El tipo de trabajo y el
movimiento repetitivo de algunos de
ellos también representan un elemento que puede llegar a ser el detonante del
dolor cervical.

Un estudio profundo de la persona,
a través de la exploración osteopática de la columna y su área periférica
(tobillo, rodilla, hombros, codos, muñecas, mandíbula, etc...), nos pueden dar la
solución al dolor cervical, efectuando las correcciones adecuadas, en
dichos lugares, ya que las cervicales son la zona que por su mayor movilidad realizan un efecto
compensador, debido a que los ojos siempre están a nivel con respecto a la
línea central de gravedad del cuerpo.
Las personas con “ansiedad,
depresión, fibromialgia o cansancio crónico”, suelen tener también
dolor cervical. Recuerdo cuando comencé a pasar consulta en Vic hace algunos
años, con mucha frecuencia encontraba en los clientes con dolor cervical, un
posicionamiento de la primera vertebra en traslación, cosa que en el centro
médico en Blanes no solía encontrar con tanta frecuencia. Hasta que caí en
cuenta, que dichos clientes venían derivados por terapeutas que estaban
tratando el estado emocional y que sufrían alguno de los trastornos mencionados
anteriormente (un signo frecuente a tener en cuenta es la mandíbula apretada,
bruxismo, etc…). No se sabe si la alteración psico-emocional es el que provoca el dolor cervical, o si las cervicales son las
que provocan que se desencadene dicha afectación. Lo que si sabemos es que con
tratamiento osteopático mejoran sus dolencias o desaparecen.
Francesc Pérez
Titulado Superior en Osteopatía
por la universidad del Escorial y Paris