar de los resultados positivos, se necesitan
más estudios controlados aleatorizados que incluyan un mayor tamaño muestral, y
que indiquen claramente el protocolo o las técnicas utilizadas para el
tratamiento en sí.
En conclusión, con base en la literatura previa,
la osteopatía puede ofrecer una ventaja en el tratamiento del dolor de la
rodilla por sí sola, pero se ha visto que es más eficaz si se aplica
conjuntamente con ejercicios terapéuticos.
RECUERDEN;
Dentro de la osteopatía no
entendemos de enfermedades ni lesiones como tal y por tanto no las tratamos, de
lo que hablamos es de alteraciones estructurales o problemas de restricciones
de movilidad o funcionales en el cuerpo que son las bases de la Osteopatía y
este no es un caso distinto a otros tantos en los que ayudamos a la gente con
sus problemas.
Un estudio biomecánico
profundo por parte del Osteópata, podrá determinar el origen de dicho dolor, y
aplicando las correcciones osteopáticas oportunas, eliminar o mitigar los
dolores en el peor de los casos, siempre que la estructura sea el origen de la
causa.
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