Manuel Nuñez
Muchas personas creen que el
efecto placebo no es importante. No es extraño que piensen así pues en los
estudios científicos el efecto placebo se utiliza para distinguir al
medicamento eficaz de una sustancia sin propiedades.
En los estudios, un grupo de
participantes recibe placebo y otro grupo el medicamento o tratamiento que se
trata de probar. El medicamento será útil si consigue mejores resultados que el
placebo.
La cuestión es que el
placebo siempre consigue un beneficio y que de las muchas sustancias que se
prueban solo unas pocas consiguen mejorarlos y convertirse en medicamentos (es
decir, mostrar un efecto añadido a su propio efecto placebo).
El caso es que el placebo
consigue mejorar los problemas de salud, no tiene efectos secundarios y es
gratis.
El placebo consigue
estimular los recursos del cuerpo para curarse por sí mismo. La doctora Anne
Harrington, profesor de historia de la ciencia en la Universidad de Harvard,
explica que las imágenes cerebrales y las pruebas analíticas muestran que algo
ocurre en el cuerpo cuando se toma un placebo. No es un fenómeno exclusivamente
mental.
Por ejemplo, al tomar una
pastilla contra el dolor, sea placebo o no, el cerebro activa la producción de
endorfinas. Y, de manera sorprendente, el fenómeno se produce aunque el
paciente sepa que la pastilla es de azúcar, como explica el doctor Apkar Vania Apkarian
en el artículo El placebo puede ser tan eficaz como los fármacos.
Para aprovechar y potenciar
el efecto placebo es necesario estar convencido de que el tratamiento puede ser
eficaz. Esto incluye tanto la confianza en la medicina como en la capacidad de
respuesta del cuerpo.
También influye, por
supuesto, que el médico o terapeuta nos parezcan convincentes. Si el médico no
transmite su fé en el medicamento y en las posibilidades del paciente, las
posibilidades de mejoría se reducen. De hecho, se puede producir, incluso, un
efecto nocebo, la enfermedad puede empeorar.
Los que se desacreditan las
medicinas naturales dicen que si producen un efecto beneficioso es solo por el
efecto placebo. No es cierto. Muchas terapias complementarias están respaldadas
por estudios científicos. Lo cierto es que el efecto placebo se suma y como las
terapias naturales suelen ser agradables y sin efectos secundarios, el impacto
es seguramente mayor.
Cada vez que tomamos una
infusión, que recibimos una sesión de acupuntura o seguimos una dieta
terapéutica, podemos estar seguros de que se van a poner en marcha los
mecanismos de autocuración. Factores que favorecen el efecto placebo son la
relajación, el
optimismo y el estar
acostumbrado a recibir y reaccionar a los mensajes que envía el cuerpo.
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