Claudina Navarro Walter, Fisioterapeuta y periodista y Dr. Pablo Saz, Médico naturista. Investigador en la Universidad de Zaragoza.
La mayoría de la gente sabe que el azúcar añadido tiene un impacto negativo sobre los dientes o la circunferencia abdominal. Pero, en realidad, su efecto dañino va más allá. Se relaciona con molestias intestinales y con otras alteraciones en el organismo.
EL AZÚCAR PROVOCA
FLATULENCIAS, DIARREAS Y DOLORES ABDOMINALES
Demasiado azúcar puede
alterar el delicado equilibrio entre bacterias en el intestino y provocar una
serie de alteraciones en la digestión.
Dolor de barriga, diarrea o
flatulencias son solo los primeros síntomas de que algo no va bien en la
microbiota y de que las bacterias y hongos "malos" están tomando el
control.
Los productos
ultraprocesados ricos en azúcar a menudo también poseen un alto contenido de
grasa, lo que puede aumentar las consecuencias dañinas.
El exceso de azúcares
añadidos se relaciona con mayor riesgo de sufrir sobrepeso y obesidad,
diabetes, enfermedades cardiovasculares e inflamción, que a su vez aumenta el
peligro de desarrollar enfermedades neurológicas y cáncer.
ASÍ AFECTA CADA TIPO DE
AZÚCAR A TU INTESTINO
1. GLUCOSA
Si la glucosa pura llega al
estómago, ya no tiene que descomponerse allí. El azúcar ingresa al intestino
delgado, donde pasa a través de la mucosa intestinal hacia la sangre.
La glucosa llega a la
sangre, va aumentando su concentración y el páncreas libera insulina para llevar
el azúcar a las células donde se usa como energía.
Demasiada glucosa pura
afecta al intestino y al metabolismo del azúcar en el cuerpo. En los intestinos
puede provocar flatulencia y diarrea.
Si hay demasiada azúcar en
la sangre, el páncreas se ve abrumado por la producción de insulina, lo que
puede provocar resistencia a esta hormona, alteración precursora de la
diabetes.
Además, el "subidón de
energía" dura poco tiempo después de la ingesta, y viene seguido de un
bajón en la concentración y el rendimiento.
2. GALACTOSA
Este monosacárido tiene que
llegar hasta el hígado para convertirse en glucosa y poder ser utilizado como
fuente de energía por las células. Es muy bien tolerado por el sistema
digestigo, por lo que no produce efectos negativos en los intestinos.
Sin embargo, si se comen
demasiados alimentos que contienen galactosa, puede provocar diarrea.
En el caso de una enfermedad
metabólica hereditaria, los afectados carecen de la enzima alfa-galactosidasa y
el organismo no puede procesar la galactosa. Los afectados pueden desarrollar
ictericia, apatía y disfunción hepática desde bebés.
3. FRUCTOSA
En cantidades normales, la
mayoría de las personas tolera bien la fructosa.Las personas con intolerancia a
la fructosa no pueden digerirla adecuadamente y sufren flatulencias y diarrea.
Pero incluso en personas
sanas, el consumo excesivo de fructosa puede provocar síntomas de este tipo. Si
este consumo elevado es habitual puede favorecer el hígado graso no alcohólico.
Es buena idea apostar por la
fruta baja en azúcar y evitar los alimentos precocinados que a menudo contienen
fructosa añadida.
4. SACAROSA
Es el azúcar de mesa
convencional, que se compone de glucosa y fructosa, y como estos, puede afectar
al intestino.
La intolerancia al azúcar de
mesa o sacarosa produce dolor abdominal, calambres estomacales, diarrea y
vómitos. Los afectados carecen de la enzima sacarasa-isomaltasa, que descompone
el azúcar en el intestino delgado.
5. LACTOSA
En su forma original, la
lactosa –el azúcar de los productos lácteos– no puede ser absorbida por la
mucosa intestinal. Para absorberla es necesario que actúe la encima lactosa,
que es producida por las células mucosas del intestino delgado.
Sin embargo, un buen número
de personas –en España, casi una de cada tres– no producen suficiente lactasa,
lo que les hace intolerantes a la lactosa. Al no descomponerla sirve de
alimento a las bacterias intestinales del intestino grueso y sus productos de
desecho desencadenan síntomas como diarrea, dolor abdominal y flatulencia.
6. MALTOSA
No se conocen trastornos
metabólicos o efectos en los intestinos de la maltosa. Este azúcar se encuentra
en pocos alimentos y solo se produce en pequeñas cantidades cuando se digieren
los almidones
¿DÓNDE SE ENCUENTRA EL
AZÚCAR?
En las culturas
occidentales, el azúcar refinador es omnipresente en la dieta. Café azucarado,
dulces como refrigerio y refrescos en lugar de agua forman parte de la vida
cotidiana de muchas personas. En muchos casos, el azúcar se encuentra oculto en
salsas, productos lácteos, conservas y ultraprocesados.
Incluso los productos
preparados salados contienen cada vez más azúcar industrial. Este azúcar
aparece en la lista de ingredientes con los el azúcar a menudo no se escribe
como tal en la lista de ingredientes del alimento.
Las designaciones comunes
son
- ·
(Monosacárido) Glucosa / Dextrosa / Glucosa /
Jarabe de glucosa. La glucosa es el azúcar más común y está en casi todos los
ultraprocesados.
- ·
(Monosacárido) Galactosa. Se encuentra en
leche y alimentos a los que se ha añadido lactosa.
- ·
(Monosacárido) Azúcar de frutas / fructosa.
Se encuentra en fruta, miel, alimentos procesados
- ·
(Disacárido) Azúcar de mesa / sacarosa /
azúcar de remolacha / azúcar de caña. Está en dulces, productos de
conveniencia, bebidas dulces.
- ·
(Disacárido)Azúcar de leche / lactosa. Se
encuentra en leche y alimentos procesados
- ·
(Disacárido) Azúcar de malta / maltosa. Está
en la cerveza, patatas y pasta.
- ·
(Polisacáridos) Almidón. Se encuentra en
patatas, cereales, arroz, maíz y cereales integrales.
De esta manera, entre una
cosa y otra, la persona promedio consume el equivalente a 30 terrones de
azúcar, es decir, alrededor de 90 gramos al día.
Esta cantidad es casi cuatro
veces la ración diaria recomendada de 25 gramos por la Organización Mundial de
la Salud (OMS). Estas cantidades masivas se traducen rápidamente en un
excedente de calorías, lo que lleva a la obesidad y otras muchas enfermedades.
¿ES EL AZÚCAR ADICTIVO?
Aunque el azúcar activa el
centro del placer del cerebro, como todas las cosas que nos gustan, no se ha
demostrado que el azúcar puro sea tan adictivo como la cocaína, por ejemplo.
Pero el azúcar, y sobre todo
la combinación de azúcar y grasa, resulta muy atractiva a la mayoría de
personas. Tiene una explicación biológica evolutiva: estamos diseñados para
aprovechar las fuentes alimentarias de energía. Esto no era un problema hace
miles de años, cuando estas fuentes eran escasas, pero lo es ahora cuando
llenan las estanterías de los supermercados.
ALTERNATIVAS AL AZÚCAR
AÑADIDO
En lugar de productos con
azúcares añadidos podemos consumir:
- ·
Fruta entera y especialmente la que contienen
más nutrientes concentrados, como las bayas.
- ·
Carbohidratos complejos, como los que se
encuentran en cereales integrales, patatas enfriadas y legumbres.
- ·
Verduras de todas las formas y colores.
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